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uso; pero desde esta época, M. Gay-Lussac, quien se ha ocupado mucho de esta importante cuestion, nos ha hecho conocer un método mas exacto para calificar las combinaciones del cloro; nos apresurarémos á describirlas en este artículo, y creémos prestar un grande servicio á los consumidores y á los fabricantes, facilitando á unos una guia cierta, tanto para el empleo de sus combinaciones como para su compra, y á los otros un medio de fijar su precio de venta sobre el valor real del producto. Muchas veces he tenido ocasion de probar los clorúros de cal que habian sido entregados al comercio en un estado grande de imperfeccion, y que contenian un enorme exceso de cal. Se debe pues, bajo de este supuesto, agradacer á M. Gay-Lussac por haberse ocupado de una cuestion que tanto interesa á la industria. Cada dia se hace mas grande uso de los cloruros, y este nuevo método de prueba no contribuirá poco á su propagacion, pues que presenta á los consumidores un medio cierto de obtener siempre resultados idénticos.

La cantidad del cloro en combinacion con el agua ó con una base, puede ser graduado por muchas operaciones; pero la operacion que se emplea mas generalmente se funda sobre la propiedad que posee de destruir los colores; y entre las materias colorantes se ha dado la preferencia á la de añil, como lo hémos indicado anteriormente en el artículo ya citado. Desgraciadamente, cuando las circunstancias en las cua. les se practican estas especies de pruebas no son absolutamente las mismas, se llega casi siempre á diferentes resultados; asi es que, vertiendo la solucion clórica en la solucion de añil, habria mucha ménos materia colorante destruida que si se seguia el método

inverso; la descoloracion varía tambien segun el tiempo que se emplea para efectuarla. Cuanto mas tiempo se emplea por ejemplo, en verter el añil dentro la disolucion de cloro ó de clorúro, ménos descoloracion resulta, y recípfocamente. La experiencia ha demostrado, como lo he dicho en otra parte, que el método de obtener mejor los resultados comparables es el de verter rápidamente en el clorúro toda la cantidad de la disolucion de añil que se presuma poder ser descolorida; pero ántes se debe buscar por una prueba aproximativa, cual es la cantidad de disolucion de añil que el cloro puede descolorar; y es necesario que esta prueba se haga tan rápidamente como sea posible, sin pasar mas allá del punto de la saturacion. Habiendo adquirido este primer resultado, se vierte precipitadamente la una dentro la otra las mismas proporciones de disolucion, y se añade de gota en gota la cantidad de añil necesaria para concluir la

saturacion.

Se concibe que si el añil es constantemente el mismo, la cantidad que se empleará en cada prueba, hará siempre conocer la calidad del clorúro; pero como su pureza es tan variable, se sigue de ello que los resultados no serán comparables. Para evitar este inconveniente M. Gay-Lussac ha admitido con M. Welter, tomar por unidad de fuerza del cloro, un litro de este gas medido en la presion ordinaria de 76 centímetros de mercurio, y en la temperatura del hielo en derretimiento. Disolviendo en seguida este volúmen de gas en una cantidad determinada de agua, sirve para calificar la disolucion del añil; de esta suerte, se toma un añil cualquiera, se extiende su disolucion de manera que diez volúmenes sean destruidos por un solo

volúmen de solucion de cloro. Cada volúmen de añil destruido se llama grado; en seguida se le divide en cinco partes, de suerte que la calificacion real del cloro es de un quincuagésimo, la que es suficiente. Se ha tomado para base de las pruebas un cloruro de cal tan saturada como sea posible y perfectamente puro; se disuelve dentro una cantidad de agua de tal modo que la disolucion contenga su volúmen de cloro, y el cálculo demuestra que se llena exactamente esta condicion disolviendo 4°,938 de cloruro en medio litro de agua. Esta disolucion, que sirve de ejemplar, dá 10° por cada prueba, es decir que cada volúmen destruye diez de añil. Es claro, despues de esto, que cuanto mas el cloro será saturado, y se acercará mas de este máximum, se tendrá la calificacion real del clorúro, por el número de grados hallados en la prueba. Se puede, para facilitar mas el calcularlos, dividir cada grado en diez partes, y reducir los quintos de grado en décimos; por este medio resultará inmediatamente la calidad del clorúro en centésimos.

