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lebre grabador Callot, era conocido de Piranesi, que le empleaba tambien en sus grabados, que tanto se admiran en nuestros dias. No es de la misma naturaleza que el que con nombre de agua fuerte se encuentra en el comercio, y que no es mas que ácido nítrico, no entrando este ácido para nada en semejante composicion. Tuve yo mucho tiempo las recetas del agua fuerte de Callot y de Piranesi, que se asemejaban mucho en cuanto á la composicion, pero que sin embargo no eran idénticas. Compré este licor á los mercaderes que se proveen los grabadores, y despues de haberle analizado con mucho cuidado, pude componerle nuevamente segun las dósis reconocidas por la análisis; no contento con esto, lo entregué á un grabador que tiene la costumbre de usarlo, le comparó con el que compra, y me ha asegurado que aquel es por lo ménos tan bueno como este, y que aun le considera mejor, porque segun dijo, mordía mas pronto.

de

La composicion de esta agua fuerte tal como la entregué al grabador es la siguente:

8 partes de ácido acético débil, ó vinagre fuerte ; 4 idem de sub-dento acetato de cobre ó cardenillo (*); 4 idem de cloruro de sodio, sal marina;

4 idem de hidroclorato de amoniaco, sal amoniaco; 1 idem de sulfato de alumina y de amoniaco, alumbre; 16 idem de agua.

Se machacan exactamente las sustancias sólidas, se deslien en el vinagre, se añade agua, se procede hasta la ebullicion, se deja despues enfriar y se filtra.

Este licor se usa del modo siguiente: cuando se ha

(*) Puede remplazarse este por el acetato neutro doblando la dosis y disminuyendo la mitad de la del vinagre.

espuesto la plancha por cierto tiempo á la accion del ácido nítrico suficientemente dilatado en agua, despues de los procedimientos que el GRABADOR emplea, y detallarémos en esta palabra, quita el ÁCIDO NITRICO, lava despues repetidas veces su plancha con agua pura hasta que no quede ácido alguno, y la seca perfectamente; á continuacion echa encima el licor, cuya composicion acabamos de manifestar, y le pasa por toda la superficie, inclinando la plancha continuamente en todos sentidos, para que todos los rasgos esten limpios sin cesar, y que la especie de barro, que sin esta precaucion se acumularia en diferentes puntos, no impida al licor obrar sobre el rasgo ó carácter de cobre que debe permanecer á descubierto. Cuando hablemos del GRABADOR en dulce, verémos que este líquido no puede esparcirse fuera de la plancha, porque esta debe estar rodeada de un cuadro de cera de cerca de una pulgada de altura, y que ademas esta agua corrosiva no puede atacar sino el cobre que está á descubierto, porque el resto de la superficie ha de estar cubierta con un barniz inatacable por los ácidos.

Los grabadores no llaman ya á este líquido agua fuerte de Callot, sino agua fuerte de pasar, porque se sirven de ella para profundizar los rasgos ó lineamientos, cuando el ácido nítrico dilatado en agua los ha trazado al principio hasta cierto punto. Como el agua fuerte de pasar no muerde tan pronto como el ácido nítrico, el grabador no corre tampoco tan grandes riesgos empleándola para terminar su obra, como cuando acaba su grabado con el ácido nítrico. L.

AGUARDIENTE (Comercio). Nombre que se da vulgarmente al producto de la destilacion del vino y licores alcohólicos, destinados á servir de bebida. Seria

supérfluo repetir lo que sobre este asunto se ha espuesto y espone en distintos lugares de nuestro Diccionario; en las palabras ALCOHOL, AREÓMETRO, DESTILACION, DESTILADOR, ALAMBIQUE, etc., hallarán el comerciante, el químico y el consumidor, todo cuanto puede interesarles sobre la fabricacion del aguardiente de diversas especies, procedimientos para imitarlos ó aromatizarlos, diferentes proporciones del alcohol y del agua que pueden admitir, el uso de los términos de espíritus tres cinco, tres seis, tres siete, prueba de Holanda, etc. Mas un punto que importa tratar en este lugar, es el modo de percibirse en lo venidero por el fisco los derechos impuestos sobre los licores alcohó licos, pues desde la publicacion del artículo AREÓMETRO (entiéndase de la obra original, y que se habla del gobierno frances), el gobierno ha sustituido al modo de percepcion vago, cuyos efectos esperimentábamos, un procedimiento equitativo y sencillo, mandando que el derecho se arregle á la cantidad de alcohol absoluto que el líquido contiene, deduciendo el agua que se halle combinada con él. Conviene pues rectificar aqui lo que los cambios los cambios que hace poco se esperimentan con este motivo, obligan á los comerciantes á conocer perfectamente, por su mismo interes.

