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ces el dicho Pedro de Valdivia les hizo una habla á todos los que venían en la nao, diciéndoles: hijos, ya sabéis que voy á buscar al rey y dicen que el rey está en la tierra, porque está su Presidente con grandes poderes; yo quiero ir á España: ¿qué os paresce? y todos respondieron que pues el rey estaba en la tierra, mejor era irle á buscar, y entonces el dicho Pedro de Valdivia, riéndose y alegrándose, dijo que aquello era lo que él quería, sino porque él pensaba irse á hallar en la batalla con su señoría el señor Presidente y meterles en ella, é habló de lo de España porque de ellos saliese aquéllo, y todos se alegraron y se ofrecieron de entrar en ella con el dicho Pedro de Valdivia, y ansí con este intento llegaron al puerto de Hilo, donde tomaron un hombre y le metieron en el navío, y le habló el dicho Pedro de Valdivia y le dijo que si quería ir á servir al rey, porque él iba á ello, y el dicho hombre se alegró y dijo que sí, y dijo aquel hombre como andaban muchos hombres por allí perdidos huyendo, por no hallarse en la batalla de nna parte ni otra, porque no sabían quien vencería, y lo mesmo les habían dicho otros en el puerto de Arica; y desde allí el dicho Pedro de Valdivia despachó con cartas á su secretario para su señoría del señor Presidente, y el dicho Pedro de Valdivia se vino á esta cibdad, enviando delante dende el Guarco á Alderete á hacer saber á Lorenzo de Aldana como el dicho Valdivia venía, que no se alterase el armada.

Y llegado aquí compró armas y caballos para él y los que con él iban con mucha diligencia, y se fué en busca del dicho señor Presidente, y este deponiente quedó por su mandado en esta cibdad, en el dicho

navío.

Y que cuando este deponiente salió de la cibdad de Santiago quedó la tierra pacífica, y cuando salieron del puerto los vido como todos quedaban pacíficos y contentos, excepto algunos de los que les tomó dineros, y como los vió enojados el dicho Valdivia por razón de habelles tomado los dichos dineros prestados, dijo á un escribano que le diese por testimonio como iba á buscar al rey y que para aquéllo había tomado aquellos dineros prestados.

Fué preguntado si sabe ó ha oído decir en qué estado de presente esté aquella tierra y los españoles que allí están. Dijo que este deponiente ha preguntado á los marineros que vinieron en la fragata que como quedaba aquella tierra y le han dicho que muy buena y pacífica, porque de las personas de quienes se recelaba Francisco de Villagrán,

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teniente de Valdivia, habían venido en la fragata, que eran Hernán Rodríguez de Monroy y todos los otros que aquí vinieron, y le dijeron á este deponiente que los dejó venir el dicho Villagrán por quedarse en paz; y que esto es lo que sabe acerca de lo que le ha sido preguntado. Fué preguntado si sabe ó alcanza que el dicho Pedro de Valdivia sea conveniente para la dicha gobernación y conquista de Chile, ó si le parece que de su vuelta á aquella tierra se seguiría algún inconveniente. Dijo que para el juramento que tiene fecho, que, á lo que alcanza, es muy conveniente el dicho Pedro de Valdivia para la dicha gobernación y conquista, porque es hombre que tiene noticia de aquella tierra, y experiencia, y es hombre de trabajo y determinado, y ansí cuando él va á hacer entrada los indios le temen, y si saben que no va allí, no se les da nada, y mira mucho por los naturales, y ansí ha visto este deponiente que todos los caciques é indios que sirven le quieren mucho, y vió cuando se quería partir del puerto el dicho Pedro de Valdivia, como vino á verle don Alonso, que es el señor natural de Chile, y lloró allí con él, y dijo que pues él se iba se quería venir con él; y ansí mismo vió este deponiente como todos le querían bien y les pesaba cuando se venía, é ansí cuando este deponiente llegó con Babtista á Coquimbo vió como el dicho Babtista le escribió que mirase por sí hasta que llegase y le avisase, y después que llegó todos se agraviaron del dicho Babtista, porque ponía sospecha en ellos, diciendo que todos eran servidores del dicho Valdivia, y de enojo intentaran de matar al dicho Babtista, si no entendiera en pacificallos el dicho Valdivia, como cree que lo hicieran, si no entendiera en ello el dicho Valdivia, y el dicho Babtista dijo que él no le escribió sino por Pero Sancho, que entendía estaba confederado con Antonio de Ulloa, y sin embargo desto, á ruego de Juan Bohón, teniente del dicho Valdivia en la Serena, perdonó el dicho Pedro de Valdivia al dicho Pero Sancho, el cual estaba preso cuando este deponiente llegó con el dicho Babtista al puerto de la Serena; no sabe este deponiente por qué; y que esto es lo que sabe y alcanza de lo que le ha sido preguntado y que lo que ha dicho es la verdad para el juramento que hizo é firmólo, é fuele encargado, so cargo del dicho juramento, tenga secreto de lo que ha dicho..

