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Valdivia ántes de cortar la cabeza al dicho Pero Sancho, porque el dicho Pedro de Valdivia estaba trece leguas de la cibdad, y el dicho Francisco de Villagrán, luego que supo de la dicha carta, cortó la ca beza al dicho Pero Sancho en obra de una hora ó hora y media después que supo de la dicha carta.

Y luego quel dicho Francisco de Villagrán le hobo cortado la cabeza, salió á la plaza y dijo: señores, aquí estamos en servicio de Dios y del rey, no haya escándalos ningunos y lo pasado sea pasado; yo estoy aquí en nombre de S. M. y del gobernador Pedro de Valdivia y haré lo que á todas vuestras mercedes cumpliere; y seamos amigos ;y respondieron todos que morirían por él.

Fué preguntado si sabe ó oyó decir con qué intento el Pedro de Valdivia salió de las provincias de Chile cuando ahora vino á esta tierra. Dijo que el corazón sólo Dios puede juzgar; pero que este deponiente vió como decían muchas personas al dicho Pedro de Valdivia que fuese á S. M. á negociar la gobernación de aquella tierra, porque el que no parescía perescía, y esto en particular vió este deponiente que le decían Aguirre, y Gabriel de la Cruz y Hernando Vallejo, y en especial le instaba mucho en ello el dicho Gabriel de la Cruz, que al presente aquí está y vino en la fragata, y el dicho Pedro de Valdivia respondía: cómo queréis, señores, que vaya de aquí; temo que toméis revueltas; y replicaban que, sin embargo desto, fuese; que el día que volviese con una provisión que dijese Don Carlos todos se apaciguarían, y ansí vió este deponiente que su venida estaba en duda y unos decían que vendría y otros que nó, y el dicho Pedro de Valdivia envió á decir dende la mar al dicho Francisco de Villagrán, según á este deponiente el dicho Villagrán dijo y fué público, que iba al rey y negociaría la gobernación, y que si no la negociase, la negociaría para el dicho Francisco de Villagrán, y que en ello gastaría lo que tuviese; y este deponiente cree y así se creía en Chile que el dicho Pedro de Valdivia iba á España á S. M., dado que por las cabsas que arriba tiene dichas, algunos querían sospechar que se iría á otros reinos extraños, aunque decían que no podría pasar porque el dicho señor Presidente tenía tomados todos los puertos.

Fué preguntado si este deponiente tiene al dicho Pedro de Valdivia por conviniente para la gobernación y conquista de Chile, ó si le paresce que de su vuelta á ella se siguiría algún inconviniente.

Dijo que lo que á este deponiente le paresce es que si el dicho Pedro de Valdivia determina de perdonar á todos los que en aquella tierra están que se le han mostrado contrarios después que de allá salió y han hablado algunas cosas contra él por haberles quitado los indios y traído los dineros y no les haber dejado salir de la tierra, y se modera en pedir prestado, porque como es gastador, importuna siempre que le presten, le paresce á este deponiente que según es celoso del servicio de Dios y del Rey y descoso de descubrir, y es trabajador, tanto, que si es menester en dos horas va mucha tierra á hacer salto en indios y descubrir, le paresce que es conviniente para la conquista y terná la tierra en justi cia y se hará gran mal á los acreedores del dicho Pedro de Valdivia si no volviese á aquella gobernación, porque no les podrá pagar, y ansimismo se perdería lo que ha tomado prestado de la caja de S. M.: y questo es lo que alcanza para el juramento que ha hecho.

Fué preguntado si alguna persona le ha hablado acerca de lo que aquí le ha sido preguntado é había de decir para que deje de callar la verdad de lo que sabe.

Dijo que algunos le han dicho que hablase bien en las cosas del gobernador y que si le tomasen el dicho, dijese lo que dijese lo mejor que pudiese, y queste deponiente respondió que él había de decir la verdad, y ellos no le decían lo contrario, y que para el juramento que ha fecho, que por lo que dijeron ni por otra cosa alguna no ha dejado de decir la verdad, y que él lo ha dicho en todo la verdad, so cargo del juramento que ha fecho, é le fué mandado tenga secreto de lo que le ha sido preguntado y ha declarado y lo firmó de su nombre.-Luis de Toledo. -El Licenciado Gasca.-Ante mí:-Simón de Alzate, escribano de S. M.

