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bre de garra de elavo; segun M. Guibourt son los pedúnculos rotos del clavo. Esta substancia tiene la forma de unas ramas pequeñas, de color parduzco con un gusto y olor bastante pronunciados; los destiladores la usan en lugar del clavo. R.

CLAVO DE HEBILLA. (Tecnológia). Es una parte de la chapa de una hebilla que tiene una ó muchas puntas de metal, con las cuales se prende á la corrca que pasa por ella, y sirve para fijarla en el punto que se desea. Como el mismo operario construye la chapa y el clavo, tratarémos de uno y otro en la palabra cHAPA.

L.

CLAVOS. (Artes mecánicas ). Pequeños pedazos de metal, ordinariamente de hierro ó de cobre, en los que en uno de sus cabos hay una cabeza, mientras que el otro lado está formado en punta. Sirven para reunir y ajustar juntas dos ó muchas piezas de madera, ó de metal contra madera. Se emplean considerables cantidades de ellos, y de diferente especie, en todas las construcciones, sea por su hechura ó por su dimension. Sus nombres se derivan del empleo que se les dá. De esta suerte se fabrican clavos para lanchas, para techos, para latas, para pizarras, para el caballo, para las carretas ó para calces, para zapatos, etc., para clavar ó herrar estos varios objetos; hay clavos para el tapicero, para el cajero; clavos sin cabeza, clavos de remache, , y clavos de tornillo. (V. para estos últimos el artículo TORNILLO DE MADERA.)

Seria supérfluo y muy largo de esplicar en este artí-` culo, la hechura y la dimension de cada uno de los clavos. Solamente manifestarémos que deben ser de un metal maleable y fuerte á la vez, á fin de aguantar el golpe de martillo dado sobre su cabeza en la direc

cion de la cola para introducirlos en la madera, sin doblarlos, y de poder doblarlos sin romperlos, cuando sale al otro lado la punta. Tambien es necesario que la punta no sea quebradiza, y se encuentre en el eje de la cola, debiendo ser esta misma cola de un grueso proporcionado á su longitud, y ligeramente piramidal. Se fabrican clavos de tres diferentes maneras, á saber:

1.o Clavos fraguados;

2.o Clavos recortados y labrados en frio;

3.o Clavos derretidos y echados en molde.

Vamos á dar una idea de cada una de estas fabricaciones.

Clavos fraguados. Los obradores de los claveteros están arreglados de un modo particular; el hogar de la fragua está colocado en medio aisladamente, á fin de que varios artífices, ordinariamente en número de cuatro ó cinco, colocados al rededor, puedan hacer calentar en él su hierro. La fragua está sin cesar alimentada por un fuelle que hace mover un aprendiz ó un perro enseñado á este trabajo, por medio de una rueda de tímpano, dentro la cual camina. Cada uno de los artífices está provisto de los instrumentos necesarios, que consisten: 1. En dos pequeñas bigornias, de las que la una es cuadrada para servir de yunque; y la otra de hechura prolongada, sobre las cuales fragua y alarga cada clavo; 2.0 Solamente en un martillo de cabeza; 3.o En un escoplo ó tranchete fijado en el tajo del yunque; 4.0 en muchas claveras acomoda á los clavos que fabrica. La clavera es un pedazo de hierro acerado, atravesado por el medio de un agujero, en donde, introduciéndose la cola del clavo, el clavetero remacha y forma la cabeza. La clavera está colocada horizontalmente en

tre las dos bigornias, las que le sirven de apoyo. Los clavos se fraguan con hierro vírgen ó en barreta de buena calidad. Cada artífice tiene siempre en el fuego muchas varillas mientras trabaja una. Dejando enalbar el hierro, fragua y solda desde luego la punta sobre la bigornia cuadrada, y alarga la cola sobre la bigornia transversal, corta al tranchete una suficiente longitud para hacer un clavo, sin separarlo enteramente de la varilla, de la cual se sirve para colocarlo en el agujero de la clavera; remacha la cabeza, teniendo cuidado en el intérvalo de los golpes de martillo de hacerlo recular de la clavera con la misma varilla, á fin de que estando concluido, no esté agarrado. Entónces de un golpe de varilla un poco mas fuerte que el anterior, desocupa la clavera para empezar inmediatamente otro clavo. Harémos conocer que la clavera debe tener un grueso ménos que la longitud del clavo, para que la punta de este traspase siempre un poco debajo.

