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sia donde concurre el Vecindario: por que es público y notorio que ninguna casa y familia de este Valle puede costear mantillas para todas sus mugeres, ni capas para todos los barones. Las familias que tienen algún haber, que son pocas, cuando mas costean dos mantillas para todas las hijas, aunque sean muchas, y dos capotes ó cobos para que se cubran los hombres; y V. Señoría Ilustrísima ha notado muy bien que una misma ropa en ambos sexos ha llegado en distintas personas y familias las treinta y cuarenta veces repetidas para poder presentarse á recibir el Santo Sacramento de la Confirmación y acaso por esta razón la piedad de V. Señoría Ilustrísima se ha explayado á dar tantas Mantillas y sanaguas en esta Provincia, y especialmente en la Capital de Cartago.-En todo este Valle los pobres de ambos sexos se comunican entre sí para el tráfico, ó cubiertos los hombres con media mantą ó vestidas de gala las mugeres con un pañuelo por la cabeza: con este afán viven entre la desdicha y desnudez, contentos con el alimento que les dá lo fertil del País; pero les retrae para venir á la Parroquial á misa su misma vergüenza y indecentísimo traxe; y de esta nace que cuando más concurren á la Iglesia los Domingos y días festibos la décima parte de los habitantes, que son los que pueden presentarse medianamente vestidos; y aquí está el escrúpulo y desconsuelo de un Cura Párroco; porque importa poco que todos los Domingos se explique la Doctrina, como lo ejecuta, si la mayor parte de sus feligreses no puede venir á oirla.-Remediar tan general y estrema desnudez sólo Dios puede; pues todos los haberes Reales, no alcansarían para socorrerla. Sólo un remedio encuentro en lo humano y es el mismo que V. Señoría Ilustrísima ha tomado en los pueblos y rancherías que ha visto; y es el de proporcionar la distancia del distrito y marco de la Parroquia, poniendo en la mediación de este Valle una Iglesia, bien sea ayuda de Parroquia para conservar el Divinísimo Sacramento, o bien sea oratorio público donde á lo menos tengan los días de fiesta la Santa Misa y esplicación de Doctrina-En el Curato de Esparza y en el de Nicoya socorrió V. Señoría Ilustrísima aquellas desamparadas almas, poniéndoles el Divinísimo Sacramento permanente con los Sagrarios de las tres Villas, Guanacaste, Bagases y Cañas, y todos aquellos fieles logran ya el consuelo de que han estado pribados tantos años: pues, Señor Ilustrísimo, ¿por qué no han de lograr esta misma piedad y beneficio las obejas del dilatado Valle de Heredia? estos son fieles vasallos del Rey, cuyo paternal amor no se puede negar á concederles su Real per

miso. Verdad es, que en las tres citadas Villas encontró V. Señoría Ilustrísima tres Iglesias hechas, en las que se administraba la Santa Vnción á los moribundos, y que en este dilatado Valle no hay más Iglesia que en esta Villa Vieja de Heredia, pero también es cierto que en ninguna de las tres referidas Villas estarían sus vecinos tan dispuestos para hacer su Iglesia como lo están los de este Valle. Convida la abundancia y fertilidad del terreno, la multitud de familias que lo desean y piden con ansia; y por relación adjunta veerá V. Señoría Ilustrísima que, sin esperanzas alegres, en pocos años podrá ser la población mas grande de Costarrica-En medio de este Valle están situados cinco Barrios habitados y cultivados de los vecinos de Casa abierta contenidos en la relación que acompaño; y son los Barrios de la Alajuela, Siruelas, Targuas, Puás, y Río Grande: los fertilizan dos ríos llamados Siruelas y Alajuela, con tanta facilidad, que sin puentes, presas, ni calzadas va el agua toda por donde quieran llevarla. El temperamento es sanísimo, el terreno fertilísimo y franquea, las mejores y más cercanas maderas para la fábrica de las Casas; ninguna cosa es más interesante al estado, que las poblaciones, y en parte alguna será tan fácil y con tanta brevedad hecha, como en el sitio que llevo demarcado. Este lo han elegido los mismos vecinos que conmigo y este memorial se presentan y con las mayores ansias piden á V. Señoría Ilustrísima el remedio de su desamparo.- Como poco prácticos en estos negocios no han conseguido su fin, aunque lo han solicita lo muchas veces. Acudieron á Guathemala ante el muy Ilustre Señor Presidente y Vice real Patrono, para obtener su permiso; pero como pobres y dispersos por todo el Valle, ni se han podido para acordarse en el asunto, ni han podido costear los gastos necesarios para practicar las diligencias precisas. Con la ocasión de ser preciso á V. Señoría Ilustrísima pasar por este sitio para volverse á la Capital de León, esperan estos Pobres su consuelo, por que tocará visiblemente lo que es dificil de explicarse con la pluma; y yo, como su Cura y que tanto interés debo tener en el bien espiritual y temporal de estos feligreses, ruego rendidamente á V. Señoría Ilustrísima, que por un efecto de su bondad y por las entrañas de nuestro Señor Jesucristo, se digne hacer mansión dos ó tres días en aquel paraje para confirmar á todas las personas, que por retiradas y pobres, no han podido pasar á efectuario en esta Villa; con este motivo tocará palpable cuanto expongo en este memorial. Veerá V. Señoría Ilustrísima un ormiguero de almas derramadas, ó por mejor decir, arrastradas para buscar su ali

