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Ordoño, es mayor que la que se adoptó en el Viage de la Sutil y Mejicana al estrecho de Fuca. Pero de una memoria inserta en el almanaque de Cadiz, resulta que los individuos del depósito hidrográfico de Madrid tienen hoy dia por mas cierta una posicion mas occidental que la mia, é idéntica con la que me habia dado mi cronómetro *, reduciendo Acapulco á la longitud de Méjico, y despreciando las distancias lunares observadas el 27 y 28 de marzo de 1803.

El señor Espinosa encuentra Acapulco 102°17′21′′ al O. de Paris, por el trasporte del tiempo desde el puerto de San Blas **. **; á 102°24′ 15" por dos satélites de Júpiter observados simultáneamente en Acapulco, en Greenwich y en Paris; á 102° 15'47" por ocho satélites comparados con las tablas corregidas, ó en término medio, 102° 19'8", que es la longitud por la que se decide tambien Antillon, en el analísis de su mapa de la América. Se observaron ademas, mientras la expedicion de Malaspina estuvo en Acapulco, en 1791, dos ocultaciones de estrellas, sobre las cuales

* Véase mas arriba, pág. 186.

**Es preciso notar que la longitud de San Blas no se funda sino en dos observaciones celestes, á saber en un satélite comparado con las tablas, y en un eclipse de luna. Los resultados sacados de estas dos observaciones se diferencian de 5′ 45′′ de arco (el capitan Hall da á San Blas, conforme á una ocultacion de estrella 107°39′42′′, Extracts from a journal, etc., 1824, vol. 11, pág. 279.) La memoria de Espinosa presenta un ejemplo instructivo de la mucha prudencia que exige el uso de los cronómetros, si no se verifican las longitudes cronométricas por medio de otras observaciones puramente

no se hicieron observaciones correspondientes en Europa. El capitan de fragata don Juan Ciscar, las calculó con arreglo á las tablas de Bürg; y encontró Acapulco á 102°9′45′′ por la ocultacion del 19 de febrero, y á 102°35′45′′ por la 15 de abril. Algunas distancias de la luna al sol, tomadas el 12 de febrero, pero calculadas por grupos y sin corregir el sitio de la observacion de un pasage al meridiano,

la luna por
dieron 102°24′37′′.

He aqui un gran número de determinaciones hechas por medios muy diferentes. Todas dan un longitud algo mas occidental que la que resulta de solo mis observaciones, y es la que adopté en mi atlas, antes de haber tenido noticia de la importante memoria del señor Espinosa. Las ocultaciones de estrellas son indudablemente preferibles á cualquier otra especie de observaciones favorables. Pero los resultados que presentan las ocultaciones de dos estrellas de Leon, observadas en Acapulco, se diferencian, segun el cálculo de Ciscar, en 26', y segun et de Oltmanns en 5′ de arco. Los astrónomos españoles admiten asimismo para el primer satélite un error muy considerable de las tablas. Consideran este error de 35" de tiempo, mientras que Oltmanns, comparando las ta

celestes. En la expedicion de Malaspina cuatro cronómetros de Arnold dieron en el puerto Mulgrave, con diferencia de 9', la misma longitud da 142°38′ 57′′; y no obstante, algunas distancias lunares han probado que la verdadera longitud era de 142° 0′ 27′′. Los cuatro relojes habian cambiado á la vez su marcha diurna.

blas de Delambre con varias observaciones hechas

14" por lo

que

que toca

desde el mes de enero hasta el de mayo de 1791, no halla el error de las tablas sino de 7",6 por lo hace á las inmersiones, y de á las emersiones. El mismo cree, segun varios cálculos publicados en el segundo volúmen de nuestro Recueil d'Observations astronomiques, que el verdadero término medio, sacado de las observaciones de la expedicion de Malaspina, es de 102° 14′ 30′′; y que no concediendo sino medio valor á nuestras observaciones, se podria fijar la longitud de Acapulco á 101°9′33′′; es decir, que seria tres minutos y medio mas occidental que lo que indica mi atlas mejicano. No podemos extrañar las dudas en que nos quedamos sobre la posicion de un puerto del mar del Sur, cuando se reflexiona que pocos años hace no se sabia de cierto la longitud de Amsterdam, y no con tres ó cuatro minutos de duda sino con un tercio de grado. Examinando el pormenor de mis observaciones tra por mi cronómetro ó el trasporte del tiempo de Guayaquil, 102° 9′ 57′′ —6a 48′ 39′′, 8; por catorce distancias de la luna al sol, tomadas el 27 de marzo (corrigiendo el error de las tablas por las observaciones de Greenvich), 6" 48′23′′; por quince distancias del 28 de marzo, 648′ 23′′. El capitan Basil Hall admite (en el fortin de San Carlos), por el trasporte de los tiempos de San Blas, una longitud de 16′′ de

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se encuen

* Observations astronomiques, tom. 11.

tiempo, mas occidental que la de mi cronómetro; y se fija en 102° 14'2". Me parece que he probado por la simple exposicion de los hechos, que los límites de los errores acerca de la longitud de Acapulco son ya suficientemente estrechos para que se solo pueda esperar el fijarla con mas precision por medio de observaciones de ocultaciones de astros.

XIX.

MAPA DE LOS DIVERSOS CAMINOS POR LOS CUALES RE

FLUYEN LAS RIQUEZAS METÁLICAS DE UN CONTINENTE

AL OTRO.

y

La cantidad de oro y plata que el nuevo continente envia anualmente á Europa, es mas de los nueve décimos del producto total de las minas que hay en el mundo conocido. Las colonias españolas, por ejemplo, suministran por año cerca de tres millones medio de marcos de plata, mientras que en todos los Estados de Europa, comprendiendo la Rusia Asiática, el laborío anual á penas pasa de trescientos mil marcos *. Mi larga permanencia en la América española me ha facilitado el adquirir sobre la riqueza metálica de Méjico, del Perú, de la Nueva Granada, y del Vireinato de Buenos-Aires, nociones mas exactas

* Véase respecto de las minas de Europa el excelente mapa estadístico de la riqueza mineral, que está unido al Mémoire général sur les mines, por M. Heron de Villefosse, pág. 240.

que las que ofrecen las obras de Adam Smith, de Robertson y de Raynal. Partiendo de estas basas, he creido que podia dedicarme á hacer investigaciones sobre la acumulacion de los metales preciosos que durante mucho tiempo se ha ido haciendo en la parte del sur y del sudueste del Asia. Los principales resultados de mis conjeturas los he presentado en un mapa pequeño que he bosquejado en el mar, en 1804, en la travesía de Filadelfia á las Costas de Francia. Este mapa indica, por decirlo asi, el flujo y reflujo de las riquezas metálicas. En él se observa en general un movimiento del O. al E., movimiento opuesto á los del Océano, de la atmósfera, y de la civilizacion de nuestra especie.

XX.

FIGURAS QUE REPRESENTAN LA SUPERFICIE DE LA NUEVA ESPAÑA, Y DE SUS INTENDENCIAS, LOS PROGRESOS DEL LABORÍO METÁLICO, Y OTROS OBJETOS RELATI

VOS A LAS COLONIAS DE LOS EUROPEOS EN LAS DOS INDIAS.

En la figura que representa, segun el método de la aritmética lineal de M. William Playfair, los progresos del laborio de las minas de oro y plata de la Nueva España *, he señalado como incierto el año 1742. Segun el estado que se me comunicó, en la

Atlas mejicano, lám. xix.

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