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uno de otro, estendiendo bien las raices, y cubriendolas de tierra. El seto se cuida despues, como el que proviene de serventera.

Es bueno componer los cercados de muchas especies de arbustos, porque el terreno se cansa pronto de alimentar siempre la misma planta, (V. DIVISION De terRENOS) y deja vacíos que permiten la entrada, lo que principalmente debe impedir el seto. Conviene tambien dejar crecer en él de trecho en trecho árboles grandes, que al paso que sostienen, dan un producto asegurado. M. Bose, encarga como medio de preservar los setos jóvenes, el sembrar en ellos dos líneas de cáñamo, cuyos ramos guarecen á los retoños de los ganados. FR.

CERCO. El cerero dá este nombre á un aro guarnecido en toda su circunferencia de unos ganchitos ó cordones, de distancia en distancia, en los cuales cuelga las velas, sea enganchándolas ó atándolas á los cordones ; lo que no se hace sino para las velas de mesa que no están todavia cubiertas, es decir sobre las cuales no se ha echado todavía la última capa. (V. CERERO.) L.

CEREALES (Agricultura). Nombre que se dá á todas las gramineas cultivadas para coger las simientes, tales como el trigo, el CENTENO, la AVENA, la CEBADA en verde y la Espelta. (V. estas palabras. ) FR.'

CERERO (Tecnológia). Se dá el nombre de cerero al que trabaja la cera para fabricar cirios ó velas. El cerero prepara la cera, la purifica y la blanquea; las operaciones que esta manipulacion necesita están ya descritas en la palabra CERA; en este artículo solo hablarémos de la fabricacion de las bugias, y de los cirios.

Se distinguen dos suertes de bugías, la bugía tirada, llamada vulgarmente cerilla, y la de mesa. La bugía tirada es una velilla que ordinariamente se suele llevar

encima, para alumbrarse al subir ó bajar una escalera, ó para encenderla dentro de una linterna pequeña de faltriquera. Se llama tirada, porque al fabricarla se devana en un torno de un modo análogo al procedimien+ to que emplean en las fábricas para tirar los metales en hilo.

La bugía de mesa es de dos clases: bugia colada d amoldada y bugía á la cuchara. Los cirios se fabrican tambien con cuchara.

La bugía tirada era en otro tiempo una de las obras mas difíciles del cerero, á causa de la igualdad perfec ta que debe tener la mecha en todo su largo. Cuando hilaban el algodon con la mano, era imposible obtener un hilado igual, y era preciso un cuidado contínuo para que todos los hilos que debian componer la mecha fuesen juntos de un mismo grandor y de una misma fuerza, Era necesario para alcanzarlo colocar un hilo gordo al lado de uno delgado, á fin de que la debilidad del uno, fuese exactamente reparada por la fuerza del otro este trabajo era muy penible y no siempre salia bien. Desde que se ha llegado á hilar el algodon con máquina con una grande regularidad, no existe esta dificultad.:

Como la bugia tirada puede ser de un largo indeter minado, se toman otras tantas madejas como hilos se quiere poner en la mecha; este número de hilos varia segun el grueso que se quiere dar á la vela. Se ponen las madejas cada una en su devanadera, y se devanan todas juntas en una canilla. Cuando un hilo se rompe se juntan los dos cabos y se hace un nudo de tejedor, que es el que ménos abulta.

Terminada esta operacion, se pasa á la de tirar la bugía ó cerilla. Para esto el cerero se sirve de un instrumento (lám. 66 fig. 6) que llama torno, y que está

