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Clavos recortados en la plancha de hierro, cuya cabeza se hace por medio de máquinas de compresion d de percusion. El elevado precio de los clavos fraguados, sobre todo de números finos, en los cuales ocasiona la fabricacion un grande desperdicio de materia, y ecsige una hechura dispendiosa, ha hecho idear que se sacaria mas partido trabajándolos en frio. Se debe á los Americanos de los Estados Unidos la primera idea, y son ellos mismos los que nos han traido los primeros medios, como tambien en Inglaterra. Para esto se inventó muchas máquinas; cilindro de estrias transversales y correspondientes, en las cuales se arreglaba de espacio en espacio huecos propios para formar las cabezas, pareció muy propio para este trabajo. Pero no se tardó en ver que las estrias, aunque las superficies de los cilindros fuesen de acero, se desarreglaban muy prontamente, y que las cabezas quedaban siempre mas gruesas que las de los clavos fraguados. No podian pues convenir sino á ciertos usos muy limitados; despues estaban muy lejos de presenta la economía que se habia buscado.

No haremos mencion en este artículo de otros ensayos infructuosos que se han probado: dirémos en seguida que la experiencia ha hecho conocer que el mejor medio de fabricar los clavos en frio, es el cortarlos de la plancha de hierro tirada de un grueso conveniente, y de arreglar las cabezas de los que deban tener de la misma manera que los clavos de alfiler que se ha indicado.

Aunque los calzados corioclavos no hayan tenido sino un éxito de estima y efímera, no es menos verdad que debémos á esta tentativa la última perfeccion de la fabricacion de los clavos recorta los. M. Brunel en

Londres, habiendo tomado una considerable empresa de zapatos de esta especie para el ejército Inglés, inventó máquinas estremamente ingeniosas para ejecutar todas las partes de este trabajo, particularmente por la cortadura de las puntas con las cuales se clavaban. Los fabricantes de clavos han adoptado estas últimas, y aun hoy dia se sirven de ellas.

Para fabricar estos clavos se emplea, como queda dicho, plancha de hierro dulce, teniendo el grueso conveniente; se corta desde luego en las CIZALLAS CIRCULARES (V. esta palabra) por tiras paralelas de una anchura igual á la longitud que deben tener los clavos. Se tiene cuidado que esta cortadura tenga lugar en una direccion tal que la flexibilidad del hierro se encuentre en el sentido transversal de estas tiras. Estando estas cortadas á su vez en pequeñas pirámides, ó por mejor decir, en pequeñas puntas, las que alternativamente tienen sus cabezas de uno y otro costado, forman los elementos de los clavos.

Esta segunda cortadura se ejecuta de muchas maneras, sea por sacabocados de volante, sea por máquinas de movimiento de rotacion contínua. En todos los casos debe practicarse de tal manera, que cada pequeño pedazo desprendido en forma de punta, quede derecho; lo que se adquiere haciendo obrar el hilo del cortador paralelamente al plomo de la tira de la plancha de hierro, y no bajo un ángulo y sucesivamente, como en las cizallas ordinarias.

El sacabocado de volante desprende primeramente un pequeño rectángulo, el cual estando en seguida y del mismo golpe cortado diagonalmente, dá dos clavos á la vez; pero este trabajo se le ha considerado por muy lento; se valen con preferencia de las máqui

