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Preguntado si les hizo requerimientos que viniesen de paz, dijo que no lo sabe; é de allí fueron á Angoyaco é se tomó gente é alguna della se castigó quemándolos é echándolos en hoyos que ellos tenían hechos.

Preguntado si les hizo á los dichos indios requerimientos para que viniesen de paz, dijo que no lo sabe; é de allí el dicho capitán Alonso de Alvarado envió á Diego de los Ríos con cierta gente españoles por cierta gente de indios para tamenes; é el dicho Diego de los Ríos fué é trajo ciertos indios atados é trajo ovejas.

Preguntado si el dicho Diego de los Ríos mató gente, dijo que no lo sabe porque no fué allá.

Preguntado si les hizo los requerimientos que Su Majestad manda, dijo que no lo sabe, etc.

É de allí fué todo el real á Sumichaca, donde se hallaron mucha gente de indios de guerra é los desbarataron los cristianos á los indios, é que el dicho Alonso de Alvarado mandó juntar una plaza de indios é indias é les mandó matar á todos, sin los que se alancearon, que fueron muchos.

Preguntado si primero que se hiciese la guerra é el dicho castigo, si les hicieron á los dichos indios los requerimientos que Su Majestad manda para que viniesen de paz, dijo que no lo vido ni lo sabe; é de allí fueron por su camino hasta Guamanga é allí mandó matar el dicho Alonso de Alvarado un orejón capitán del Inga é lo mataron; é de allí fueron á Andaguailas, donde el dicho Alonso de Alvarado con el ejército estuvo ciertos días; é de allí se recogió mucha gente de los naturales de aquella provincia, é ovejas, é el dicho Alonso de Alvarado mandó herrar allí cierta cantidad de indios é indias por esclavos con un hierro á manera de Q, caliente en el fuego, se lo ponían en el rostro hasta que quedaba señalado.

Preguntado que si esta provincia salió de guerra al dicho Alonso de Alvarado é á los que iban con él al camino á defendelles el camino, ó si los esclavos que se herraron si estaban quietos é pacíficos é de paz, dijo que los dichos indios de la dicha provincia de Andaguailas é los que herraron por esclavos, no vido que saliesen á dar guerra á los cristianos, sino que se estaban en sus pueblos, é los yanaconas los traían de sus pueblos é los herraban por mandado del dicho Alonso de Alvarado.

Preguntado que si cuando los dichos esclavos los herraron, que si

el dicho Alonso de Alvarado los hablaba é decía que por qué los hacía esclavos, dijo que no lo vido, é que vido que trujeron de aquella provincia ovejas, é de allí fué el dicho capitán con la dicha gente á Cochacajas, é estando, allí vido que llegó allí un Pedro Gallego con una carta de Hernando Pizarro, la cual este testigo no vido, mas de que públicamente se dijo en el real que la carta era de Hernando Pizarro é decía en ella que si era capitán el que iba á la dicha ciudad del Cuzco é no era el Marqués, que se retirase é se fuese á su gobernador é no entregase la gente al adelantado don Diego de Almagro, que era recibido por gobernador en el Cuzco é le tenía preso al dicho Hernando Pizarro, é el dicho Alonso de Alvarado vido este testigo que no se retiró, sino antes proveyó á Per Álvarez con ciertos de caballo á correr el campo é ver lo que pasaba; é el dicho Per Álvarez fué é no volvió, porque lo prendió gente del dicho Almagro; é el dicho Alonso de Alvarado puso españoles en los caminos reales é puentes, é hizo algaradas é mandó cortar picas é aderezar arcabuces é se puso á punto de guerra; é desde á pocos días supo este testigo que habían venido de parte del dicho don Diego de Almagro, Diego de Alvarado, é Gómez de Alvarado, é Diego de Mercado é otras personas, é con ellos un Hernando de Sosa, escribano del Rey, los cuales este testigo no vido venir, mas de que se lo dijeron que habían venido con ciertas provisiones; é después vido este testigo presos á los susodichos mensajeros, que eran cuatro, presos en una cárcel que se hizo de piedras, é que cree este testigo que estaban con prisiones presos, que este testigo no los vido, mas de que estaban presos é con guardas por mandado del dicho Alonso de Alvarado; é dende á pocos días supo este testigo, aunque no los vido, como habían venido del Cuzco de parte de Almagro dos españoles que decían que traían provisiones del Rey para notificar al dicho Alonso de Alvarado, é que los que estaban guardando la puente no los dejaron pasar; é desde á pocos días este testigo vido que vino el dicho adelantado don Diego de Almagro con cierta gente é vido que tenía preso al dicho Alonso de Alvarado, é tomada en sí toda la gente que con él traía, é lo llevó preso al Cuzco é le mandó meter en un cubo á él, á Gonzalo Pizarro é á otras personas é particulares, é este testigo se vino á la ciudad de los Reyes á juntarse con su gobernador; é desde á pocos días vió este testigo que vino á la dicha ciudad el dicho Alonso de Alvarado é Gonzalo Pizarro, é el Marqués don Francisco Pizarro juntó gente é la envió al Cuzco é por capitán della Hernando Pizarro, é vido este testigo que