TOMO VIII

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compuesto 1o de dos cilindros ó tambores A B montados sobre un pié de madera bastante pesado, á fin de que no se menee durante el trabajo. Cada tambor tiene en su eje, una manecilla; 20 entre los dos tambores y á igual distancia de ambos, está colocada una mesa grande C, que se llama silla, cuyo sobre es un vaso D de cobre estañado, en medio del cual está la cera en una cavidad que sirve de caldera. Este vaso se llama perol; se vé su plan (fig. 7) y el corte por el medio de su largo (fig. 8). Al medio de esta última figura, se vé un gancho H colocado al fondo del perol, por debajo del cual pasa constantemente la mecha, á fin de que siempre esté metida en la cera, y que ésta siempre la cubra. Debajo del perol se mete un escalfador E, lleno de brasa en cantidad suficiente para tener la cera en fusion, pero no demasiado fuerte que se la haga tomar un tinte rojo; 3o una hilera F, circular, cuyo plan se vé (fig. 9), la cual tiene unos agujeros que van siempre en aumentacion gradual de diámetro. Esta hilera está colocada entre las planchas G, G, que le impiden el moverse ni hácia adelante ni hácia atrás. Todo esto ya hecho y preparado, el obrero toma el cabo de la mecha, lo empapa de céra unas 5 ó 6 pulgadas, y la pega asi mojada sobre uno de los tambores A por ejemplo, en el cual arrolla toda la mecha; pasa en seguida el otro cabo por el agujero mas pequeño de la hilera, en el cual entra con facilidad, pone la hilera entre las espigas G, G, del perol, , por el lado del tambor B, de manera que el agujero esté abajo; engancha la mecha bajo el gancho Hy y la tira con la mano hasta que pueda alcanzar á lo ménos la parte superior de este tambor. Como la cera está todavia blanda, la pega sobre este tambor y mantiene hasta que le ha hecho dar poco mas ó ménos una vuelta

con la manecilla. En seguida la vuelve lentamente, para dar tiempo que la cera se cuaje, y conserva siempre la cera en el fondo del perol á una altura tal que el gancho no esté jamas á descubierto.

Cuando ha transportado toda la mecha sobre el tam. bor B cambia la hilera al otro pico del perol, pasa la bugía á otro agujero inmediato mas grande, y vuelve å principiar sobre el tambor A, la misma operacion que ha hecho sobre el tambor B, y asi sucesivamente hasta que llegue á tener el grandor que se le ha pedido. Toda bugía tirada de cualquiera especie que sea, se hace de la misma manera, tanto si la cera es blanca, como si es amarilla.

La bugía de mesa se hace con molde ó con cuchara, como los cirios. La bugía con molde se hecha en los moldes de vidrio y se fabrica lo mismo que las velas de sebo. Las mechas ó torcidas son de algodon un poco torcido, se enceran desde luego con cera blanca, á fin de que pueda penetrar dentro el resto de la vela.

El cerero se sirve de un instrumento que llama cortador o corta mechas para cortar todas las mechas de un largo igual. Es una mesa grande (fig. 10), cuyo sobre está formado de dos piezas de madera, que dejan entre ellas una abertura en forma de ranura, en la cual entra la espiga de un plato de madera que pueda dar vuelta en toda la estension de la ranura, como la muñe ca de un torno. Se fija donde se quiere, por medio de un tornillo con orejas colocado debajo de esta mesa. Sobre la pieza movible se levanta un árbol redondo de hierro A, y al otro extremo de la muesca está una pieza fija, sobre la que está sujeta verticalmente una hoja de cuchillo. La distancia que se halla entre el árbol de hierro movible, y la hoja de cuchillo fija, determina el

largo de las mechas. Se colocan los ovillos de algodon, en un cajon ó tamiz C al lado del corta mechas; se juntan todas las puntas ó cabos, se les dá vuelta al rededor del tronco de hierro, y se llevan hácia el cuchillo y se cortan. Se hecha en seguida la mecha cortada á lo largo sobre el lado de la mesa en D.

De poco tiempo á esta parte se hacen bugías transparentes, y en la exposicion de 1823 se han visto de muy hermosas. Para obtenerlas, se ponen partes iguales de CELEBRO DE BALLENA y cera blanca de la mejor, se hace derretir con muy poco fuego y muy lento, el célebro de ballena en una paila de cobre bien estañada, y se añade poco a poco la cera, meneándola siempre, y se echa en los moldes de vidrio.

Se ha reproducido en estos últimos años, un procedimiento conocido de mucho tiempo; el cual consiste á introducir en la fabricacion de bugías, una cierta cantidad de castañas de la India. Hé aqui el procedimiento que nos han comunicado, y dámos sin garantirlo, por no haber podido hacer experiencia alguna para hacer constar su exactitud. Lo manifestámos aqui, á fin de poner en camino á los manufactureros que quieran hacer algunos ensayos.

Se toman 2 partes de castañas de la India bien mondadas, una parte de aceite de oliva, 3 partes de célebro de ballena y 6 partes de cera blanca de la mejor. Se machacan bien las castañas, y despues de haber rodeado el mortero de brasas para mantener un pequeño calor, se añade poco á poco el célebro de ballena. Cuando el todo está hecho un líquido, se añade el aceite y se menea fuertemente hasta tanto que la totalidad sea flúida; entonces se hecha poco a poco en la caldera en que está la cera en licuacion; se menea mucho para mezclar bien

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