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ce correr de un lado á otro apoyándole encima una regla, á la que da movimiento; despues moja este rollo en un cubo de agua, lo vuelve á la mesa y le hace correr de nuevo durante algunos instantes. Entónces la crasitud ú óxido se desprende, y la aguja ha adquirido la suficiente claridad para distinguir por el color que tome, si el recocido se halla en el punto que conviene.

Se llevan estos rollos junto á las estufas de recocer, se abren y desarrollan. Dos artífices colocados á los dos lados de la cubierta de hierro de la estufa, que debe estar muy caliente, colocan encima de ella las agujas todavia mojadas, formando dos filas paralelas de 8 á 10 milímetros de espesor sobre 5 ó 6 decímetros de largo. Los artífices vuelven sin cesar las agujas sobre si mismas, apoyando sobre ellas una regla encorvada guarnecida de un mango de madera, con la cual hacen que las agujas que estan en la parte superior bajen, y las que estan en la inferior suban, para que todas participen uniformemente del calor, hasta que hayan adquirido un color de violeta oscuro, en cuyo caso se apartan de la cubierta de la estufa, y se echan en un arteson de madera colocado debajo de ella.

En seguida las arregla un operario paralelamente unas á otras por los procedimientos que anteriormente hemos descrito, y que ne repetirémos, porque esta operacion se verifica siempre que las agujas se echan revueltas.

En Neustadt se sigue un procedimiento mas espedito y seguro, para dar á las agujas el mismo grado de recocimiento: luego que las agujas estan templadas, se echan en una sarten llena de manteca de cerdo, la cual no tarda en inflamarse; se deja consumir enteramente 10

TOMO II.

y se sacan despues las agujas. Este método ahorra el trabajo de aclararlas.

Hay precision de enderezar las agujas que se hayan desfigurado por el temple. El artífice las toma una por una, las vuelve entre el pulgar y el índice, y con un martillo pequeño cortante, las endereza dándoles golpecillos sobre una bigornia de acero, y las echa en una caja. Ya no se trata de otra cosa mas que de pulirlas.

El pulimento es la operacion mas larga y no la ménos costosa en la fabricacion de las agujas. Si esta operacion exige imperiosamente un trabajo de muchos dias, la lentitud indispensable que se esperimenta está compensada con la multitud de agujas que la sufren á la vez. En efecto, se pulen por paquetes ó rollos que contienen hasta 500 mil, y la misma máquina que un solo hombre dirije y á la que da movimiento una corriente de agua, pule á un tiempo 20 ó 30 paquetes, es decir de 10 á 15 millones de agujas.

El ingenioso método adoptado en Aix-la-Chapelle para el pulimento de las agujas, exige cinco operaciones distintas que se repiten cada una diez veces. 1a Confeccion de los rollos; 2a esposicion de los rollos sobre las tablas del molino de pulir; 3a desengrasarlas en el tonel; 4 aecho; 5a arreglo de las agujas. La última operacion, que solo se ejecuta una vez, es el enjugar las agujas.

10 Construccion de los rollos ó paquetes. Para esta operacion se usa una mesa fuerte (fig. 17 y 18) solidamente fija contra una pared: en ella estan colocadas dos planchas paralelas AB, de 60 á 70 centímetros de largo, de 12 á 15 de ancho y á una distancia de 16 centímetros. Asi forman una especie de cubillo de ha

ceña en que se estiende la tela que debe servir para formar los paquetes. La plancha B no está sugeta á la mesa mas que por dos clavijas fuertes, y se quita cuando las agujas están arregladas en la tela, á fin de poder plegar y liar el rollo y el paquete con mayor comodidad.

Estiéndense sobre el cubillo (fig. 17) dos ó tres tiras de tela que hayan servido ya para esta operacion, de modo que colocadas unas sobre otras, cubran el fondo y lados interiores, y que desborden un poco del lado de B y mucho de la parte de A. Estas telas deben tener 4 ó 5 decímetros de ancho y de 6 á 7 decímetros de largo. Despues se ponen en el fondo muchas tiras de tela longitudinales, de 12 á 15 centímetros de ancho; se añade encima una tira de tela nueva, de iguales dimensiones que las primeras y mojada, lo que se hace para apretar el tejido, é impedir que el aceite se filtre por él.

