Imágenes de páginas
PDF
EPUB

gráficas de Gariel, sirviéndonos de un artículo firmado por Juan de Dios Peza. Dícese en ellas que la ciudad de Monterrey, capital del Estado de Nuevo León, y á 5 de Agosto de 1860, fué cuna de Eduardo Gariel. Consagrado en un principio á los estudios preparatorios para la carrera de médico, pronto su vocación le hizo dedicarse á la música, bajo la dirección del profesor M. Alberto Daunic, discípulo del famoso Marmontel, y pronto también el alumno estuvo en aptitud de elevarse al profesorado y empezó en 1884 á dar lecciones particulares con el más feliz éxito, sirviéndole de recomendación para señalarse y distinguirse su modo y manera especiales de interpretar y dar expresión á las composiciones que como pianista ejecutaba. Durante mucho tiempo Gariel permaneció casi ignorado para los músicos de la Capital de la República, retenido en el Saltillo, ilustrada ciudad coahuilense, por su numerosa clientela de discípulos en casas y colegios particulares y en el "Ateneo Fuente," y así hubiera continuado hasta Dios sabe cuando, si una casualidad no hubiese hecho descubrir sus excepcionales méritos y talento. Un artículo escrito y publicado en México sobre interpretación de la música de Chopin, dió margen á que Gariel formulase una respuesta que llamó la atención y el aplauso general de los inteligentes sobre el polemista, hasta allí desconocido, que con rara competencia acaba de adquirir el derecho de ser tenido como innegable autoridad en el asunto que se controvertía. Resultado de esa casualidad y de la gran ciencia de Eduardo Gariel, fué su libro intitulado "Chopin: la tradición de su música: consideraciones sobre algunas de sus obras y manera de interpretarlas," impreso con elegancia en México en 1895. Este libro notabilísimo valió á Eduardo Gariel el cariño y las consideraciones de los más distinguidos profesores en la Capital de la República, y los elogios de todos los críticos de mérito, como consta en multitud de párrafos y artículos de la prensa mexicana. Pero el modesto y entendidísimo maestro obtuvo triunfo mayor todavía, pues no sólo sus compatriotas sino los críticos y profesores de Europa acogieron con entusiasmo sus opiniones y celebraron su libro, el primero producido en México en su género y singular importancia. A la vista tenemos pruebas de ese envidiable triunfo: el insigne profesor español D. Felipe Pedrell, autoridad indiscutible en asuntos musicales, escribe á Gariel, con fecha 25 de Octubre: "Abundo en la mayoría de las ideas de Vd.: tiene Vd. rasgos geniales y buenísima riqueza de observación propia, que sería viva lástima no utilizase para empresas estéticas generales de arte, á las cuales le invito, estimulándole de todas veras: repito mi deseo de que mi sencillo aplauso sea estímulo para empresas más altas, ya que desde luego merece Vd. ser señalado entre los primerísimos de su simpático país que por manera tan digna y levantada han pagado preciosa contribución á la estética y literatura mu

sical: habiendo comunicado al Director de nuestra Escuela Nacional de Música la obra de Vd., la cual le ha gustado muchísimo, hemos convenido en hacer por ella cuanto se merece, recomendándola al claustro de profesores: quiero obsequiar á Vd. y á su obra en mi Revista La Ilustración, que va á entrar en el noveno año de su publicación, publicando su retrato, su biografía, un extracto de su libro sobre Chopin, y su Walse ó las dos Danzas, si me da permiso para reproducirlas."

Lussy, que es tal vez la primera autoridad europea como ritmólogo, y es al mismo tiempo quien ha escrito el primer tratado del ritmo, escribió á Gariel, el 7 de Noviembre, desde París: "Votre livre m'interesse au plus haut point; il est très documenté et il prouve que vous êtes un travailleur conciencieux et amoureux de notre art. A vous toutes mes vives sympathies. Donnez moi de vos nouvelles, et soyez sur que je vous lirai avec toute la sympathie de mon âme." La "Guide Musical" de Bruselas, del 8 de Diciembre, elogia el interesante libro y ofrece tratar de él extensamente. En Turín publican los editores Bocca, Frères, el mejor periódico en su género que ve la luz pública; llámase Rivista Musicale Italiana, y aparece trimestralmente, elegantísimamente impresa y en volúmenes de cerca de trescientas páginas: publica sólo monografías sobre historia, crítica y estética musicales, y su colaboración en la que figuran Lussy y Saint-Saëns, es de lo más notable en Europa. Dichos editores, en carta de 10 de Enero de 1896, escriben á Gariel: "Nous vous remercions bien vivement de votre lettre et du precieux envoi de votre volume. Nous avons trouvé très interessantes les remarques que vous y faites sur le rhitme, et nous acceptons avec empressement de publier les chapitres. Une partie paraitra dans le 1er faxicule de cette année. Nous vous serions reconaissants si vous pouviez nous envoyer encore une exemplaire du volume, car nous avons remis l'autre á l'un de nos collaborateurs, qui l'a lu avec grand plaisir." En efecto llegó ya á México el primer número de la Rivista Musicale Italiana, trayendo los primeros capítulos del libro de Gariel, y pronto la aplaudida obra del maestro mexicano circulará en Europa traducida al italiano y en edición especial. “E il primo libro su Chopin scritto in lingua spagnola ed il primo di critica musicale edito nel Messico, ne pubblicciamo questi capitole per l'importanza dell argomento,.... .” dice la Rivista. Con positiva satisfacción damos cuenta á los lectores de la Reseña histórica del Teatro en México, de estos bien ganados triunfos del distinguido maestro y compositor mexicano Eduardo Gariel.

