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minasen con la mayor escrupulosidad el terreno comprendido entre la barra de Huasacualco y la rada de Tehuantepec, encargándoles al mismo tiempo que se asegurasen de si, como se suponia vagamente, entre los pequeños rios de Ostuta, de Chicapa ó Chimalapa, habia alguno que por sus ramificaciones.comunicase con los dos mares. Encontraron que ningun rio desaguaba á un mismo tiempo en el grande Océano y en el Océano atlántico; que el rio Huasacualco no nacia, como lo habian asegurado al virey, cerca de la villa de Tehuantepec, sino que subiendo por él, mas allá del salto, y aun hasta el antiguo desembarcadero de Malpaso, todavía quedaba una distancia de mas de 26 leguas hasta las costas del mar del Sur. Observaron que una cordillera de montañas de poca altura divide las aguas entre el mar de las Antillas y el golfo de Tehuantepec. Esta pequeña cordillera se prolonga del E. al O. de los cerros de los Mijes, habitados en otro tiempo por un pueblo salvage y guerrero *, hácia la alta mesa del portillo de Petapa. Sin embargo el ingeniero Cramer afirma que al S. del pueblo de Santa María de Chimalapa, las montañas forman mas bien un grupo que una cordillera no interrumpida, y «que existe un valle trasversal, en el cual se podria abrir un canal de comunicacion entre los dos mares ». Este canal, que reunirią las aguas del rio de Chimalapa á las del rio del Paso (ó Malpaso), no tendria mas que

* Cartas de Cortés, pág. 372.

6 leguas de largo: las barcas subirian por el rio Chimalapa, que es de fácil navegacion, desde Tehuantepec hasta el pueblo de San Miguel; de allí pasarian, por el canal proyectado en tiempo del conde de Revi llagigedo, al rio del Paso. Este rio vierte sus aguas en el de Huasacualco, cerca de las bodegas de la fábrica; su navegacion es penosa en extremo, á causa de siete raudales que se cuentan entre sus fuentes y el embocadero del rio de Saravia.

Seria en extremo importante hacer examinar de nuevo este terreno por ingenieros instruidos, para decidir, si, como lo ha creido Cramer, el canal de los dos mares puede ejecutarse sin escluŝas ó sin planos inclinados; y si, haciendo saltar las rocas con pólvora, se puede profundizar la madre del Paso y de Chimalapa. El istmo, rico de ganados, podria, por su gran fertilidad, ofrecer producciones preciosas al comercio de Veracruz. Los hermosos llanos de Tehuantepec serian susceptibles de riego, sangrando el rio de Chimalapa: estos llanos, en su estado actual, ya producen un poco de añil y de cochinilla de superior calidad. Antes que se estableciesen en la isla de Cuba la de Pinos, los cortes de maderas de cedro caoba (Cedrela odorata y swietenia mahagony), los astilleros de la Habana tomaban sus maderas de construccion en el espeso bosque que cubre la falda setentrional de los cerros de Petapa y de Tarifa. Entonces el istmo de Tehuantepec era muy concurrido, y las ruinas de muchas casas que se ven aun en las dos már

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genes del rio Huasacualco, son de aquella época. Las maderas de cedro y de caoba se embarcaban en las Bodegas de Malpaso.

Para evitar los siete raudales del rio del Paso, se

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estableció, en 1798, un nuevo desembarcadero, en el embocadero del rio Saravia; por este camino se conducia á Veracruz y á la Habana el tasajo de Tehuantepec, el añil de Goatemala, y la cochinilla de Oajaca. Se ha abierto un camino desde Tehuantepec por Chihuitan, Llano Grande, Santa María, Petapa y Gu chicovi, al nuevo puerto de Veracruz, por el cual se cuentan 34 leguas. Los productos que se destinan para la Habana, no bajan hasta el embocadero del rio Huasacualco, ó hasta el fuertecillo de este nombre, por el temor de exponer las canoas á los vientos del norte 'durante la travesía, que es bastante larga desde la barra de Huasacualco al puerto de Veracruz; sino que se desembarcan los géneros al Paso de la Fábrica, y de allí se llevan á lomo por el pueblo de Acayucan á las orillas de rio de San Juan, en donde los embarcan de nuevo en piraguas muy grandes, para llevarlos por la barra de Tlacotalpan, al puerto de Veracruz.

y

De algunos años á esta parte, los caminos de Tarifa

de Petapa estan llenos de troncos de cedrela que se han cortado inútilmente de órden de algunos comisarios de marina. Estos troncos, que son los mas hermosos del bosque, se estan pudriendo, sin que nadie se acuerde de llevarlos á la Habana. Los habitantes de las colonias españolas estan acostumbrados á estas dis

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posiciones que no tienen ningun resultado, y las atribuyen á la ligereza con que los ministros acogen y abandonan los proyectos. Poco tiempo antes de mi estancia en las orillas del Orenoco; unos comisionados del rey remontaron este rio hasta el embocadero del Caróny, para contar todos los árboles que podian ser útiles en las construcciones navales: midieron su diámetro y altura, y señalaron un número tan considerable de troncos de cedrela, laurus y cosalpina, que todos los astilleros de Europa juntos no hubieran podido emplearlos en diez años. No se cortó ningun árbol; y este largo y penoso trabajo no tuvo otro resultado que el de ocasionar gastos al gobierno.

Si algunas indagaciones nuevas demostrasen la ninguna utilidad de construir un canal en el ittmo de Tehuantepec, á lo menos el gobierno deberia estimular á los habitantes de esta provincia á mejorar el camino por el Portillo de Petapa al nuevo puerto de la Cruz. Una parte de los productos del reino de Goatemala, los de la intendencia de Oajaca y de Tehuantepec, podrian en todo tiempo venir á Veracruz por este camino. A mi salida de Nueva - España, en 1804, el trasporte de géneros á lomo desde Tehuantepec á Veracruz por Oajaca, costabą á 30 pesos la carga: los arrieros ocupaban tres meses en andar un camino, que en línea recta no tiene mas que 75 leguas. Conduciendo los productos por el istmo y por el rio de Huasacualco, el porte de cada carga no costaria mas que 16 pesos; y como desde el Paso de la Fábrica hasta

Veracruz no se tardan mas que diez dias poco mas ó menos se ganan cerca de setenta en toda la travesía. El consulado de Veracruz, que ha manifestado el zelo mas laudable para abrir este nuevo camino al comercio interior, abolió, en 1803, el derecho de 5 por 100 á que estaban sujetos los géneros que se embarcaban en el rio Huasacualco: este derecho se conocia bajo el nombre absurdo de derecho de tierra caliente. He creido importante publicar con la mayor exactitud todo lo tiene relacion con las comunicaciones proyectadas entre los dos mares porque la topografia del istmo de Tehuantepec es del todo desconocida en Europa; y á vista de las noticias que acabo de dar, es indudable que este punto del globo merece tanto la atencion del gobierno como el Chamaluzon, el lago de Nicaragua, el istmo de Panamá, la bahía de Cupica, y el barranco de la Raspadura, en el Choco.

que

El comercio exterior del reino de Nueva-España segun la situacion de sus costas, se compone naturalmente del comercio del mar del sur, y del que se hace por el océano Atlántico. Los puertos de las costas orientales son Campeche, Huasacualco, Veracruz, Tampico y Nuevo-Santander; si se pueden llamar puertos unas radas rodeadas de bajíos, ó de embocaderos de rios cerrados por barras, y que ofrecen un pobre abrigo contra el furor de los vientos del norte. En el capítulo tercero hemos explicado las causas

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