Fué preguntado si alguna persona le ha hablado alguna cosa acerca de lo que le ha sido preguntado, dijo: que para el juramento que ha fecho ninguna persona le ha hablado en cosa desto, mas de que agora sl

tiempo que volvía á acabar de decir su dicho encontró aquí en el patio conDiego García de Villalón y le preguntó qué hacía acá, y este deponiente le dijo que venía á decir su dicho, y el dicho Diego García dijo: ya yo he dicho el mío y dije lo que os había oído decir de la carta que envió á decir á Hernán Rodríguez y por aquéllo le habían cortado la cabeza; y firmólo de su nombre.-Francisco Rodríguez.-El Licenciado Gasca. -Ante mí:-Simón de Alzate, escribano de Su Magestad.

Testigo.-En este dicho día mes é año susodicho, su señoría del dicho señor Presidente hizo parecer ante sí á Vicencio de Pascual, marinero, del cual su señoría del dicho señor Presidente tomó é recibió juramento en forma de derecho é prometió de decir verdad de lo que le fuere preguntado, al cual le fué amonestado que diga la verdad y él prometió de lo ansí hacer.

Fué preguntado que tanto ha que partió de Chile, dijo: que partió á veinte y nueve de Septiembre próximo pasado que habrá hoy veinte y ocho días.

Fué preguntado en qué estado dejó las cosas en Chile, si quedaban en paz ó en revuelta.

Dijo que la tierra quedaba por el rey y en paz cuanto nunca ha estado jamás y quel teniente en ella de Pedro de Valdivia, Francisco de Villagrán el cual dejó venir á todos los que querían venir; según dijo el dicho Villagrán á este deponiente, algunos de los que dejó venir los dejaba venir porque se recelaba 'dellos; no le dijo quién era.

Fué preguntado por qué se recelaba dellos; dijo: que porque le quisieron matar, según este deponiente oyó decir, cuando se quiso alzar Pero Sancho y le mataron por ello.

Fué preguntado que quién mató al dicho Pero Sancho y por qué. Dijo que este deponiente no se halló en Chile cuando mataron al dicho Pero Sancho, que, después de muerto, llegó en la fragata con Juan de Avalos, pero que después que este deponiente llegó á Chile oyó decir que un hombre había enviado á decir al dicho Pero Sancho que estaba fuera de la cibdad que agora era tiempo que se alzase con la tierra porque estaba fuera Valdivia y había quedado la gente mal con él por haberles tomado dineros é quitado indios á algunos y caballos, y que ansí había venido el dicho Pero Sancho al pueblo y querídose alzar con él, y que ansí cuando le prendió Pedro de Villagrán le había hallado haciendo una vara para salir á la plaza y apellidar del rey y para que

le acudiesen, y por aquello Francisco de Villagrán, teniente, le había mandado cortar la cabeza y ahorcado aquel hombre que le había enviàdo á llamar, que, porque decía de muchos, no había querido tomar el dicho al Romero, y questo oyó decir á muchos y especialmente al dicho Francisco de Villagrán.

Fué preguntado si sabe é oyó decir con qué intento salió el dicho Pedro de Valdivia de Chile.

Dijo que oyó decir que había salido á ir España á buscar al rey, y esto oyó decir á muchos, y que cuando salió no sabía questa tierra estuviese por el rey, pero bien sabía por lo que dijo Babtista que su señoría del señor Presidente estaba en Panamá.