el dicho Alonso de Alvarado fué con la dicha gente por capitán de cierta parte della, é vido este testigo que en las Salinas, junto al Cuzco, el dicho Hernando Pizarro é sus capitanes é gente, é el dicho adelantado don Die

go de Almagro é sus capitanes é gente se dieron una batalla campal en que en ella de una parte é de otra murieron muchas gentes, se robaron bienes, aunque Hernando Pizarro mandó volver los que á su noticia vino.

Preguntado si después de rompida la batalla é después de rendida la gente de Almagro, si sabe que matasen alguno, dijo que este testigo oyó decir que, llevando uno á un Ruy Díaz á las ancas de su caballo, le mataron, no sabe este testigo quién, é que á un Pedro de Lerma, estando en su posada en su cama, oyó decir que le mataron estando en la

cama.

Preguntado si sabe quién son los que le fueron á matar ó quién lo mandó matar, dijo que este testigo oyó decir que fué uno de los que le mataron Pedro de Samaniego é Juan de Málaga, que es ya difunto, é Alonso de Ávila, é Bernaldino de Valencia, é Juan de Vargas, é que esto no lo vido sino que se dijo por ahí.

Preguntado si el dicho Alonso de Alvarado ha sido humilde á sus gobernadores é hecho lo que le han mandado por sus mandamientos é provisiones, é si ha sido en algunas maneras de alboroto, dijo que lo que sabe es que, yendo el dicho Hernando Pizarro con el ejército para el Cuzco, cinco leguas de dicha ciudad del Cuzco, el dicho Alonso de Alvarado envió una carta de desafío al dicho Hernando Pizarro, é no hubo efeto, porque Gonzalo Pizarro é otros caballeros lo remediaron; é que estando en la ciudad de los Reyes, un día, estando en la sala del Marqués don Francisco Pizarro este testigo, junto con el dicho Marqués, el dicho Alonso de Alvarado é Gómez de Alvarado é Francisco de Chávez, hubieron ciertas palabras en que en efeto los dichos Alonso de Alvarado é otros que con él estaban, echaron mano á las espadas delante del dicho Marqués, é el dicho Alonso de Alvarado echó mano á la espada é el Marqués é este testigo le tuvieron que no la sacase, é este testigo le retrajo á el dicho Alonso de Alvarado, que era mal hecho hacer semejante desacato delante de su gobernador, é otras palabras que no se acuerda, é que no embargante esto, una noche salieron al campo á de safío los dichos Alonso de Alvarado é Gómez de Alvarado, é este testigo oyó decir que al dicho Alonso de Alvarado que lo había desafiado al

licho Gómez de Alvarado é que por lo susodicho hubo en la dicha ciudad alboroto é escándalo; é este testigo vido que los que el dicho Alonso de Alvarado llevó consigo á la sala del Marqués cuando echaron mano á las espadas, que eran diez ó doce, todos iban armados, unos con cotas é otros con arcabuces; é que estando en la provincia de Jauja con el señor gobernador Vaca de Castro, estando con el ejército de Su Majestad allí, que iba á pacificar la tierra contra don Diego de Almagro é sus secaces, este testigo supo de Per Álvarez, siendo capitán é maestre de campo del ejército, le envió una carta á Alonso de Alvarado diciéndole que no estoviese enojado el dicho Alonso de Alvarado dél, porque él había hecho lo que el señor gobernador le había mandado, é el dicho Alonso de Alvarado oyó este testigo decir que le había escrito una carta al dicho capitán Per Álvarez de desafío, é este testigo vido que Alonso de Alvarado se armó é mandó juntar é juntó mucha gente armada contra el dicho capitán Per Álvarez, é sabido esto, el señor gobernador Vaca de Castro, con mucha cordura é mostrando su persona el valor que tenía, prendió al dicho Alonso de Alvarado é envió á prender al dicho Per Álvarez é mandó dar un pregón con graves penas que ninguno acudiese á los sobredichos, el cual pregón se dió, é remedió el caso de tal manera, que no allegó en efeto lo susodicho, porque si llegara fuera muy deservido Su Majestad, por estar don Diego é sus secaces cerca; é que en el Cuzco, sobre ciertos pleitos de indios, el dicho Alonso de Alvarado desafió á Diego de Carvajal, é el señor gobernador remedió el caso que no llegase en efeto.