CAPITULO XI

1895.

Pasemos rápida revista á los espectáculos habidos en la Capital durante la tormentosa temporada de la compañía de ópera de Napoleón Sieni.

De paso en México en una de sus expediciones á teatros de los Estados, la insigne actriz y artista Luisa Martínez Casado dió, á petición de muchos de sus amigos, unas cuantas funciones en el Circo Teatro Orrin, empezando el sábado 19 de Octubre con el drama de Echegaray, Mancha que limpia: repitió esa obra el domingo 20 por la tarde: representó Zaragüeta en la noche: dió el 26 La loca de la casa; el 27 en la tarde La Plegaria de los náufragos, y en la noche Angela; el 30 Mancha que limpia, y en una de las noches intermedias, la del 24, interpretó, como sólo ella sabe hacerlo, la tragedia Virginia, de D. Manuel Tamayo y Baus. Por cuenta de los hermanos Orrin representó en las tres primeras noches de Noviembre el Don Juan Tenorio de Zorrilla, y salió después de la Capital á cumplir anteriores contratos en diversas poblaciones, dejando encantadísimos á los numerosos admiradores del superior talento é inagotable inspiración de la magnífica artista.

En la misma época tomó el Teatro de Arbeu, la muy bella actriz mexicana Virginia Fábregas, á quien el público recibió muy bien la noche del 24 de Octubre en Divorciémonos: en su compañía figuraban María Elvira Osorio, la Valle, la Mellado, la Rosado, la Arceo, la Palomera, Felipe Montoya, Pedro Servín, Vargas, Inclán, Castell, Molinari, Calvo y otros. La simpática artista estrenó el sábado 26 el drama La Conjuración de México, original de Alfonso Rodríguez: esta obra del aplaudido poeta mexicano, abunda en versos buenos y en oportunos golpes teatrales, y con justicia fué aplaudida y valió al autor las felicitaciones de casi todos los periódicos: la misma noche fué también agradablemente recibida una pieza cómica del poeta y periodista Antonio de P. Moreno, titulada Don Quintin. No pudiendo detenernos en pormenorizar las funciones de la Compañía Virginia Fábregas, nos limitaremos á consignar que mereció aplausos en casi todas las obras que puso en escena, especialmente en El Gran Galecto, Los demonios en el cuerpo, Pobre porfiado, Don Juan Tenorio,

Mariana, Kean, El poder de la impotencia, El señor Cura, Los bombones, Dos fanatismos, El herrero, El Capitán Marin, Sullivan, Huelga de hijos, Pepa la frescachona, Lo sublime en lo vulgar, Los Rantzau, La monja descalza, Lo positivo, A la orilla del mar, y otras varias. El 20 de Noviembre puso en escena La Dolores de Feliú y Codina, y con grande aplauso la repitió varias veces, con el agregado de una iota tocada por el Trio Pérez Rivas. En la función del viernes 29 tomó parte un grupo filarmónico que se daba el nombre de Sexteto Sueco, formado por los Sres. F. Erikson, C. Frocholm, C. Smith, E. Schill, N. Loneumark y G. Kindlundk, que ya se había dado á conocer, con gran regocijo de sus oyentes, en los salones del Casino Alemán: constituían un grupo orfeónico perfectamente organizado, digno de ser oído por su seguridad, afinación, y bellos efectos musicales. Formaban parte del grupo aquél, la hermosa y notable violinista Ollie Forbett, y la concienzuda pianista Frida de Fersmeden. La violinista gustó mucho en el Andante y Scherzo capriccioso, de David, y en la Mazurca de concierto, de Vieniawski: la pianista gustó á su vez en la balada Der Erlköning, de Schubert, y en un Wals de concierto de Mattei: el Sexteto entusiasmó en un Canto noruego, de Reissiger, en una Polka, de Wahlin, en un Canto alemán, de Witt, en otro de Bellman, en Piano vien amore, de Seyfried, y en otra pieza de Söderberg, resultando admirable el efecto del pequeño orfeón. El Sexteto Sueco se hizo oir en otras diferentes noches, siempre con iguales agrado y aplauso. La empresa Virginia Fábregas terminó su temporada con una función á beneficio de esa bella artista mexicana, que estuvo muy bien en la Valentina del drama A la orilla del mar. En su obsequio tomó parte en el espectáculo la Compañía Italiana Maggi, con la delicada pieza El que conozca el juego que no lo enseñe, desempeñada por Clara Della Guardia, Maggi, Fabbri y Caravaglia. Felipe Montoya dió su beneficio con La Monja descalza, comedia de D. Miguel Echegaray, el 25 de Diciembre.