Fué preguntado si tiene este deponiente al dicho Pedro de Valdivia por hombre conviniente para la gobernación y conquista de Chile ó si cree que de su vuelta á aquella tierra se siguiría algún inconviniente.

Dijo que este deponiente no ha conversado al dicho Valdivia y por esto no sabrá qué decir en esto, mas de que en el tiempo que agora estuvo en Chile vió que algunos estaban bien con él y otros mal, y que este deponiente no sabe si serán más los que estaban bien con él "ó los que estaban mal.

Fué preguntado si oyó que aquellos que estaban mal con él, por qué estaban mal: dijo que porque decían que tomaba caballos y otras cosas, tomando á uno y darlo á otro, porque algunos estaban á pié y les daba los caballos de otros para la guerra, y no oyó otra cosa.

Fué preguntado si alguna persona le ha hablado alguna cosa acerca de lo que le había de ser preguntado: dijo que para el juramento que hizo, que ninguna persona le ha hablado acerca de lo que le ha sido preguntado, ni sobre otra cosa tocante á ésto. Fuéle mandado que, so cargo del dicho juramento que ha fecho, tenga secreto de ésto, é lo prometió, y lo que ha dicho es la verdad por el juramento que hizo, é no firmó porque no sabía escrebir.-El Licenciado Gasca.-Ante mí:-Simón de Alzate, escribano de S. M.

Testigo.-É después de lo susodicho, en veinte y ocho días del dicho mes de Otubre del dicho año, su señoría del dicho señor Presidente hizo parecer ante sí á Gregorio de Castañeda, del cual su señoría tomó é recibió juramento en forma de derecho é prometió de decir verdad, 6 fué amonestado que la diga acerca de lo que le fuere preguntado.

Fué preguntado si sabe en qué estado quedó la tierra y españoles de

Chile al tiempo que Pedro de Valdivia partió esta vez que vino á estas partes.

Dijo que cuando el dicho Pedro de Valdivia salió del pueblo de Santiago, estaba en muy buen estado, porque estaban todos contentos de ver que se daba licencia, porque hasta allí no se daba á nadie para que saliese, porque no podía venir el que de allá viniese sino pobre, y parecía al dicho Pedro de Valdivia que se desacreditaba aquella tierra viniendo della los hombres pobres á ésta, de donde había de ir socorro, el cual no seguía si se entendicse que de allá venían pobres, y esto vía este deponiente que decía el dicho Valdivia por no dar la dicha licencia.

Pero que con haber el dicho Pedro de Valdivia después que llegó á la mar hecho volver del viaje á los que había dado licencia y tomádole los dineros que tenían embarcados, hubo descontento, del cual descontento se siguió que Pero Sancho halló aparejo para intentar y levantarse con la tierra, y ansí escribió una carta á Hernán Rodríguez de Monroy, en que, á lo que se acuerda este testigo, decía que había seis años que vivía en aquella tierra sin osar comunicar amigos ni descubrirse, y que pues ahora había esta parejo, que le rogaba como su amigo le favoreciesen, que él saldría á la plaza con dos palmos de vara, que otras armas no quería, y apellidaría del rey, y que como vasallo de S. M. y caballero le pedía favor; y que sabiendo esto Francisco de Villagrán á quien el dicho Pedro de Valdivia había dejado por teniente, le cortó la cabeza y ahorcó á un Romero, que era muñidor de la cosa, y luego quedaron en paz y nunca la tierra ha estado tan en paz como quedó, é ahora cuando este deponiente partió en la fragata, que fué á veinte y ocho de Septiembre próximo pasado, á lo que piensa, quedaba en mucha paz, porque el dicho Francisco de Villagrán es hombre honrado y bien quisto y sustentaba bien la tierra.

Fué preguntado si sabe ó oyó decir la cabsa por qué el dicho Pedro de Valdivia hizo volver á aquellos hombres del viaje: dijo que este deponiente no se halló en la mar al tiempo que en ella estuvo el dicho Valdivia, porque se quedó este deponiente en la cibdad, pero que en lo que allí oyó fué que el dicho Valdivia había enviado á decir quél determinaba ir á dar cuenta á S. M. de lo que pasaba y de las cosas de aquella tierra y á suplicarle le hiciese merced para poderles él hacer bien, y que para aquello era necesario tomar aquella moneda, que él la

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