Preguntado si el dicho Alonso de Alvarado ha cumplido los manlamientos de sus gobernadores, dijo que ya tiene declarado lo que sabe, que lo que ha oído decir es que el señor Gobernador le envió un mandamiento para que no saliese destos reinos, é que dicen que el dicho Alonso de Alvarado respondió á él no sabe qué cosas, é que sabe que es público é notorio que, no embargante esto, se fué á España; é que sto es lo que sabe, etc.

Preguntado si el tiempo que este testigo anduvo con el capitán Francisco de Chávez, si la guerra que hizo á los indios si la hizo conforme à las ordenanzas reales de Su Majestad, enviándoles á hacer los requerimientos, dijo que de continuo este testigo vido que el dicho Francisco de Chávez enviaba á llamar de paz á los caciques é indios, salvo que, después de venidos de paz los Conchucos, vido que ahorcó é ape

rreó hasta diez ó doce prencipales de la provincia de los Conchucos; é que en lo que toca á robos, que este testigo vido que el dicho capitán envió á llamar á los indios de Aliaga é Barba, é los de Aliaga vinieron de paz é á servir á los cristianos, é que antes que se cumpliesen los términos é plazos que les dió á los dichos indios para venir, les robaron más de diez mill ovejas é bastimentos de maíz, é después de esto vinieron de paz todos los caciques del dicho Aliaga, á los cuales se les robó la cantidad de ganado que dicho tiene, é antes cree que eran más que no menos, é no les mandó volver las ovejas, ni algunas dellas, salvo este testigo, que la parte que le cupo de ovejas la dió á un Hontiveros, criado de Aliaga; é ansimismo lo hicieron algunas personas amigos del dicho Aliaga, porque todas las otras las llevaron, é el dicho capitán se llevó su parte sin volver ninguna á los dichos indios; é esto es lo que sabe del dicho Francisco de Chávez, porque fué poco tiempo lo que anduvo con él, etc

Preguntado que si Alonso de Mercadillo, que anduvo en esta provincia, si anduvo con él, dijo que nó.

Preguntado si ha oído decir á caciques ó españoles que el dicho Mercadillo hizo robos é mató indios, dijo que este testigo ha oído decir á indios naturales desta provincia é á caciques de este testigo que, estando ellos de paz, el dicho capitán Mercadillo é los que con él estaban les robaron mill é novecientos ovejas; é este testigo sabe que envió por el cacique Guanca é le trajeron preso é le robaron todo lo que pudieron haber, ansí ovejas como otras cosas; é que oyó decir á un cristiano que se llama Sebastián Meneses, que dieron tormento á un indio del dicho cacique Guanca para que les dijese dónde estaba el oro é plata, é el dicho indio les llevaba á los españoles á donde estaba el oro, é llevándolos el dicho indio, desesperado, se echó de una peña abajo é se despeñó é mató; é después desto trujeron el cacique Guanca adonde estaba el dicho capitán Mercadillo, é le asaron los pies dándole tormentos; é después el dicho Mercadillo lo entregó al cacique Enelayana, é el dicho Enelayana lo mató; lo cual este testigo ha oído decir; é que este testigo sabe por dichos españoles é indios que el dicho Mercadillo estuvo en esta provincia de los Chupachos, haciendo muy malos tratamientos é robos é muertes á los naturales; el cual dicho Mercadillo quemó á un prencipal, que se llamaba Paicabay, señor de Chinchao, é que sabe, por lo que dicho tiene, cómo el dicho Mercadillo, cuando se fué desta provincia, llevó mucha gente en cadenas.

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