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nómico el de multiplicar las planchas de la imprenta y de tirar muy rápidamente un número grande de ejemplares de una obra cualquiera. Valiéndose de esta operacion fué como al principio que se inventó este arte, que fué hacia el año 1796, se multiplicó hasta lo infinito las ediciones estereotípias de las principales obras de nuestra literatura, que se libraba hasta 12, 15 y 20 sueldos el volúmen, y en que la lectura es tan cansada para la vista. En el dia no se emplean estas planchas estereotipias sino para las obras de asegurada impresion y que no deben sufrir variacion alguna en la compo, sicion, como la Biblia, el Evangelio, etc.

La operacion del clisage es muy sencilla; la composicion ó matriz de que se quiere tener la impresion, se fija, las letras abajo, sobre el cabo inferior de una barra vertical de hierro ó de cobre, sujeta á moverse libremente en el sentido de su longitud entre las almohadillas que le sirven de guias. Esta barra tiene en lo alto una bola metálica de un peso proporcionado á la superficie de la plancha de clisar. Un fiador sostiene este aparato elevado de cerca de un pié encima de un tajo de madera, que le sirve al mismo tiempo de base y de yunque. Dos puertas de plancha de hierro batido medio cilíndrico exactamente cerradas, rodean el aparato, dejando interiormente una capacidad suficiente, á fin de que el movimiento de la matriz no pueda de ninguna manera ser incomodado.

Por esta disposicion, se ve que para proceder al clisage es menester: 19 abrir las puertas que cercan el aparato 2o levantar á este asegurándolo de modo que esté bien sujeto en esta posicion por el fiador; 3o colocar sobre el tajo, inmediatamente debajo de la matriz, el metal derretido estendido sobre una super

ficie á lo menos igual en estension á la de la composicion. Este metal, que es el mismo que el que se emplea para amoldar los caractéres de imprenta, está contenido en una cápsula de plancha de hierro batido, ó de carton, en la que los costados son levantados; entonces este metal no tiene sino un grado de calor, capaz de guardarlo en estado líquido. Al instante que se observa que va á perder su liquidez y que empieza á volverse pastoso, se cierra prontamente las puertas, las cuales haciendo soltar á su vez el fiador cae la matriz sobre el metal con todo su peso y el de la bola superior, y forma el clisado, el cual es tanto mas correcto cuanto mas se haya escogido mejor el grado de calor conveniente al metal para esta operacion; porque es fácil de concebir que muy caliente, y por consiguiente demasiado líquido, no presentaria resistencia alguna á la viva impresion de la matriz; y demasiado duro no podria formar mas la impresion.

Existe una historia de la Estereotipia por Camus, en la cual se halla descrita una máquina para clisar construida por Grasal.

El tomo cuarto del Boletin de la Sociedad de fomento, pág. 203, contiene una memoria de M. de Arcet sobre el método de obtener clisados con moldes de , de azufre y de lacre.

yeso,

Uno llamado Stranbartz ha probado emplear clisados metálicos para la impresion de los lienzos, pero no parece que haya obtenido el menor éxito.

El arte del clisage nos ha dado las últimas perfecciones en la fundicion de los caractéres de imprenta. Se ha visto en la fundicion de los caractéres ordinarios, que para formar el hueco de las letras de una manera exacta, es necesario, que al momento que se

vierte el metal en el molde, de levantarlo rápidamente. Este movimiento opera una especie de clisage haciendo entrar con mas violencia, el metal á un líquido en el fondo del molde, en donde se encuentra grabado el hueco de la letra.

La ingeniosa máquina de MM. Didot para introducir á la vez un gran número de letras, opera tambien por una especie de clisage ó de fuerte presion, cual obrando sobre el metal derretido, variado desde luego en un depósito particular, le obliga meterse dentro los huecos, en donde se amoldan exáctamente cada carácter. (V. FUNDIDOR DE CARACTÉRES.)

