gan En una y otra hay poco fondo, no pasando el de la mas exterior en su centro, en línea por donde navelas canoas, de diez y seis pies castellanos. La barra que cubre su comunicacion con el mar ó la bocabarra, no pudo sondearse por no ser capaces de salir á ella las imperfectas canoas de que aquellos habitantes se sirven. Pero por el reventazon de la ola en las circunstancias de hacer poco viento, y ese terral, y ser la estacion en que no reinan allí los temporales, discurro que no pasará el agua de seis pies por término medio, sin que la pleamar pueda aumentarla mucho mas de una vara. 1 Está la bocabarra por los 16° 13′ de latitud norte y por 4° 22' de longitud oriental de Méjico. Las aguas de la Cordillera en el istmo por la parte del norte corren reuniéndose sucesivamente á formar ó engrosar el rio; pero las de la parte del sur forman una multitud de arroyos que se dirigen á entrar en la laguna interior, mereciendo apenas el nombre de rios el Chicapa y el de Suchitan; pues aunque formados por la reunion de varios arroyos, entrambros se agotan en la estacion seca, absorvido su corto caudal por el terreno de pizarra por donde corren antes de salir al llano. El de Chicapa desaparece regularmente por el mes de marzo, como dos leguas antes de la venta de su nombre por cuya inmediacion pasa á buscar la laguna, y el otro se acaba aun antes. Las vertientes mas hácia el oriente forman el rio de Ostura que sale al estero que va hácia Tonalá; y las que hácia el occidente van á engrosar el de Tehuantepec uno y otro rio estan muy distantes del Coazacoalco y de los puntos mas accesibles de la sierra para servir á la comunicacion apetecida. El de Chiapa, el mayor despues de ellos, nace algunas leguas al oriente de San Miguel Chimalapa en sitio despoblado. La proximidad del arroyo que pasa junto á San Miguel y creo ha llamado Muncia don Tadeo Ortiz, á los que al norte de este pueblo corren hácia el NO. á formar el rio Alaman que distarán entre sí media legua solamente, y la moderada altura de la sierra Madre son circunstancias las mas ventajosas para establecer allí el canal de navegacion. Pero la escasez de caudal que llevan unos y otros arroyos no permiten de modo alguno el formar por su medio esta comunicacion. En la mayor parte del año no podria contarse ni aun con una corriente de nueve pies cuadrados de perfil el Chicapa que hemos visto que se seca una tercera parte del año tres leguas mas abajo de San Miguel. Y no son estas las únicas dificultades sino que tambien lo es la clase del terreno de pizarra que deja escapar el agua por sus inumerables comisuras, y obligaria á revestir de mampostería casi todo el canal que se formase. Por último este deberia tener un sin número de esclusas, puesto que desde San Miguel al llano de la venta, en solo tres leguas cortas de distancia, hay un desnivel de mas de 70 varas, y casi otras tantas desde el principio del llano hasta las lagunas en doble distancia, sin contar las que excederá San Miguel los arroyos del otro lado de la sierra. Lo mismo sucede por la parte de la Chivela y de Petapa, con la particularidad de ser allí mas escasas las aguas, acercarse menos, y por Petapa estar mucho mas alta la sierra. Tampoco se encuentran parages donde formar grandes depósitos de agua que acimenten y alimenten el canal. Como aquello es la cresta misma de la cordillera, los valles son muy pendientes, angostos, abriéndose en ángulo grande y por último la pizarra que deja escapar el agua inmediatamente, y asi que no se encuentran lagunas ni charcos. El mismo rio Coazacoalco es el único recurso que pudiera dar aguas suficientes en todo tiempo para conducirlas en un canal, que dividiéndose luego corriese á uno y otro mar. Su altura por las inmediaciones de Santa María Chimalapa difiere tan poco de la de San Miguel, que por grande que sea el error del barómetro, se debe esperar hallar al E., y no á mucha distancia de Santa María, algun pasage en donde puedan tomarse sus aguas para llevarlas á aquel otro punto. Pero las ocho ó nueve leguas que hay desde Santa María á San Miguel son de un terreno cortado por trés valles casi paralelos con la Cordillera. El primero de ellos, por donde corre el rio del Milagro, dista de Santa María media legua, y el cauce exterior por donde el camino está unas veintisiete varas pasa mas bajo que San Miguel; le divide del Iscuilapa un cerro doscientas varas mas alto que aquel valle, y 1 ancho de legua y media. Este valle es el segundo por donde corren los dos rios Iscuilapilla, que se juntan poco antes de llegar al Coazacoalco; está dividido el primero por los montes que hemos dicho. La elevacion de este segundo valle por el camino de Santa María parece superior á San Miguel en 29 varas, segun la indicacion barómetrica, y desde el rio Iscuilapa va elevándose sucesivamente el terreno hasta los montes que al N. de San Miguel forman la cresta de la cordillera. Este valle tendrá como media legua de ancho, y el terreno se eleva poco despues de aquellos rios y forma en seguida el tercer valle, por el que corren diferentes arroyos que van á reunirse al rio Alaman ;` este tercer valle tiene de ancho como dos leguas, y está 100 varas mas alto que San Miguel. ticos De suerte que si el grueso y ancho de los cerros graníque median entre el Coazacoalco y el rio del Milagro y entre este y el Iscuilapa, no son obstáculo, no seria difícil conducir las aguas del primero hasta San Miguel, sin que quedasen otras dificultades que las del terreno de pizarra, y mucho desnivel de las cercanías de este último punto. La empresa sin embargo se presenta gigantesca; y es problématico si sus gastos se compensarian por sus utilidades. Los planos que acompañan darán mejor idea, ofreciendo á la vista el resultado de la nivelacion barométrica que se practicó. Manifestando la gran dificultad que yo palpo para la formacion de un canal navegable que atraviese el istmo, queda solo la esperanza de un camino de rue * das que una el rio Coazacoalco con las lagunas de la costa del sur. Este, en mi opinion, es de fácil ejecucion y de cómodo uso, hecho navegable el Coazacoalco hasta su confluencia con el Alaman, se podria sacar de este punto un camino, que separando las ondulaciones que por allí forman los cerros de mediana elevacion vecinos al rio, iria por la orilla oriental del Alaman, Güelagüesa y Almoloyo hasta la Chivela, sin necesidad de mas puente de importancia que en el del riachuelo que baja de los potreros de la hacienda de Tarifa, y por un terreno que cada vez se hace mas igual, hasta volverse una verdadera llanura en las cercanías de la Chivela. Desde la confluencia de los rios hasta esta hacienda habrá como diez leguas. paso A poco rato de salir de la hacienda, y haber subido sensiblemente, se encuentra la cresta de la cordillera, y se empieza al instante á faldear y bajar de las sinuosidades de la sierra, en una extension de cuatro leguas, se llega al llano. La forma que toman allí los brazos que se desgajan de la sierra Madre presenta mucha facilidad para dar al camino un declive suave y uniforme hasta salir á la llanura, repartiendo como 250 varas, cuando mas, en cuatro leguas de distancia. Cinco arroyos se encuentran en estos cerros formando otras tantas hondonadas; pero son poco considerables, aun en tiempo de aguas, y probablemente estarán secos la mayor parte del año, excepto tal vez uno. Por último, seis leguas de llanura por un suelo co |