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da es que los choques propagando su efecto en la estension de la máquina ejercen su influencia principalmente sobre los ejes y los otros puntos fijos del sistema, cuya resistencia está destinada á destruir en ella su accion; ejercen una trepidacion que, aunque es muy débil, no produce á lo largo ménos consecuencias funestas. La máquina, sujeta siempre á los cambios bruscos de accion, no tarda á destruirse, no es mas que un agente dispendioso para el propietario que la emplea, y seria para él una ventaja, el reemplazarla por otra que no tuviese este defecto. Asi pues, á ménos que una máquina no estuviese destinada á machacar, quebrantar y moler substancias duras 6 pegajosas, que no se podrian partir sino por fuertes presiones, los choques deben ser rigurosamente desterrados de los talleres. Los mecánicos han salido bien en un gran número de circunstancias para cortar estas percusiones, que parecen mandadas por la naturaleza del resultado que se quiere obtener; los cilindros, hileras, despedazamientos operados por la muela ó por los engargantes son á menudo un medio posible de reemplazar los majaderos, los martinetes y otros agentes de percusion.

y

Se puede pues sentar por base que la mejor máquina es la que funciona sin ruido, y casi sin advertirlo el espetador. Sobre todo en el caso en que el movimiento debe ser alternativo ó de vaiven, que las máquinas están sujetas á golpes que interrumpen la velocidad, y cambian la direccion, los choques parecen por decirlo asi inevitables: una caida de agua, el vaiven de un émbolo de bomba, ó de unas balanzas, un peso que sube y baja, un carro que adelanta y retrocede, y una multitud de otros ejemplos, demuestran que en efecto el cambio de direccion no se puede ejecutar sino despues de haber

detenido el cuerpo que se quiere dirigir en sentido contrario; lo que parece exigir una destruccion de fuerza y un choque mas ó ménos decidido. Pero en estos diferentes casos, el mecánico debe tener un especial cuidado en reducir poco á poco á cero la velocidad de los motores, y seguir los principios mismos que acabámos de manifestar, que si no puede siempre llegar á este grado de perfeccion que hace que la máquina esté libre de toda especie de choques, debe por lo menos disminuir cuanto le sea posible estas percusiones, que son la causa de destruccion y de gasto. La cigüeña, por ejemplo, cambia gradualmente la direccion de la velocidad del peso que está destinada para levantar y dejar bajar. Los recursos de la mecánica están puestos como deben para obtener semejantes resultados por otros medios, segun la exigencia de los casos. V. MÁQUINA. FR.

á

CHUPADOR (Tecnológia). Es una pieza de oro, plata, ó plata dorada, fabricada por el joyero ó platero, á la cual dá diferentes formas, segun el gusto ó la moda, en cuyo extremo inferior engastan un pedazo de coral, de marfil ó de cristal guarnecido de cascabeles, que se cuelga al cuello de los niños, con una cadena del mismo metal, y que se les dá para que jueguen, sobre todo cuando están en la denticion, siendo el marfil la substancia mejor que se les puede presentar en este caso. Por lo regular hay un pito en el extremo superior del chupador, de modo que el ama ó la niñera tienen siempre á la mano varios juegos con que entretener á los niños, el pito y el ruido de los cascabeles; y duran te la denticion haciéndoles roer el marfil, este rozamiento apresura y facilita la salida de los dientes y

consuela á los niños.

CIELO RASO. (V. TECHO.)

L.

CIGARRO (Tecnológia). Este nombre ha sido dado por los españoles de la isla de Cuba, á un pequeño rollo de tabaco del grueso del dedo pequeño lo mas, y del largo de 5 á 6 pulgadas lo ménos. Esta palabra ha pasado á otros varios idiomas. El cigarro está compuesto de diferentes matas de tabaco dispuestas paralelamente las unas al lado de las otras, y sujetas todas juntas por una hoja ancha que les sirve de capa para envolverlas. En Francia casi generalmente suelen poner en medio de las matas de tabaco una paja de trigo, la cual sirve de cañon de pipa. Se enciende la extremidad de este rollo por la parte opuesta del cañon de paja, y se mete en la boca este cañon, por cuyo medio se fuma sin necesidad de pipa. (V. TABACO.)

L.

CILINDRO DE ORGANILLO (Artes fisicas ). El organillo, el órgano de Berbería y otros varios instrumentos hacen oir sus tocatas cuando se hace dar vuelta á una cigüeña. El principio de este mecanismo es muy fácil de comprender.