Sobre el fondo, se estiende una capa de piedrecillas de una esquita cuarzosa, que se halla cerca de Aix-laChapelle, que se reduce á pequeños fragmentos de 1 á 3 milímetros de grueso: esta capa debe tener de 3 á 4 milímetros de espesor. Por encima y en la direccion de la longitud del rollo, se dispone una capa de agujas, gruesa de un centímetro y larga de unos cuarenta y cinco, lo que exije de siete á ocho longitudes de agujas ordinarias, que cubren proximamente la capa de piedrecillas que hay debajo.

Sobre las agujas se pone otra capa de piedrecillas semejante á la primera, y se cubre con otra de agujas, continuándose asi alternativamente hasta que se hayan colocado cinco capas de agujas que se cubren con la última capa de piedras. Encima de todo esto se echa

medio litro de aceite de colsa, vertiéndose lo mas uniformemente que sea posible.

Se levantan y replegan entónces los dos cabos de las tiras de tela segun su anchura; luego se levantan asimismo las tiras que cuelgan delante del cubillo, y se quita en seguida la plancha B. Se envuelve la masa de agujas en las telas apretándolas tan fuertemente como sea posible contra la plancha fija A, hasta que se haya envuelto toda la tela al rededor del rollo. Se estrechan entonces los dos estremos del rollo y se atan fuertemente con un nudo de cordel: levántase finalmente el rollo y se le pliega en un cuadrado de tela en que se envuelve sin atarlo, y asi se entrega al oficial encargado de terminar la operacion.

Éste, para conseguir apretarlos estrechamente, ata primero por el medio á un fuerte garfio fijo en la pared, y á un metro de altura, una cuerda ó bramante grueso de 12 metros de largo y de 4 á 5 milímetros de diámetro. Uno de los estremos de esta cuerda, lo ata á uno de los cabos del rollo, y se retira algunos pasos para tender bien la cuerda; entónces vuelve el rollo, el bramante le cubre en toda su longitud en hélices equidistantes entre sí, y cuida de apretar con fuerza cada vuelta ó hélice tirando y sacudiendo hácia él el rollo, de cuando en cuando.

Asi que el oficial ha llegado á uno ó dos metros de la pared, las vueltas de la primera longitud del bramante deben ocupar toda la del rollo. Descuelga entónces el cordel para prenderlo por su estremo, y vuelve hácia atras para estenderlo, haciendo girar el rollo como ántes, formando nuevas hélices, que pasen cruzando por encima de las primeras. Al llegar á un metro de la pared, desprende el bramante, y levan

tando unas despues de otras todas las espiras del cordel que cubre el rollo por medio de una clavija de hierro, entralaza el estremo del bramante con estas espiras y le asegura al fin por uno ó mas nudos. La fig. 19 representa uno de estos rollos.

Esta operacion es una de las mas importantes para el pulimento de las agujas, y cuando se ejecuta con cuidado é inteligencia, impide que se rompan ó doblen muchas agujas, contribuyendo á darles un pulimento mas hermoso.

20 Esposicion de los rollos sobre las tablas de los molinos de pulir. Hasta hace poco, no se ha sustituido en Aix-la-Chapelle el molino de pulir, perfeccionado por M. Molard mayor, á otro de que se servian de tiempo inmemorial. Este antiguo molino era semejante á la máquina para enderezar, que hemos descrito anteriormente, y representa la fig. 9; tenia defectos graves que ha hecho desaparecer M. Molard. Describámos este último molino.

Esta máquina representada en la fig. 20, que no difiere de la antigua sino en que 19 la tabla inferior MM es móvil en la nueva, cuando en la otra era fija, 20 que la tabla C tenia á la vez un movimiento horizontal, y otro vertical, mientras que M. Molard no ha conservado á esta tabla otro movimiento que el vertical, por cuyo medio pesa continuamente sobre el rollo; esta máquina tiene ademas la preciosa ventaja de recibir muchos rollos de agujas con espacios convenientes.

Una tabla MM de indeterminada longitud y de 7 á 8 decímetros de ancho, descansa sobre los rollos de madera B,B,B, colocados á espacios convenientes, recibe un movimiento horizontal sea por dos hombres ó por

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