Los aguardientes y licores alcohólicos en cubas, pagan un derecho de entrada de 81 fr. 40 por hectolitro de alcohol absoluto, de los cuales 30 fr. son para el estado, y el resto por la concesion; y si se añade el décimo que hace subir el derecho á 89 fr. 54 por cada 100 litros de alcohol puro, cerca de 18 por litro ó 6 fr. 82 por vella (medida holandesa que vale dos azumbres y tres cuartillos) de 7, 61 litros. Los frutos en aguardiente y licores espirituosos de toda especie, pa

gan el derecho de 18 sueldos por botella, sin deduccion del agua que contienen.

Para regularizar el percibo de este derecho, ha sido pues necesario tener medios de evaluar la cantidad de alcohol contenido en un líquido, en todas las temperaturas de nuestro clima. Muchos han ofrecido al gobierno estos medios, y consultada la Académia de Ciencias, se ha adoptado el instrumento presentado por Gay-Lussac con el nombre de alcohómetro centesimal. Tiene la forma de su areómetro ordinario, pero los grados de su escala estan señalados segun esperimentos particulares. Este sabio físico ha preparado con todo el cuidado con que procede en sus trabajos, diversos licores, en los cuales las proporciones de alcohol y de agua varían segun las dósis conocidas: siendo diferentes las densidades de estos líquidos, dejan salir la vara del areómetro sobre el nivel en proporciones tambien distintas, que anotaba en un patron. De este modo marcaba la escala en divisiones que indicaban las proporciones crecientes del alcohol; por ejemplo, 10, 20, 30.... volúmenes iguales de alcohol sobre 100 de mezcla á la temperatura de 150 centígrados, ó 12o de Reaumur. Dividiendo los espacios intermedios muy desiguales entre si en partes iguales, se consiguen con toda la precision de que son susceptibles los areómetros, las cantidades de alcohol absoluto contenidas en los licores de diferentes fuerzas. Se puede asegurar, por ejemplo, que á esta temperatura, el líquido espirituoso que marca en el alcohómetro 51, contiene 51 partes de alcohol puro sobre 100 en volúmen, y por consiguiente 49 de agua. Esta es á corta diferencia la fuerza del aguardiente á prueba de Holanda. El cero de la escala corresponde al nivel de la inmersion en

agua pura, y el 100mo grado al nivel en el alcohol absolato.

Los alcohómetros generalizados en el comercio, estan construidos sobre este patron, adoptado por el gobierno; la mayor parte de los ingenieros los fabrican muy bien, pero los que salen del establecimiento que dirije Gay-Lussac, son los únicos que emplea la administracion de las contribuciones indirectas, que le ha concedido el suministro de ellos, como indemnizacion de sus investigaciones.

No es necesario que estos instrumentos marquen mas que de 30 á 95 grados, porque en estos límites se contienen todos los licores alcohólicos del comercio, y aun se fabrican algunos, cuya escala tiene menor estension, para que el instrumento pueda señalar fracciones de grados y adquirir mayor sensibilidad. Los grados crecen numericamente de abajo arriba; hácia abajo los espacios que separan las divisiones son mucho menores, y estas se apartan mas, conforme aumenta la fuerza alcohólica; este instrumento parece poco apropósito para medir la fuerza de los licores que contienen mucha agua.

Si un tonel de 524 litros, contiene espíritu á 71 grados del alcohómetro, supuesto que los 71 centésimos de este volúmen son de alcohol puro, multiplicando 524 por 0, 71 se hallarán 372 litros que deben el derecho de 89 fr. 54 por hectolitro, y multiplicando estos dos números, se hallarán 333,10 por el derecho de entrada, comprendiendo en él el décimo.

Mientras que la temperatura se conserve á 15o, el instrumento basta á todas las necesidades; mas si el grado termométrico sube, por una parte aumenta el volúmen del líquido, y por otra profundizándose mas

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