nas de movimiento de rotacion contínua, que anima un volante. Ecsisten de muchas clases. Si no se hubiese llegado en la necesidad de hacer corresponder la flexibilidad del hierro con la longitud de los clavos, la segunda recortadura no hubiera presentado ninguna dificultad; porque dando á las primeras tiras una forma circular, pudiéndose todas las cabezas de los clavos encontrarse entónces del lado de la circunferencia mas grande, habria podido ejecutarse la recortadura sin la menor interrupcion por una rueda ó un cilindro provisto de cortantes que los habrian sucesivamente desprendido de la tira circular en la direccion del rádio; pero la obligacion en que se está de conservar la flexibilidad del hierro en la direccion de las colas de los clavos, ha obligado encontrar el medio de cortar sucesivamente la tira derecha, siguiendo las direcciones alternativamente oblicuas. Dos medios, que parecen igualmente eficaces, han sido inventados para esto; el primero es un recortador de la misma suerte que aquel que hémos indicado para recortar los clavos en el caso que las tiras tubiesen una forma circular; pero con la adicion de un mecanismo, el cual, en cada recortadura, lleva la tira de la plancha de hierro tan pronto á la derecha y tan pronto á la izquierda, sobre un ángulo que ajusta en la punta de los clavos que se fabrican. Este movimiento lateral es producido por dos ruedas dentelladas sobre el costado, como el manguito de un torno de labrar. Están montadas sobre un eje del cilindro que tiene los cortantes, con las cuales sus dientes tienen una correspondencia propia para producir los cambios necesarios al instante que se quiera. La tira de la plancha de hierro durante este tiempo es

impelida contra el cilindro recortador en el sentido de su longitud, por un contrapeso que la hace apoyar fuertemente.

La segunda especie de máquina se compone de dos fuertes moletas de un grueso igual à la longitud de los clavos, y en las cuales el ruedo ó superficie está cortado de manera que se puede servir recíprocamente del sacabocado. Esta última máquina no se emplea sino para la fabricacion de clavos muy pequeños. Las cabezas de los clavos recortados se hacen como las de los de alfiler, ajustando sucesivamente cada clavo en el torno y dejando caer encima un martillo cuyo peso sea tal, que pueda formarla de un solo golpe. Esta es la parte del trabajo que los fabricantes de estas clases de clavos debian procurar á perfeccionar→ la. Se quejan no de la forma de las cabezas, pero si de la facilidad con que se desprenden de sus colas.

Habiendo concluido el trabajo de estos clavos, se les pone durante algunas horas dentro de los toneles de pulir, con arena gruesa ó asperon triplicado, à fin de embotar un poco las asperezas mas salientes que ha ocasionado la recortadura; pero se guardan bien de hacerlas desaparecer enteramente: es una de las causas que les hace mantener muy fuertemente en la madera. Experimentos hechos comparativamente con los clavos fraguados y del mismo número, los que han sido consignados en el Boletin de la Sociedad de Fomento del mes de noviembre de 1820, han probado que es necesario un esfuerzo de una quinta parte mas para arrancarlos de la madera en donde han sido cla

vados. Se pueden pues preferir en muchas circunstancias á los clavos fraguades. No hay sino en el caso que la punta debe ser doblada, que no se puede ha

cer uso de ellos, porque no es bastante afilada para

esto.

Muchas fábricas de clavos recortados se han establecido en Francia, pero la mas considerable de todas es la que M. Lemir ha plantado en sus fraguas de Claireveault-les-Veaux-d'Ain, departamento de Jura. Todos los hierros que laborea son compuestos para clavos, y en 1822 su cantidad subia á trescientos mil quintales. Sabemos que desde entonces se ha aumentado aun mucho mas su fabricacion anual.

Clavos de cobrepara el forro de los buques. Se fabrican de igual manera que los precedentes. Tambien se fabrican de zinc, que su moderado precio ha hecho adoptar para el mismo uso; pero este metal, mas blando que el cobre, tiene necesidad de ser fraguado para poder penetrar en la madera.

Clavos derretidos. Los Ingleses han fabricado y fabrican aun clavos, hasta de números muy finos, de fundicion de hierro.

Los modelos establecidos de cobre son estremadamente agrupados, y colados en moldes de arena: el jito mayor reina de lo alto al bajo del marco de fundicion, el cual tiene 18 pulgadas cuadradas; de este jito salen á derecha é izquierda encrucijadas que han formado los clavos, en los cuales las cabezas están en alto y las puntas en bajo. Retirados del molde, estos clavos son muy quebradizos: los niños, provistos de una varilla de hierro, los desprenden de su jito y los llevan al horno para recocerlos, en donde se vuelven maleables. (V. el artículo FUNDICION DE HIERRO.) Puestos en los toneles para pulirlos, se dejan alli hasta que estén perfectamente limpios. Pasando luego en segunda agua, 10 partes de agua por una

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