E. M.

CLORATOS. Se dá el nombre de cloratos á unas especies de sales que resultan de la combinacion del ácico clórico con las bases salificables. Berthollet hizo conocer las principales especies en 1788, y las distinguió bajo el nombre de muriatos oxigenados, porque el cloro, considerado entónces como un cuerpo compuesto de ácido muriático y de oxígeno se llamaba ácido muriático oxigenado, y se creia que este ácido se combinaba directamente con las bases. Mas tarde se observó que estas sales contenian mas oxígeno que el que se habia supuesto á la simple composicion del ácido muriático oxigenado con las bases, y se les llamó muriatos sobreoxigenados. Parecia tanto mas fundado en admitir esta denominacion, que se había observado, que todas las veces que se combinaba el ácido muriático oxigenado con una base, se obtenia al mismo tiempo una grande proporcion de muriato simple, lo que inclinaba á creer, despues de la teórica admitida, que en esta reaccion, parte del ácido muriático oxigenado se sobreoxigenaba á expensas del otro, y que resultaba todo á la vez dos especies de sales con esta misma base, un muriato sim

ple y un muriato sobre oxigenado. Ahora que se admite, con Davy, que este pretendido ácido muriático oxigenado no es otro que el radical del ácido muriático, es decir un simple cuerpo, ha sido necesario, para poner este dato principal en armonía con los hechos, adoptar otras explicaciones, y se supone que este radical llamado actualmente cloro, es susceptible de formar dos ácidos diferentes, segun se combine con el oxígeno ó con el hidrógeno con el primero constituiria el ácido clórico del cual aqui se trata, y con el otro el ácido hidroclórico ó ácido muriático de los antiguos; de tal suerte, que cuando el cloro obra sobre una solucion alcalina, Jos dos ácidos se forman simultáneamente, á expensas de los elementos de una parte del agua de la solucion, y se produce todo á la vez un clorato y un hidroclorato. Igualmente podria admitirse, con algunos autores, que la oxigenacion de la parte del cloro que pasa al estado de ácido clórico, se hace á expensas de una porcion del óxido alcalino, y se forma al mismo tiempo un clorúro por la reunion de los dos radicales, y un clorato por la combinacion del óxido no descompuesto con el ácido clórico producido. Sea como fuere, los cloratos de que nos vámos á ocupar en este artículo, son aun bastante desconocidos, bien que han sido sucesivamente observados por Berthollet, Chenevix, Gay-Lussac y Vauquelin. Todo lo que se sabe de mas general acerca de ellos, es que la grande movilidad de los principios que constituyen su ácido, los hacen de una fácil descomposicion; y como el cloro tiene ademas una grande tendencia en combinarse con los radicales de las bases salificables, se sigue que en una infinidad de circunstancias, los cloratos se descomponen de manera que suministra todo á la vez, el oxígeno de la base, y el del óxido, y

á formar un cloruro; de lo que proviene que, cuando se les hace obrar en cierta temperatura sobre la mayor parte de los cuerpos combustibles, determinan la combustion instantánea, y pueden producir violentas detonaciones. Asi es que se podrian substituir con ventaja, al salitre en la composicion de la pólvora, si su accion demasiado enérgica no los volvia casi impalpables. La explosion de la fábrica de pólvora de Essonnes, y tantos accidentes funestos que han ocasionado, son pruebas irrecusables.

Entre las numerosas especies que constituyen este género, solamente una merece fijar nuestra atencion; es aquella que ha sido el objeto de algunas preparaciones en grande, y la que se emplea para la fabricacion de las pajuelas oxigenadas y de los cebos; hablo del clorato de potasa: su preparacion es muy sencilla; esta es la operacion. Se coloca en un grande hornillo de galera ( V. fig. 1 lám. 66) un cierto número de bombas de asperon que contiene peróxido de magnesia en polvo grosero, despues se aplica al cuello de cada una de ellas un tubo en S y otro tubo de doble corbadura paralela, para poner la bomba en comunicacion con un frasco de Woulf. En el primer frasco se añade agua de manera solamente para igualar la extremidad del tubo, á fin de que pueda percibirse el pase del gas; en seguida se adapta en el segundo vaso del frasco un tubo derecho de seguridad, el cual entra igualmente en el agua algunas líneas; del tercer vaso sale un grande tubo de comunicacion, en el cual los dos brazos paralelos son muy desiguales en longitud; el mas corto se coloca al vaso del frasco, y no debe llegar hasta el líquido, mientras que el otro entra en una solucion de sub-carbonato de potasa, contenida ordinariamente en un botijon de vi

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