Hay que observar, que en general, se alcanza una mas grande exactitud con una disolucion débil de cloro ó de clorúro, señalando por ejemplo, de 4 á 5o, que con una disolucion muy concentrada; por consiguiente, si despues de una prueba preliminar, la calificacion pasaba mucho de 10°, se añadirá un volúmen de agua proporcionado, y se hará en seguida la prueba del modo que queda indicado. Si este volúmen de agua añadido es doble, se triplicaria en seguida el número de grados hallados para tener la verdadera glarificacion del cloruro.

Cuando el clorúro está calificado, es fácil de obtener una disolucion de una fuerza determinada; y para dar

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de ella un ejemplo, supongámos que esta calificacion sea de 6,7, y que se quiera una disolucion en 95 litros de agua que señala 2o, 5. Supuesto que la disolucion calificada contiene 4, 930 por medio litro, se puede sin cometer un error sensible, admitir para 100 litros un kilógramo. De esta suerte para conocer la cantidad de cloruro para disolver, se establecerá la proporcion siguiente:

100×6°, 7 : 95 x 2°, 5::1000 :x=0k,35%.

Se deberá pues tomar 354 gr, 92 de cloro para satisfacer á la cuestion propuesta.

Estas generalidades quedando establecidas, nos falta tratar de la parte puramente práctica, y principiarémos por la descripcion de los instrumentos que M. Gay-Lussac emplea para este género de prueba.

(Lám. 66 fig. A) Una campana de pié conteniendo medio litro hasta la línea circular, terminada por dos flechas. Se debe tomar el borde inferior y no el superior que se ha indicado por una línea puntuada. Para valuar bien la posicion del extremo inferior, se tiende la vista en el plano horizontal formado por la superficie del agua; y para tener el medio litro, es necesario que coincida con la extremidad de las dos pequeñas flechas. Se debe tener cuidado de colocar la campana sobre una mesa bien horizontal.

B, pequeño agitador terminado por un boton para volver la disolucion del clorúro y hacerla bien homogénea. Se toma el agitador por la extremidad opuesta al boton, se le eleva y se le sumerge alternatiyamente, volviéndolo siempre y sin hacerlo salir del líquido.

C, medida pequeña para tomar la disolucion del clo

rúro: para llenarla se sumerge dentro de la disolucion hasta la línea circular; cuando está llena, se pone el índice sobre su extremidad superior, se saca del líquido, y se apoya su extremidad inferior sobre el extremo de la campana, como uno lo vé en D, ó contra el dedo. Sirviéndose convenientemente de la presion, baja el líquido muy lentamente; y cuando la parte baja de la curva cóncava que lo termina se halla en el plano de la pequeña línea circular, se para al instante la evacuacion, apoyando el índice, y se levanta la medida para verterla en el vaso, en donde debe hacerse la prueba. Se facilita una evacuacion muy lenta del líquido entre los dedos, dando al tronco un lijero movimiento circular.

E, vinagera conteniendo la disolucion de añil. Cada grande division numerada es igual á la capacidad de la pequeña cubita con la cual se ha medido el clorúro, y forma un grado, el que se divide en 5 partes; de manera que inmediatamente se puede calcular la clasificacion del clorúro en cincuentésimos, ó en centésimos, doblando los quintos. Se llena la cubita hasta el grado 0; y si se pasaba, se haria escorrer lo sobrante por el pico, quien, para mas facilidad, debe ser bañado ligeramente de cera ó de sebo.

F, tubo graduado de la misma manera que la cubita, pero en sentido contrario. Está destinado para contener la disolucion de añil que se debe verter precipitadamente dentro del clorúro. Para obtener el volúmen de la disolucion de añil que se desea, se le completa por medio del tubo ó cubita deslorada G, sumergiéndolo mas ó ménos dentro el líquido, y apretando con el índice sobre la extremidad superior; se quita lo sobrante de la disolucion, ó se añade lo que falta, to

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