per

mento en este Valle. Le llamo ormiguero por la multitud ó confusión, que es tan grande, que nunca se ha podido en los padrones concertar el número fijo de vivientes, y de esto nace la variedad que en ellos continuamente se encuentra; en unos resultan doce mil personas, en otros catorce y quince mil, y en el que ahora se ha formado para las confirmaciones, resulta que pasan de diez y ocho mil las sonas vivientes. Entre tantas' parece imposible que algunas no se aprovechen del pasto espiritual de la Doctrina de V. Señoría Ilustrísima y del bien espiritual que tenga por conveniente dejar dispuesto para el aprovechamiento de estos pobres.-A V. Señoría Ilustrísíma pido y suplico se digne atender á los clamores de estos desvalidos feligreses que exponen por medio de su Cura, que, postrado humildemente á V. Señoría, le ruega que los atienda, quedando en la obligación de pedir á nuestro Señor guarde la importante vida de V. Señoría Ilustrísima muchos años. Villa Vieja á diez y ocho días del mes de Septiembre de mil setecientos ochenta y dos años.-Ilustrísimo Sor.: Beso la mano de V. Señoría Ilustrísima su atento Súbdito y Capellán -Juan Manuel López del Corral.

Auto

En la Santa visita de Villa Vieja á veinte y dos dias del mes de Septiembre de mil setecientos ochenta y dos años: El Ilustrísimo Señor Don Esteban Lorenzo de Tristán, Obispo de Nicaragua y Costarrica, mi Señor. Habiendo visto el pedimento y memorial que antecede dijo: Que debía mandar y mandó que se reciba Información de testigos practicos fidedignos y que tenga cabal conocimiento del Valle de Eredia y de los vecinos que habitan en los cinco barrios que en dicho memorial se expresan; los que se examinen sobre los puntos contenidos en el pedimento del Cura de Villa Vieja; para en su visita proceder á lo que haya lugar Y así mismo mandó su Señoría Ilustrísima que, sin embargo de los muchos días que en esta dicha Villa ha confirmado, por el Cura Don Juan Manuel del Corral, se avise á los vecinos de dichos Barrios que, para alivio y consuelo de los feligreses que por su desnudez y pobreza no han podido venir á confirmarse á esta Iglesia, su Señoría Ilustrísima pasará personalmente á practicarlo á dicha Valle, y al mismo tiempo á reconocer las ventajas y proporciones que ofrezca para establecer en él Iglesia ayuda de Parroquia que socorra la necesidad de tantas almas, y poder con toda verdad y conocimiento informar de su urgente

necesidad al Muy Ilustre Señor Presidente Don Matías de Gálvez, Vice-real Patrono de este Reyno; y que en su visita dé la licencia necesaria, según las leyes del R Patronato. Y por este su auto así lo proveyó y firmó su Señoría Ilustrísima de que yo su Secretario y Notario mayor de Visita doy fé.-Esteban Lorenzo, Obispo de Nicaragua.-Ante mí -Francisco de Paula Soto, Secretario Notario mayor de Visita.

Notificación

En el mismo día mes y año, yo el Secretario notifiqué é hice saber el auto que antecede á Don Juan Manuel del Corral, Cura de Villa Vieja, quien entendido dijo: que avisaría á los vecinos del Valle para que estuviesen prevenidos y se confirmasen cuando su Señoría Ilustrísima pase personalmente á ejecutarlo; esto respondió, y lo firmo doy féSoto, Secretario.

