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mereceria ser generalmente seguida. La escala de mi mapa es de 32 milímetros por cada grado del ecuador; la de las latitudes crecientes no se funda en las tablas de D. Jorge Juan, sino en las que el, señor de Mendoza ha calculado para el esferoide. *

A fin de conservar una forma mas cómoda al mapa de Méjico, no se ha extendido su escala mas que desde los 15° hasta los 41o de latitud boreal, y desde los 96o hasta los 117° de longitud. Estos límites no han dejado lugar para colocar en la misma lámina la intendencia de Mérida ó la península de Yucatan que pertenece tambien á la Nueva-España. Para que cupiese en el mapa el punto mas oriental, que es el cabo. Catoche ó mas bien la isla de Corumel, hubiera sido preciso añadir hácia el E. todavía siete grados en longitud, lo que me habria obligado á comprender en la misma lámina una porcion de la provincia de Guatemala de la cual no tengo absolutamente datos, la Luisiana, toda la Florida occidental, una parte del Teneseo, y del Ohio.

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No se hallan tampoco en mi mapa general de la. Nueva-España los establecimientos españoles sobre la costa NE. de la América, establecimientos aislados que se pueden considerar como unas colonias dependientes de la metrópoli de Méjico. Para hacer ver sobre una sola lámina las misiones de la Nueva-Califorhubiera sido menester añadir todavía á el O. ocho

nia,

* Connaissance des temps para el año 1793, pág. 303.

grados de longitud, porque el punto mas setentrional del reino es el presidio de San Francisco, situado, segun Vancouver, á los 37° 48′ 30" de latitud boreal, y á los 124°27′45′′ de longitud occidental.

De estas consideraciones resulta, que para que un mapa de la Nueva-España merezca el nombre de mapa general, deberia abrazar la inmensa extension comprendida entre los 89° y 125° de longitud, y entre los 15° y 38° de latitud. Para evitar el inconveniente que resultaria, habiendo de representar en grande escala los paises que no excitan igual interes, considerados bajo el punto de vista de la economía política, he preferido ceñir mi trabajo á unos límites mas estrechos: y he hecho levantar, en tamaño mucho mas pequeño, otro mapa que no solamente permite abrazar de una ojeada todos los paises que dependen del vireinato de Méjico, sino que tambien se extiende á las Islas Antillas y á los Estados Unidos de la América.

Aunque, segun los principios que he sentado muchas veces, insisto en preferir las medidas nuevas á las antiguas, no he añadido sin embargo á mis mapas la escala.de los grados centesimales. La oficina de las longitudes de Francia ha seguido constantemente, ya en el conocimiento de los tiempos, ya en las nuevas tablas astronómicas que acaba de publicar, la manera antigua de contar las latitudes, y én vano haria frente una persona sola á preocupaciones tan arraigadas, presentando solo las latitudes en partes centesi

males. Es una lástima que el sistema métrico establecido por el decreto del 13 brumario año Ix de la república (4 de noviembre de 1800) no se haya hecho general, y que aun en Francia se haya aumentado la confusion, imaginando un pie métrico y pulgadas que está uno expuesto á tomar por pulgadas de pie de rey. Los grados de longitud que indico estan contados al O. del meridiano que pasa por el real observatorio de Paris. Si la mayor parte del público no se opusiese á las innovaciones, aun cuando son útiles, yo hubiera preferido al meridiano de Paris el meridiano universal propuesto por uno de los primeros geómetras de siglo *, y que se funda en el movimiento del eje grande del eclipse solar. Este meridiano universal está á los 185-30' al oriente de Paris,

lo

que hace 166°46′ 12′′ de la antigua division sexagesimal; consiguientemente pasap or el mar del Sur, 12' al E. de la isla de Erromanga, que pertenece al archipiélago del Espíritu Santo. La introduccion de un meridiano universal fundado en la naturaleza misma, y que no ofende la vanidad nacional de los europeos, seria tanto mas de desear, cuanto que vemos todos los dias aumentar el número de los primeros meridianos trazados arbitrariamente en los mapas. La España, de algunos años á esta parte, cuenta cinco: el

*

Exposition du système du monde, por Laplace, pág. 19. El autor en la cuarta edicion de esta obra (pág. 74) ha propuesto referir todas las longitudes terrestres al Monte-Blanco, que domina la armazon inmensa é inalterable de la cadena de las Alpes.

de Cadiz, que es el mas usado entre los navegantes, los de Cartagená y del nuevo observatorio de la isla de Leon, el meridiano del colegio de nobles de Madrid, que ha introducido Antillon en sus hermosos mapas, y el de la punta de la galera en la isla de la Trinidad. A estos cinco meridianos podrian añadirse todavía dos que pasan por las posesiones españolas, y que han sido adoptados por muchos geógrafos: hablo del meridiano de Tenerife y del de la isla de Hierro. El último ocasiona confusiones inevitables, por hacerle pasar de Anville entre el pueblo de Hierro y el promontario ueste de la isla. He aqui, sin contar el de Toledo, siete primeros meridianos, solo en los estados del rey de España.

Para la denominacion de los mares que bañan las costas de Méjico he seguido las ideas que Fleurieu ha propuesto en sus observaciones sobre la division hidrográfica del globo, obra en donde se encuentran reunidas grande penetracion con una profunda erudicion histórica; y he añadido los nombres españoles para facilitar la lectura de los viages escritos en este idioma. Para levantar el mapa de Méjico, he empezado á reunir todos los puntos ya fijos por observaciones astronómicas, formando con ellos un estado en el cual indico el género de observacion y el nombre del observador, para que se pueda apreciar mejor el grado de confianza que merecen sus resultados. El número de estos puntos asciende á setenta y cuatro, de los cuales cincuenta estan colocados en el interior

del territorio; de cuya clase no estaban conocidos mas que quince antes de mi llegada á Méjico en el mes de avril de 1803. Será muy útil examinar detenidamente algunos de los treinta y tres puntos cuya posicion está determinada por mis propias observaciones, todos los cuales estan comprendidos entre los 16° 50′y 20°0' de latitud, y los 98° 29′ y 103° 12′ de longitud. Al fijar estas posiciones, entraremos en algunos pormenores históricos sobre los errores extraordinarios que se han propagado hasta el dia de hoy por los mapas mas modernos y mas comunmente conocidos.

MÉJICO.

Muchas alturas meridianas del sol y de las estrellas me han dado por latitud de la capital en el convento de San Agustín*, 19°25′45′′. La longitud es de 645′ 42′′ ó de 101° 25′30′′, segun la he deducido de los eclipses de los satélites de Júpiter, de las distancias de la luna al sol, de la trasportacion del tiempo desde Acapulco, y de una operacion trigonométrica que emprendí para valuar la diferencia de los meridianos entre Méjico y el puerto de Veracruz. Observaré de una vez para siempre, que yo me atengo á los números que resultan de los cálculos hechos con suma escrupulosidad por el señor Oltmanns, geómetra ilustre que ha calculado todas las observaciones astronómicas que

*

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La puerta mayor de la catedral de Méjico está 12′ mas setentrional, y 10" (de arco) mas oriental que el convento de San Agustin en donde yo he hecho mis observaciones.

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