Un clavo se hace en ménos tiempo del que hémos empleado en describir las operaciones sucesivas que exigen este trabajo. Un buen clavetero hace habitualmente uno y aun dos por calda, es decir, doce, quince y aun veinte por minuto, segun el número.

Se vé que la fabricacion de los clavos no admite la division del trabajo; el mismo artífice que lo empieza, lo concluye. Se venden á peso, y su precio aumenta en razon de su pequeñez.

Clavos recortados y labrados en frio. Colocámos en esta clase los clavos de alfiler hechos de hilos de hierro ó de cobre; los clavos cortados de plancha de hierro, en los cuales la cabeza se hace por medio de máquinas de compresion ó de percusion; los que se fabrican de cobre ó de zinc para el forro de los buques, etc.

Clavos de alfiler, que tambien se llaman puntas de París, de todos los números. El trabajo de estas clases de clavos se divide en tres, á saber: 1.o cortar los hilos metálicos en pedazos iguales de una longitud de cerca de 2 pies, y enderezarlos; 2.0 aguzar y cortar los clavos de longitud; 3.o formar la cabeza.

La primera operacion es tan sencilla que no tiene necesidad de esplicacion. Estándo cortados en pedazos iguales y enderezados, los de hilos metálicos sin ser recocidos, se colocan en cajas pequeñas y se llevan cerca del aguzador. Los instrumentos de éste consisten en una muela de cosa de 6 pulgadas de diámetro sobre 3 á 4 pulgadas de anchura. Es una birola montada sobre madera, en la que el circuito exterior ó superficie convenxa es trabajada y cortada en forma de lima, y la que rueda con una grande velocidad sobre su eje entre dos puntas por medio de un móvil cualquiera; mas, en una fuerte cizalla que hace mover á brazo, y tiene un regulador movible de una fuerte plancha de hierro, que se fija con tornillos paralelamente al filo del brazo infe rior de la cizalla, á la distancia que le conviene para cada longitud de los clavos..

El artífice aguzador tomando en sus dos manos un cierto número de cabos de hilo de hierro, presenta bajo un ángulo agudo las extremidades á la muela colocada delante de él; y apoyando ligeramente encima todo haciéndoles rodar sobre ellos mismos, en un instanle se forman todas las puntas á la vez. La limadura que ja muela desprende á lo léjos en figura de gavilla luminosa, la que, durante la noche, da una claridad muy viva. La mano del artífice con la cual sostiene los hilos de hierro, cerca de la muela, tiene un guante de piel para resguardarse de la quemadura.

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Habiendo hecho las puntas, reuniendo el mismo artifice los hilos en un manojo, los corta en la cizalla, teniendo cuidado que cada uno, al momento de cortar, toque al regulador, cuyo plan vertical se encuentra en frente.

Se entiende que el número de clavos aguzados y cortados de una vez es en proporcion del número del hilo de hierro, y que el artífice tiene tantos mas cuanto mas fino es.

Preparados asi los clavos, pasan en las manos de los artífices que forman la cabeza. A este efecto tienen estos artífices una especie de torno cerrando con rosca ó con una palanca, que hacen mover con uno de sus pies, en cuyo torno tomando sucesivamente cada clavo del costado de la cabeza, dejando encima del bocado una cantidad de hilo de hierro suficiente, forman la cabeza de un solo golpe de martillo, que hacen caer encima por medio del otro pié.

Algunos clavos de alfiler, particularmente aquellos que son destinados para herrar los zapatos, las botas, etc., tienen remachada la cabeza en forma de gota de sebo. Entónces la maza que cae encima debe tener un hueco y ser guiado en su caida de manera que no se separe de su direccion, á fin de que el eje de la cola corresponda ecsactamente al centro de la cabeza; de otro modo seria imposible de introducirlos derechos.

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Se sabe que el consumo de los clavos de alfiler es inmenso, y que su fabricacion central es en Morez en la Aigle.

Los clavos de alfiler en hilo de cobre, cuyo empleo no es de mucho tan considerable como los de hilo de hierro, se fabrican de la misma manera.

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