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En las Cordilleras de Méjico, de la Nueva Granada, de Quito y del Perú, en general, las formaciones trachíticas abundan mucho mas, respecto á la masa, que las basalticas; y aun estas últimas pueden considerarse como muy escasas, comparándolas á las que atraviesan la Alemania del este al ueste, entre las pa*ralelas de 50° y de 51°. En Hungría se advierte esta misma preponderancia del terreno trachítico sobre el terreno basáltico. M. Beudant dice con mucha exactitud « que en todas partes donde las masas de tra«chita, se han extendido en una gran escala, no se << hallan sino algunos pedazos de basalto de muy poca "«< consideracion, y recíprocamente, donde quiera « que el terreno de basaltos se halla muy extendido, «< no existe absolutamente trachita, ó muy poca. >> Véase Miner. en Hongrie, t. III, p. 500-589. Se diria que estos dos terrenos se repelen, y como los cráteres ó bocas de los volcanes todavía en actividad, se han abierto constantemente en las trachitas, no hay que admirarse de que estos volcanes y sus lavas permanezcan tambien distantes de los basaltos antiguos("Humboldt, Rel. hist., t. 1.).

A pesar de este antagonismo, ó por mejor decir esta desigualdad de desarrollo, que ya hemos notado en los granitos y los gneis-micapizarra, en las calizas y las pizarras de transicion, en la arenisca roja y la ca- .. liza alpina, las trachitas y los basaltos presentan en otros puntos del globo las afinidades geognósticas mas íntimas. Si las grandes masas basálticas (Hesse; Fores,

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Velay y Vivarais, Escocia; Veszprim y lago Balaton permanecen geográficamente alejadas de las grandes masas de trachitas (Siebengebirge; Overnia; Montañas de Matra, Vihorlet y Tokay; Cordillera occidental de los Andes de Quito ), no por eso dejan de encontrarse trozos de terreno basáltico sobrepuestas á estas mismas trachitas. (Buch, Briefe aus Auver-· ne, p. 289; Id., Trapp-Porphyr, p. 137-141. Ramond, Niv. géologique, p. 18, 60-73. ) Los montes Euganeos (basaltos del Monte Venda cerca de los conos trachíticos de Monte Pradio, Monte Ortono y Monte Rosso), las faldas de las montañas que constituyen el grupo del Monte Doreo, los alrededores de Guchilaque en Méjico (Cerro del Marques, 1537 toesas) y de Jalapa (Cerro de Malcutepec, 788 toesas presentan ejemplos visibles de esta reunion de dos terrenos feldespáticos y piroxénicos. Unas veces son terromonteros de basalto prismático que salen del terreno de trachita; otras son unas corrientes anchas de basaltos, muchas veces interrumpidas y que forman grados y mesas, que rayan y cubren este terreno.

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De estas formaciones resulta, que las mayores masas de basalto tienen su asiento inmediatamente en las formaciones primitivas intermediarias y secundarias, al paso que otras masas mucho menos considerables, de una textura idéntica, y que presentan las mas de las veces la apariencia de corrientes antiguas de lavas litóideas, se hallan colocadas encima de un terreno trachítico. Unas y otras envuelven algunas veces frag

mentos de granito, gneis ó de una sienita muy abundante en feldespato. Este mismo fenómeno, como acabamos de ver, se advierte volcan de Jorullo) en las lavas recientes y de una época conocida, pero estos indicios incontestables de una fluidez ígnea no nos autorizan para que admitamos que las montañas cónicas de basaltos, ya esten dispersas en llanos, ya coronando los crestones de las montañas primitivas, se hayan formado todas como las capas de basalto que cubren las trachitas, ó como las lavas litóidas basalticas (con olivina) de algunos volcanes muy modernos. La mezcla de las materias que constituyen las rocas volcánicas se hace en el interior del globo, y probablemente á inmensas profundidades. Algunas materias análogas y compuestas de los mismos elementos, pueden aparecer en la superficie del globo, por vias muy diferentes, unas veces por levantamiento (en vejigas, en cúpulas, ó en terromonteros cónicos); otras por grietas longitudinales, formadas en la superficie del globo; y otras por aberturas circulares en la cima de una montaña. La geognosía de los volcanes distingue estos modos de formaciones, y si se resiste á confundir con el nombre de lavas todas las rocas de los terrenos trachíticos y basálticos, es porque se niega á adoptar que los cúmulos de Puy de Cliersou, del gran Sarcouy y de Chimborazo, igualmente que todas las montañas cónicas de basaltos, sean porciones de corrientes de lavas. Algunos volcanes, en parte muy modernos, han arrojado lavas feldespáticas (Is

chia, Solfatare, y Pouzzole) y piroxénicas con olivina Jorullo) que se asemejan á las trachitas y á los basaltos mas antiguos. Frecuentemente algunas masas volcánicas (lavas feldespáticas y piroxénicas; trachitas; basaltos en coños aislados) consideradas mineralógicamente son las mismas; y puede suponerse que diferenciaban muy poco las circunstancias de su produccion en el interior del globo; pero, lo que las hacc variar geognósticamente las unas de las otras, es la diferencia notable que hay en su respectiva aparición en la superficie del suelo.

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Las verdaderas corrientes de lavas escasean mucho en las cordilleras; las que yo he visto se deben á erupciones laterales de Antisana, del Popocatepetl y del Jorullo. Muchas corrientes (Mal pais) han salido de bocas volcánicas que se han cegado y es imposible reconocer en la actualidad el lugar en que estaban. Otras corrientes dirigidas sobre un mismo punto, se confunden unas con otras, y se presentan en capas anchas, parecidas á unas rocas piroxénicas mucho mas antiguas. En las lavas del valle de Tenochtitlan (entre san Agustin de las cuevas y Coyoacan) escasea mucho mas la hornblenda que en las lavas de Europa. Un Mineralogista méjicano muy instruido, el señor Bustamante, las ha sometido modernamente con buen éxito á la análisis mecánica, segun el método ingenioso descubierto por M. Cordier.

RESULTADOS DEL RECONOCIMIENTO HECHO, POR EL GENERAL ORBEGOSO, DEL ISTMO DE TEHUANTEPEC, EN 1825, POR ÓRDEN DEL SUPREMO GOBIERNO.

Son incontestables las ventajas que encuentran las naciones en establecer vias de comunicacion por agua y por caminos carreterós, donde estas no son practicables, para el mas económico trasporte de los efectos que necesitan consumir ó les conviene exportar.

Bajo este aspecto, el istmo de Tehuantepec es uno de los puntos man ventajosos, sin comparacion, que presenta el inmenso territorio de la república; su corta extension desde los 16° 10' hasta los 18° 6' de latitud norte, que apenas harán cincuenta y una leguas, de á cinco mil varas, en línea recta. El rio Guasacualco navegable en la mayor parte de su curso, aun en su estado actual de naturaleza, que atraviesa casi perpendicularmente mas de las dos terceras

* Este documento oficial se ha atribuido al señor general Orbegoso. Dicen de Méjico, que don Tadeo Ortiz está ocupado en trazar un camino de 20 leguas de largo desde el curso superior de Huasacualco hasta las lagunas orientales de Tehuantepec. El puerto de Huasacalco debía estar abierto en el mes de octubre de 1826.

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