Dentro de la caja están colocados varios tubos paralelos, cada uno armado de su ESTRANGUL; el grueso de estos tubos, lo mismo que su largo, son talmente proporcionados, que se dejan oir cuando se sopla en ellos las notas del diapason natural, do, re, mi, y aun algunas notas de sostenidos y bemoles. Estos tubos imitan en pequeño los de una caja de órgano grande de iglesia: se les dá la extension que conviene á la fuerza del sonido que se quiere, y al número de octavas que el instrumento debe contener. Un fuelle de doble viento hace introducir el aire en un conducto ó secreto, que lo dirige hacia los orificios de todos los tubos; pero una chapaleta cubre cada orificio para impedir que el viento haga tocar los estrangules. El fue

lle se pone en movimiento por la accion de la cigüeña. Cuando por un medio cualquiera una de las chapaletas se levanta, el orificio del tubo se descubre, y el sonido del mismo tubo se hace oir. Se vé que si se levantan sucesivamente varias chapaletas escogidas, y si se mantienen cada una de ellas levantadas un tiempo. conveniente, resultará de esta sucesion de sonidos un canto determinado. Pasémos ahora al mecanismo que hace abrir y cerrar los estrangules.

Cada tubo corresponde á una planchita ó tablita llamada tecla. Estas tablitas están colocadas paralelamente como las de un clave ó forte piano; hay otras tantas palanquitas que pueden hacerlas levantar, sobre un eje colocado hácia la mitad ó un tercio de su largo. El cabo posterior de esta tecla comunica á la chapaleta del cañon que corresponde, y responde precisamente como el ÓRGANO ordinario (V. esta palabra); tocando una tecla se hace bascular, y la chapaleta se levanta. Por debajo de la tecla está fijado un clavito que cuando se encuentra algun obstáculo, empuja la palanquita y abre la entrada al viento en el tubo. La misma manecilla, que agita el fuelle, hace tambien girar ó dar vueltas al cilindro grande que llena el resto de la caja; la superficie de este cilindro está erizado de una multitud de pequeñas puntas; estas puntitas están clavadas perpendicularmente, y un poco salientes. Cuando en la rotacion del cilindro, una de estas puntas llega á encontrar la que está fijada debajo de una tecla, se levanta esta, abre la chapaleta correspondiente y hace oir un sonido.

Se concibe despues de esta exposicion, el mecanismo de los organillos y de los órganos de Berberia. El fabricante ha fijado los clavitos ó puntas cada una al lu

gar que conviene, porque si se hace que el cilindro dé vueltas, las puntitas de su superficie se presentan bajo las de las teclas y hacen oir la sucesion que determina un canto escogido. Cuando el sonido debe ser de alguna duracion, en lugar de poner al cilindro una simple puntita, se pone un puente en forma de arco, sobre el cual se sostiene la tecla durante un cierto tiempo, y la mantiene levantada; la chapaleta queda al mismo tiempo abierta, y el sonido correspondiente se prolonga.

Despues que el fabricante se ha procurado los tubos sonoros, cada uno al tono justo que conviene (V. soNIDO TEMPLADOR, CUERDA VIBRANTE), los fija en la caja en su lugar, sobre el secreto; las teclas, el fuelle, la manecilla, las chapaletas y el cilindro están asimismo establecidos en sus lugares; no queda mas que notar el cilindro, es decir, poner en su superficie las puntas, y Jos puentes cada uno al lugar que conviene, para que, cuando el cilindro dá vueltas, las teclas sean atacadas en su hilera, y hagan oir el canto propuesto.

El fabricante se procura la música y sus acompañamientos, y hace girar el cilindro dentro la caja; las puntas puestas debajo de las teclas rozan sobre el cilindro, y dejan una ligera traza. Estas trazas ó líneas forman una série de circunferencias paralelas, y sobre estas curbas es que deben estar fijados los clavitos y los puentes, cada uno en su lugar. Divide la base del cilindro en otras tantas partes iguales, como compases hay en el pedazo de música; paralelas al eje, y conducidas por estos puntos de division, parte la superficie en otras tantas bandas longitudinales. Si un compas está formado de un solo sonido, que lo llene todo, un do por ejem plo, sobre la circunferencia correspondiente al cañon que debe dar el do, fijará un puente que cubra el arco

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