102 Establecidos los principios de Retórica y de Poética, se conocerá fácilmente la diferencia que va de la poesía á la elocuencia o prosa. En la elocuencia domina la verdad: la poesía vive de ficciones. El fin de aquella es instruir agradando y moviendo el de esta agradar moviendo é instruyendo. El orador habla por lo pal entendimiento; el poeta á la imaginacion. Aquel como un hombre que se posee este como poseido de la pasion. Aquel colóca las mas veces sus ideas por el órden que tienen en su espíritu; este como, se las presenta su imaginacion. Lo que aquel, cuenta, este pinta, El orador distingue los tiempos; el poeta ve, como presente lo pasado y lo por venir. El primero convence al entendimiento por raciocinios; el segundo cautiva la voluntad con imágenes, y el corazon.con sentimientos. Aquel no pierde de vista el asunto principal: este sigue frecuentemente las impresiones que le causan las ideas accesorias. Aquel está como atrincherado dentro de su objeto: este vaga li bremente por toda la naturaleza. Aquel imita simplemente á la naturaleza: este á la naturaleza bella. Aquel descompone un todo para analizar sus partes: este busca partes separadas para componer un todo. El primero. es contemplador; el segundo creador. El orador suele de los individuos hacer abstrac tos: el poeta, de los abstractos individuos. Para el primero lo insensible es poco menos que insensible para el segundo no es así, sino que le da alma, lé comunica movimien tos, le imprime carácter, habla, sentimien tos y pasiones. Aquel no ve sino lo que exist te ó exístió: este aun lo que no es ni será acaso, y lo anima, y lo viste de formas y colores sensibles. Ultimamente, el oradoring sale del mundo real; el poeta se espacia por la inmensa region de lo verosimil y de los posibles que realiza quando le parece opors tuno. Verdad es que muchas veces se tocan estos dos géneros, y que el orador suet le engalanarse con las flores del poeta Om nes artes quae ad humanitatem pertineni, habent quoddam commune vinculumsy ver quasi cognatione quadam inter se coniinentur... Atque hoc adeo mihi concedendum est magis, quod ex his studiis (poeseds) kaeć quoque censetur oratio et facultash (Cic. pro Arch. Poet.) El estilo del orador es comun ó prosaico: el del poeta es mas vivo, mas animado, lleno de imágenes, y distante del comun por una armonía musical que le es propia. El primero se contenta con las frases y giros regulares: el segundo se enriquece con transposiciones elegantes con metáforas muy expresivas y algunas veces atrevidas, con giros singulares, con cuadros é imágenes que sorprenden, deleytan y arrebatan. En suma, el orador heta canta. El orador habla como un hombre; el poeta como un Dios. el "Est Deus in nobis, agitante, calescimus, Muchos escritores se han atormentado acaso sin fruto en desenvolver la naturaleza y esencia de lo bello: investigacion verdaderamente metafisica, llena de oscuridad y dificultades que estan aun sin resolver. Aunque convienen en que la unidad, la variedad, uniformidad, simetría, órden: las imágenes grandiosas y graciosas, los sentimientos nobles, los movimientos patéticos, la novedad, la sorpresa... excitan sentimientos agradables, y que todos juntos concurren á formar lo bello: todavía difieren acerca de su definicion , porque no habiendo comprendido su esencia, cada qual dexa correr libremente su imaginacion por el pais de las opiniones, fixando á esta palabra la idea que mas les acomoda. Platon coloca la esencia de lo bello en el órden, conveniencia y relaciones de concordancia de las partes para formar un todo regular y simétrico : San Agustin en la unidad Crousaz defiende, que lo bello es re |