agradables y comparaciones que los filósofos y poetas no dejan escapar. La clepsidra de Ctesibius ofrece un ingenioso ejemplo. No se puede rehusar á una secreta y dulce melancolía, viendo escaparse el agua en forma de lágrimas, de los ojos de una figura que parece pagar este tributo de sentimiento en los instantes que se escapan. Esta agua se vuelve en un depósito vertical, en do de eleva otra figura que flota en él, teniendo una varilla por medio de la cual, y de su ascencion gradual, indica las horas sobre una columna, El mismo flúido sirve en seguida de móvil, en el interior del pedestal, á un mecanismo, el cual hace experimentar á la columna una revolucion al rededor de su eje en un año de tal manera que el mes y el dia en que se está, se encuentra siempre bajo del índice, en cuya extremidad recorre una vertical convenientemente dividida.

: FR.:{ CLIN 6 CRIN. (Tecnológia.) Se distinguen dos es pecies de clines, uno que es derecho y tal como sale de encima del animal, y otro que se llama clin encrespado, es decir, que ha sido hilado como una cuerda, y que en seguida se le ha hervido para rizarlo.

El clin llano sirve á los guitarreros para vestir los arcos de los instrumentos de música, Sirve, tambien para los botoneros, del que hacen primorosos botones. Los fabricantes de cuerdas hacen tambien algu· nas veces unos ramalęs p para los caballos y unas cuerdas para estender la ropa.

Se hace tambien del clin unos excelentes tejidos para cubrir los muebles, de los que hallarémos mas adelante.

El clin encrespado sirve à los tapiceros para vestir unos colchones ó cajones, sillas poltronas, sillones, si. llas, etc. á los guarnicioneros para rellenar los bastos

de los caballos y de los machos, y las silletas de los caballos de silla y de carro, lo que es preferible á la borra.

Independientemente del empleo del clin para los usos que hémos indicado, desde mucho tiempo servia esta substancia para hacer unos tejidos claros como la gasa, los que se empleaban y se emplean siempre para hacer los cedazos. En Francia hay muchas manufacturas de este género; pero una industria totalmente nueva tuvo orígen en dicho reino, hace ya cerca de veinte y cinco años, por los cuidados del difunto M. Bardel. Este ingenioso artisla que las artes industriales echarán á ménos largo tiempo, trajo de Inglaterra esta clase de fabricacion, y le dió toda la extension susceptible.

Estos tejidos, destinados para los muebles, se conservan largo tiempo, y tienen la ventaja de ser muy económicos. Al principio se habia creido que estos tejidos cruzados no eran útiles mas que para pequeños trazados, tales como para las pequeñas cuadrillas, ó para cuadrados en quincunce. En estos únicos adornos se empleaban las primeras telas de esta naturaleza. En la actualidad se ha introducido, en el tejido, los grandes trazados adamascados de ramilletes, etc. Se han establecido muchas otras manufacturas; sus productos rivalizan con los del estranjero, de manera que los que traen de Inglaterra no pueden compararse con los de nuestras manufacturas. En el dia estámos seguros, que sosteniendo la reputacion que ellos han adquirido, nuestras fábricas están en estado de proveer á todas las demandas ó pedidos que puedan hacer la Francia y demas estranjeros.

Este género de industria es nuevo; de grande importancia y casi desconocido. Todos estos motivos re

unidos nos imponen la obligacion de entrar en algunos pormenores sacados de la memoria interesante del difunto M. Bardel.

Tintura de clin. Cuarenta libras de clin de cola, largo de cerca 26 pulgadas, se empapa en agua de cal durante doce horas.

Se hace hervir 20 libras de polvo campeche. Este baño debe hervir muchísimo durante tres horas; pasado este tiempo se retira el fuego de debajo la caldera, y en seguida se le añade diez onzas de vitriolo marcial (el acetato de hierro es infinitamente preferible), que se le remueve; se hecha en él el clin que se ha tenido cuidado de lavar al sacarlo de la cal. Para que la operacion quede enteramente concluida, se deja el clin en el baño de la tintura veinte y cuatro horas contínuas.

