Antología de poetas hispano-americanos publicada por la Real academia española ...: México y América Central

Portada
Marcelino Menéndez y Pelayo
Tipografia de la "Revista de archivos", 1927
 

Páginas seleccionadas

Otras ediciones - Ver todas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página clxviii - Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis ; si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal?
Página lix - Detente, sombra de mi bien esquivo, imagen del hechizo que más quiero, bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien penosa vivo. Si al imán de tus gracias, atractivo, sirve mi pecho de obediente acero, ¿para qué me enamoras lisonjero si has de burlarme luego fugitivo?
Página 2 - Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el corazón me vieses deseaba; y Amor, que mis intentos ayudaba, venció lo que imposible parecía: pues entre el llanto, que el dolor vertía, el corazón deshecho destilaba.
Página 3 - Óyeme con los ojos, , ya que están tan distantes los oídos, y de ausentes enojos en ecos de mi pluma mis gemidos; y ya que a ti no llega mi voz ruda, óyeme sordo, pues me quejo muda.
Página xxxiv - Viene de España por el mar salobre a nuestro mexicano domicilio un hombre tosco, sin algún auxilio, de salud falto y de dinero pobre. Y luego que caudal y ánimo cobre...
Página lix - Los versos de amor profano de sor Juana son de los más suaves y delicados que han salido de pluma de mujer.
Página clxviii - Con el favor y el desdén tenéis condición igual, quejándoos, si os tratan mal, burlándoos, si os tratan bien. Opinión ninguna gana, pues la que más se recata, si no os admite, es ingrata, y si os admite es liviana. Siempre tan necios andáis, que con desigual nivel a una culpáis por cruel, ya otra por fácil culpáis. ¿Pues cómo ha de estar templada...
Página 4 - ¿Mas cuándo, ay gloria mía, Mereceré gozar tu luz serena? ¿Cuándo llegará el día Que pongas dulce fin a tanta pena? ¿Cuándo veré tus ojos, dulce encanto, Y de los míos quitarás el llanto? ¿Cuándo tu voz sonora Herirá mis oídos delicada, Y el alma que te adora De inundación de gozos anegada, A recibirte con amante prisa Saldrá a los ojos desatada en risa?
Página 7 - Y cuando con más terneza mi infeliz estado lloro, sé que estoy triste e ignoro la causa de mi tristeza. Siento un anhelo tirano por la ocasión a que aspiro, y cuando cerca la miro yo misma aparto la mano. Porque si acaso se ofrece después de tanto desvelo, la desazona el recelo o el susto la desvanece. Y si alguna vez sin susto consigo tal posesión que cualquier leve ocasión me malogra todo el gusto, siento mal del mismo bien con receloso temor, y me obliga el mismo amor tal vez a mostrar desdén.
Página 5 - ¿Cuándo tu voz sonora herirá mis oídos, delicada, y el alma que te adora, de inundación de gozos anegada a recibirte con amante prisa saldrá a los ojos desatada en risa? ¿Cuándo tu luz hermosa revestirá de gloria mis sentidos? Y ¿cuándo, yo dichosa, mis suspiros daré por bien perdidos, teniendo en poco el precio de mi llanto, que tanto ha. de penar, quien goza tanto ? ¿Cuándo de tu apacible rostro alegre veré el semblante afable y aquel bien indecible, a toda humana pluma inexplicable?

Información bibliográfica