Declaración de Lorenzo Loria, Alcalde.

En el Valle de Villa-Vieja de Heredia, á diez días del mes de Octubre de mil setecientos ochenta y dos años: el Ilustrísimo Señor Don Esteban Lorenzo de Tristán, Obispo de Nicaragua y Costarrica, mi Señor, estando en el barrio que llaman de la Alajuela á donde comparecieron los vecinos que tienen Casa abierta en dicho barrio, y así mismo los que la tienen en los Barrios de Targuas, Siruelas, Puas y Río-grande que circundan y rodean el llano y espacio de tierra que hay entre los dos Ríos llamados de la Alajuela, y Siruela, mandó su Señoria Ilustrísima comparecer ante sí á Lorenzo Loría, Alcalde á prevención de dicho Valle, de quien por ante mí el Secretario y Notario, recibió juramento que hizo á Dios nuestro Señor, y una señal de en forma de derecho, bajo el cual ofreció decir verdad en lo que supiere y fuere preguntado; y siéndolo por el tenor del pedimento que está por cabeza de estos autos dijo lo sigiente:

Preguntado si tiene pleno conocimiento de las familias que habitan y pueblan estos cinco barrios, dijɔ: Que, siendo como es Alcalde a prebención de dicho sitio, por razón de su oficio y por haber vivido toda su vida con Casa abierta en el de la Alajuela, tiene cabal noticia y conocimiento de todos los vecinos de Casa abierta que hay en los cinco barrios, y que le parece que poco más o menos serán doscientos y cincuenta, los cuales cultiban sus tierras y tienen sus ganados que, aunque no son muchos, con ellos lo van pasando y criando sus hijos; y responde—

2 Preguntado si el terreno es saludable, fértil y abundante de frutos, Dijo: Que en toda la provincia no hay terreno tan fértil y abundante para todos los frutos y especialmente para la cria de ganados y caña dulce para los trapiches; por lo blando del temperamento, que ni es frío ni caliente; y también por que tiene dos Ríos que lo rodean, el uno el de la Alajuela que con toda su agua se puede regar todo el terreno; y el otro el de Siruelas, que por la parte de abajo puede igualmente regar como el antecedente; de lo que resulta lo saludable del terreno, por que las aguas son de Sierra delgadas y provechosas para todos los habitantes, como por la experiencia se conoce y responde—

3 Preguntado si los vecinos de estos Barrios están bien administrados por su Cura de Villa Vieja, ó que si necesitarán de otro Párroco para que pueda administrar el Valle, Dijo: Que su Cura y sus Coadjutores administran bien á todos sus vecinos, especialmente á los moribundos, y que ninguno se ha muerto sin Sacramentos siempre que los han llamado, pero no obstante todos los vecinos desean tener una Iglesia en el Centro del Valle para su Socorro Espiritual, poder oir Misa entre año, confesar y comulgar; por que todos en la provincia saben que la mayor parte de estos vecinos viven con mucha pobreza y que no pueden vestirse para parecer en la Villa; y que por esto en todo el año ni van á ella ni oyen Misą ni se confiesan, y que para cumplir con la Iglesia; andan buscando ropa prestada, y como no todos la pueden encontrar, muchísimas se quedan sin cumplir con la Iglesia; y sabe el testigo son muchísimas las personas á quienes les sucede este trabajo, por que están desnudas, y no encuentran quien les preste ropa para ir á la Villa; y también sabe que por esta razón, hay muchas mugeres y algunos hombres, desde quince á veinte años de edad, que, desde que se bautizaron, no han visto la Iglesia ni han oido Misa, ni se han confesado ni cumplido, con la Iglesia; y si todos estos tuvieran una Iglesia ó ayuda de Parroquia en medio del Valle, donde todos los vecinos saben su pobreza y desnudez, sin vergüenza irían á Misa y se confesarían, oirían la Doctrina, y con facilidad para poco rato las mas pobrecitas encontrarían quien les prestase ropa, mantilla ó pañuelo con que cubrirse la cabeza, y cumplirían á su tiempo con los preceptos de la Iglesia y no se verían tantas almas en el desamparo que se ven; y responde.

4 Preguntado, que con qué fondos se ha de levantar la Iglesia que piden los vecinos, siendo estos tan pobres como lleva dicho, Dijo: Que los pobres concurren con su

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