É después de lo susodicho, el primero día del mes de Noviembre del dicho año, su señoría del dicho señor Presidente hizo parescer ante si á Diego García de Cáceres, del cual su señoría tomó é recibió juramento en forma de derecho é prometió de decir verdad, é habiendo jurado y siendo amonestado que diga la verdad de lo que le fuere preguntado:. Fué preguntado en qué estado quedaron las provincias de Chile al ttempo que dellas partió Pedro de Valdivia.

Dijo que al tiempo quel dicho Pedro de Valdivia partió de la cibdad para el puerto, quedó muy pacífica, y estando el dicho Pedro de Valdivia y este deponiente y otros que habían de venir con él para hacer vela, vieron venir uno á caballo y aguardaron á ver qué era, y llegado y

habiendo entrado en la nao, dijo que Pero Sancho había andado en no sé qué alborotos, y quel teniente Francisco de Villagrán, que lo había preso, y, sabido en lo que andaba, le había cortado la cabeza, de lo cual entendió este deponiente que había pesado al dicho Pedro de Valdivia y dijo. que le pesaba que Pero Sancho se hubiese puesto en aquéllo, habiéndole hecho la honra que le había hecho: y que desto este deponiente es lo que sabe é no otra casa.

Fué preguntado si sabe, entendió ó oyó que el dicho Pedro de Valdivia hobiese mandado hacer la dicha muerte, dijo: que para el juramento que ha hecho, que tal no siente que hobiese mandado, que antes tiene por más cierto que nunca lo supo hasta que este deponiente, habiendo salido en la barca á meter á Agamenón, que traía la nueva, dijo al dicho gobernador la nueva que traía el dicho Agamenón, él sintió del dicho Pedro de Valdivia que le pesaba mucho, porque vió que se partió triste dello y dijo, como ha dicho, que le pesaba.

Fué preguntado si sabe ó ha oído decir del estado en que agora están las cosas de la provincia de Chlle.

Dijo que este deponiente vino con el dicho Pedro de Valdivia y no ha sabido mas de que los que agora vinieron en la fragata dicen que quedaron todos muy pacíficos, y que ansí cree este deponiente lo estarán agora.

Fué preguntado si sabe, entendió ó con qué intento el dicho Pedro de Valdivia partió de Chile, dijo: que para el juramento que ha hecho, que salió con intento de ir á su rey, y esto sabe porque antes de salir del dicho puerto de Valparaíso, ques el puerto de la cibdad de Santiago de Chile, dijo que iba á ver á su rey y á dalle cuenta de la tierra que tenía descubierta, y que venía á verse con su señoría del señor Presidente y á servir á S. M. contra Gonzalo Pizarro; y esto decía porque este deponiente había pocos días que llegó desta tierra á ella y se llevó la nueva de cómo tenía su señoría el armada y Diego Centeno había alzado bandera por S. M. Esto supo este deponiente en Atacama, yendo con Antonio de Ulloa, de donde este deponiente, con licencia del dicho Ulloa, se fué á Chile; y ansimisme sabe que el dicho Pedro de Valdivia llevase este intento, porque allí en el dicho puerto lo tomó por testimonio el dicho Valdivia cómo venía á servir á S. M. ó á buscar su voz. E ansí el dicho Pedro de Valdivia vino tocando en los puertos por saber nuevas y tomar lengua de lo que había en la tierra, y en Tarapa

cá les dijo un hombre que tenía allí Lúcas Martín, cómo Gonzalo Pizarro había desbaratado á Diego Centeno y questaba muy poderoso y tenía toda la tierra, y que para la Candelaria estaría en esta cibdad, y entónces el dicho Pedro de Valdivia mandó á los marineros que echasen velas y se diesen más priesa para ir á buscar el dicho señor Presidente, é mostró gran pesar de las nuevas que el dicho hombre había dicho.

