Águilas y estrellas: pelicula dramatica en dos partes y un prologo

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Dirección de Bellas Artes, Departamento Editorial, 1916 - 128 páginas

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Página 12 - ... sombras pobladoras del bosque y las montañas. . . Raza sin abolengo surgida del cadáver de mi raza: ¿quieres que de tus ruinas y leyendas Tenoxtitlán renazca? Al indio resucita! ¡Al indio que si evoca de la Patria el recuerdo sagrado, sólo sabe de bosques que le talan o girones de tierra que le roban! ¡Resucita esa raza y del cadáver del azteca, surja la redención del paría!
Página 12 - ¡Tended el arco, caballeros tigres, que en el teocalli está encendida el ara y vibran el huehuetl y el teponaxtle! ¡Requerid vuestras hondas, vuestras clavas y unidos ofrendad al extranjero nueva Otumba y en ella noche trágica! Sólo unidos al indio los hijos de Cuauhtémoc y Cacama, irán al templo de los dioses de oro para arrancar con su arma de obsidiana el corazón, al de azulados ojos, pelambre rubia y epidermis blanca . . . ! ¡¡Huitzilopochtlü!
Página 11 - ... dios maligno al verter sobre Anáhuac, engendró la traición: al extranjero se unieron tlaxcaltecas y los chalca, y la Malinche hasta mi aduar les trajo . . . ¡Todas mis iras sobre de ellos caigan! ¡Oh raza de cabellos xochipalli y pupila azulada: para arrojarte de mis patrios lares se alzará de la huesa funeraria la estirpe muerta, la de testa brava; y al sonar del huehuetl y el teponaxtle agitará sus armas de obsidiana para arrancarte el corazón del pecho, raza de ojos azules y tez blanca...
Página 13 - Tended el arco, caballeros tigres, que en el teocali está encendida el ara y vibra el ahuehuetl y el teponaxtle ! ¡ Requerid vuestras hondas, vuestras clavas, y unidos ofrendad al extranjero nueva Otumba y en ella, noche trágica ! Sólo unidos al indio los hijos de Cuauhtémoc y Cacama, irán al templo de los dioses de oro para arrancar con su arma de obsidiana, el corazón, al de azulados ojos, pelambre rubia y epidermis blanca...!
Página 10 - La heroica tribu azteca cayó rendida en la contienda aciaga y sobre su cadáver van errantes sin redención ni porvenir los parias. Fatal como un destino, vengo desde la niebla desolada a redimir mi estirpe ... ¡ya no alienta! ¡No resta ni el recuerdo de la Patria! ¡No, no es esta mi estirpe!
Página 11 - ¡No arraigarán en suelo de mexica tus pinos y mis palmas! ¡No dejarán mis águilas al buitre hollar el pedestal de mis montañas, ni tu sangre unirás, de mercaderes, a mi sangre de dioses que es sagrada; raza de ojos azules, pelambre rubia y epidermis blanca . . . ! ¡A ti, Malinche, que en la eterna sombra de Mictlán te retuerces, a ti vayan para siempre jamás los que a mi suelo al extranjero llaman; que sus hijos renieguen de su origen; su madre misma, airada, con mano propia se desgarre...
Página 10 - ... y sin lágrimas, la reivindicación de sus agravios y el tributo fatal de su venganza . . . Una gota de sangre el dios maligno al verter sobre Anáhuac, engendró la traición: al extranjero se unieron tlaxcaltecas y los chalca, y la Malinche hasta mi aduar les trajo . . . ¡Todas mis iras sobre de ellos caigan! ¡Oh raza de cabellos xochipalli y pupila azulada: para arrojarte de mis patrios lares se alzará de la huesa funeraria la estirpe muerta, la de testa brava; y al sonar del huehuetl y...
Página 10 - ... destino, vengo desde la niebla desolada a redimir mi estirpe ... ¡ya no alienta! ¡No resta ni el recuerdo de la Patria! ¡No, no es esta mi estirpe! ¡No es de esta raza el que al sentir sus plantas abrasarse, reía a sus verdugos . . ! ¡Malinali! ¿qué hiciste de mi raza? Han caído los templos y mis dioses cayeron de sus aras; el ahuehuetl, torciéndose de angustia eleva al cielo las vetustas ramas implorando por todos los caídos sin redención, sin glorias y sin lágrimas, la reivindicación...
Página 12 - ... jamás, los que a mi suelo al extranjero llaman; que sus hijos renieguen de su origen; su madre misma, airada, con mano propia se desgarre el vientre que tal monstruo engendrara! Fatal como un destino, yo, el alma de mi raza; yo, el fuego que en sus piras encendían; ánfora del rocío de sus lágrimas; voluntad sacrosanta de mis dioses; yo, el doliente recuerdo de su fama, evocaré con mi plañir las sombras pobladoras del bosque y las montañas. . . Raza sin abolengo surgida del cadáver de...

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