El miércoles 23 de Octubre la Sociedad Filarmónica dirigida por Ricardo Castro dió su quinto concierto en el salón de actos de la Escuela Preparatoria, con el Trio, óp. 99, sí bemol mayor, de Schubert, el Cuarteto español, óp. 11, re mayor, de Heritte Viardot, y el Quatrior, óp. 41, sí bemol mayor, de Saint-Saëns: los instrumentistas fueron L. G. Saloma, violín; A. Herrera, viola; R. Galindo, violoncello; la parte de piano la ejecutó Julio Muirón, desempeñándola con la elegancia y corrección que le son peculiares.

Por lo que tuvo también de artística incluiremos en estas breves notas la relativa á la solemne velada dispuesta en el Salón de la Cámara de Diputados, el lunes 28 de Octubre, por la Academia Nacional de Medicina en honor del eminente sabio francés Mr. Luis Pasteur. Presidió la solemnidad el Sr. Lic. D. Joaquín Baranda, Minis

tro de Justicia é Instrucción Pública, acompañado de los Sres. Secretarios de Relaciones y Gobernación y del Representante de la República Francesa; y entre buenos discursos de los Dres. D. Angel Gaviño, y D. José Ramos, y una poesía del Dr. D. Porfirio Parra, la orquesta del Conservatorio tocó magistralmente la Marcha fúnebre, de Beethoven, y la Marcha heroica, de Saint-Saëns: la Sra. Da Antonia Ochoa de Miranda subyugó sobre toda ponderación á la concurrencia con el aria del Sauce y el Ave Maria del Otello de Verdi, cantadas con incomparable delicadeza por esa gran artista: el cuerpo de coros de la Opera Sieni, ejecutó bien el Requiem de Verdi.

En el Conservatorio de Música hubo en esos días, 29 de Octubre, unos lucidos exámenes que presentaron las Sritas. Artemisa Elizondo, Concepción y Luz Martínez y Ana María Arellano, y hacemos especial mención de ese acto porque realmente acreditaron todas ellas en piezas de Schumann, Hummel, Mendelsohn, y Liszt, que no han de tardar en distinguirse como pianistas, si persisten en el estudio para el que demostraron excepcionales dotes. La excelente orquesta del Conservatorio se dejó oir y se hizo aplaudir con entusiasmo, en intermedios de la distribución de premios á los alumnos de las Escuelas Municipales, verificada por el Presidente de la República, en el Gran Teatro Nacional. En el bonito y pequeño teatro del mismo Conservatorio, dió en la noche del miércoles 20 de Noviembre, un concierto el guitarrista español Sr. Manjón, tomando parte la Sra. Salazar de Manjón y la Srita. Ferreira: ese concierto, como los anteriores del distinguido especialista, valió á éste muchos y muy justos aplausos, y como los anteriores también no llamó sino muy reducido público: nadie puso en duda jamás el talento de Manjón, pero sus conciertos resultaron siempre monótonos para la generalidad, y pocos de sus oyentes aceptaban las composiciones de Beethoven, y autores clásicos en semejante instrumento, ni aun interpretadas por el eminente artista ciego. Este anunció, no obstante, otros cuatro conciertos en determinados plazos de tiempo, y cumplió su compromiso sin distinto resultado, es decir, siempre con mucho aplauso y siempre con escasísimo público. Para audiciones de música clásica bien ejecutada y bien escogida, era necesario concurrir á la casa del muy insigne y erudito dilettanti y pianista M. Hansen, Secretario de la Legación de Rusia en México. En los últimos días de Noviembre el caballeroso Sr. Hansen reunió en su casa habitación á diversos íntimos amigos y personas de buen gusto, para una velada en honor del gran Rubinstein, y secundado por los Sres. Saloma, Angeles, Velázquez y David, hizo oir las siguientes piezas de universal renombre: Tercer trio, óp. 52 B. Dur. de Rubinstein: Tercer concurto (cadenza de Rubinstein) de Beethoven: Dos melodías, Estudio, óp. 23, Barcarola, Polonesa, de Rubinstein. La audición fué magnífi

« AnteriorContinuar »