Y de allí vinieron al puerto de Arica, y mandó el dicho Pedro de Valdivia á Jerónimo de Alderete y á este deponiente que saltasen en tierra y que no diesen nueva de que el dicho Pedro de Valdivia venía allí, porque siempre se encubría, porque no supiesen que venía allí, y les mandó quel uno quedase en la mar y el otro saltase en tierra, porque no les tomase la gente de Gonzalo Pizarro, y allí este deponiente saltó en tierra y halló cinco ó seis hombres que eran de los que se habían escapado del desbarato de Diego Centeno, y dijeron á este deponiente del dicho desbarato y de cómo andaban por allí capitanes de Gonzalo Pizarro, que eran Dionisio de Bobadilla y Francisco de Caravajal, y como el dicho señor Presidente venía hacia Jabja;, y el dicho Alderete con la nueva que este deponiente le dió, volvió á darla al dicho. Pedro de Valdivia, el cual mandó que apriesa recogiesen á este deponiente que había quedado á comprar refresco y comida, y por la priesa que le dieron que se recogiese, lo dejó, aunque estaba pagado.

E desde allí vino á IIilo, á donde acordó echar en tierra á Cárdenas, para que fuese con despachos al dicho señor Presidente, y así le envió con ellos, y desde allí, haciéndose luego á la vela, se vino la vuelta del puerto de Ariquipa, pensando que allí había cabalgaduras para poder ir más breve en busca del dicho señor Presidente; y á ocho leguas ántes de llegar al puerto echó en tierra á un Alvar Núñez y á Diego Blanco, para que supiesen si había cabalgaduras, y volvieron los susodichos diciendo que no había cabalgadura alguna y que venía á Ariquipa Dionisio de Bobadilla, de que recibió el dicho Pedro de Valdivia gran pena, pareciéndole que podía allí tomar á Cárdenas, y porque los dichos se tardaban, y este deponiente que había salido en la barca con ellos, dijo el maestre del navío á este deponiente, que creyendo el dicho Pedro de Valdivia que los debían haber tomado los de Pizarro, mandaba que se hicieran á la vela y no aguardasen más, por venir al puerto de esta cibdad con deseo de se dar priesa para ir á buscar al dicho señor Presidente.

E ansí después que recogieron á este deponiente y los otros, navegaron hasta el Guarco, donde les dió viento contrario, y le fué forzado reparar, y mandó á Jerónimo de Alderete y á este deponiente que supiesen si había allí algún mensagero con quien pudiese escrebir al dicho señor Presidente, y sabido como Jerónimo de Silva estaba en Chincha por corredor de Lorenzo de Aldana, le envió cartas para el dicho señor Presidente, y envió desde allí por tierra á Jerónimo de Alderete y á Alvar Núñez á esta cibdad para que hiciese saber á Lorenzo de Aldana cómo el dicho Pedro de Valdivia venía á servir á S. M., porque no se alborotasen cuando entrase en el puerto su navío.

Y desde allí el dicho Pedro de Valdivia se vino al puerto desta dicha cibdad y desembarcó en ella, y se aderezó en esta cibdad con priesa, á sí y á los que con él venían y á otros caballeros, en que gastó más de treinta mill pesos, según lo dijo Diego Diaz, maestre, como persona quelos había gastado, y aún se acuerda este deponiente que le dijo cuarenta mill, y con todos ellos se fué en seguimiento del dicho señor Presidente, al cual alcanzó en Andaguayllas, y desde allí se fué sirviendo á S. M. hasta que Gonzalo Pizarro fué castigado.

Fué preguntado si tiene al dicho Pedro de Valdivia por conviniente para la conquista y gobernación de las provincias de Chile, é si le parece á este deponiente que de volver á ellas se siguiría algún inconviniente.

y

Dijo, que para el juramento que ha fecho, que le paresce á este deponiente que no hay otro que convenga ir á ella tanto como el dicho Pedro de Valdivia, porque sabe los que han trabajado en aquella tierra á todos los tiene por hijos, y porque le ha oído este deponiente decir que no desea cosa más en esta vida que tener posibilidad de gente para ir adelante y pacificar y poblar más tierra, en que dar de comer á los que en ella han servido, y dar de comer á los descontentos, porque como han servido muchos y ha habido poco que les dar á aquellos á que no ha alcanzado, no pueden estar sino descontentos, pareciéndoles que también han ellos servido como los otros á quien ha cabido suerte.

Y porque sabe ya la tierra y los indios le tienen afición, porque, aún cuando se venía, entraban caciques llorando, pensando que no había de volver más allá, porque este deponiente no ha visto tratar hombre tan bien á indios como él trata, y esto hace tanto, que á muchos que no son tan buenos cristianos, les pesa que tenga tanto cuidado de que no se les haga tanto mal.

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