Telares para fabricar el tejido. Estos telares no se diferencian mas que por el tempial y la lanzadera, de los telares ordinarios que se emplean para los tejidos de seda ó de algodon. En los telares ordinarios no hacen uso sino de un, tempial en este se sirven de dos tempiales de hierro, los que están fijados en los anchos laterales del telar, cerca de las orillas del tejido.

Estos tempiales, uno de los cuales está representado en la fig. 1 lám. 69, están construidos en forma de alicates llanos; las quijadas C, C, están armadas de dientes en lo interior. Un tornillo D ajusta las quijadas y no permite que los alicates pasen mas adelante. Sobre la anchura lateral del telar que se vé en corte en I, está fijada una clavija de tornillo, la que sostiene una tuerca F que la remata, en la cual entra una barra de hierro de tornillo E, quien tiene, en una de sus extremidades, un manubrio BL: otro extremo del tornilo E está ajustado con una 1odela y un clavito sobre

el detrás de los alicates al punto H, de manera que volviendo el manubrio á derecha ó á izquierda se atrae ó se repele el repulgo y el tejido á voluntad.

Composicion del tejido. La cadena es de hilo negro, el cual tiene 2-48 6 96 vueltas.

La trama es de clin, y se sirven de una larga lanzadera de gancho, representada en la lám. 69 fig. 2. La longitud de esta lanzadera AA, es de cerca tres pies; tiene seis lineas de ancho y dos líneas de grueso, y es de boj. La broca B es de acero bruñido, y sobre ella corren las tramas de clin.

El tejedor pasa esta lanzadera, de una mano á otra, entre los hilos de la trama, cuando el paso está libre: un muchacho está colocado en uno de los lados del telir, y presenta una hebra de clin al trabajador cerca de la orilla de su costado: el artífice la toma en el gancho de la lanzadera, y tirándola en el sentido de la anchura, hace pasar la hebra de clin en el tejido.

El clin está colocado en paquetes al lado del telar en que está el muchacho, en una caja de la longitud del clin, dentro la cual se tiene agua para tenerlo moado; lo que facilita al clin la flexibilidad necesaria pajra unirse bien en el tejido.

Cada vez que se ha pasado en el lienzo una hebra de clin, el tejedor dá dos golpes con el varal.

La cadena, estendida bien sobre el telar, está arreglada ó acomodada con dos cepillos, como los que se sirven para las telas; el adarezo se hace con almidon.

Cuando una longitud de cadena está seca de su aderezo, el artífice pasa en ella otro cepillo suave, frotado en una piedra de plombagina. Este método hace correr libremente el peine y hace entrar la trama en el tejido. Estas perfecciones no se han puesto en uso por los

ingleses, las que inventó el difunto M. Bardel.

Estando fabricando el tejido, se le dá lustre por medio de un castillejo ó cilindro, compuesto de un cilindro de papel, y otro de hierro hueco. En este último se introduce unas clavijas de hierro calentadas has¬ ta rojo, y se pasa la tela entre los dos rollos en una fuerte presion, observando de dirigir el tejido de manera que las orillas estén mantenidas derechas, á fin de que las tramas queden paralelas.

Para la operacion del lustre se podria tambien servirse de la prensa ó de la calandria; pero el cilindro facilita un lustre mas brillante, y lo vuelve mas expedito.

L.

CLISAGE. (Artes mecánicas.) Tirar una impresion sin molde sobre metal fundido y estendido metiendo una página, una plancha entera, ú otra matriz cualquiera, compuestas de caractéres movibles ó estereotipios, esto es lo que se llama clisage.

Se entiende que para que las letras de las planchas clisadas ó estereotipadas estén en relieve, es necesario que los caractéres movibles que sirven para formar la composicion, sean grabados en hueco; ó bien, si se quisiese hacer uso de los caractéres ordinarios de la imprenta, entonces se estaria obligado colar formas sobre las impresiones para tener las letras en relieve; y como en este caso se puede tirar un número indeterminado de planchas, se dá el nombre de politipage á esta segunda operacion del clisage.

La estereotipia es un nuevo arte que se mira con razon, como haciendo retrogradar la imprenta hácia su infancia, y como destruyendo lo maravilloso de este arte, por la movilidal de los caractéres; pero no puede disimularse, que es un método tan pronto como eco