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tencia del almibar; se cristaliza ordinariamente por enfriamiento, ó por un prolongado reposo, una última porcion de sales arrastradas por el lavado de la potasa.

Purificada de este modo la disolucion del acetato de potasa, se somete por fin á una última evaporacion para obtener la sal en el estado de sequedad. Pero no debe omitirse una circunstancia, que consiste en cuidar mucho de mantener el punto de saturacion; porque acontece de ordinario, que una parte del ácido se volatiliza por la accion del calor, volviéndose alcalino el acetato. Es pues preciso añadir de cuando en cuando y conforme la necesidad, una cantidad suficiente de vinagre destilado.

Suponiendo que se hayan tenido presentes todas las observaciones que preceden, no queda otra cosa que hacer para llevar á su fin la operacion, que dividir la solucion concentrada, y dirijir sabiamente la evaporacion. Si se obrase en masas algo considerables, la accion prolongada del calor, descompondria todavia una porcion nueva de acetato, y habria que volver á empezar incesantemente la saturacion. No deben pues, evaporarse sino pequeñas cantidades á la vez, pero en un vaso bastante grande, para que á medida que la película se forma y que se exfolia el acetato, se quite por medio de una espátula ancha y se le arroje á los bordes, donde acaba su desecacion. Cuando esta se considera bastante, debe apresurarse el encerrar la tierra vegetal, todavia caliente, en una vasija de barro muy limpia y bien tapada, y cuando está perfectamente fria se reparte en redomas de cristal, embetunándose despues los tapones. Esta sal atrae tan poderosamente la humedad del aire, que jamas será demasiado

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el esquisito cuidado que se ponga en privarle de él. Cuando para esta preparacion se hace uso del ácido piroleñoso purificado, ocurre lo mismo que hemos descrito y bastan nuestras observaciones. Pero si se quiere emplear ácido bruto, ó tambien un ácido que no haya esperimentado mas que una media purificacion, entonces, para destruir el alquitran que contiene el ácido, es necesario hacer sufrir al acetato una fusion ignea y completa, y añadir un poco de carbon animal, á fin de acabar la descoloracion; pero entónces hay una notable cantidad de alcali patente, que debe saturarse de nuevo, y con el ácido puro.

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El acetato de potasa neutro no es susceptible de cristalizarse; los cristales fibrosos que se forman en las disoluciones muy concentradas, son ácidos.

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Acetato de sosa, Tierra foliada mineral. Esta preparacion conocida desde mucho tiempo en la Medicina, pero poco usada, se prepara muy en grande por la purificacion del ácido acético, á cuyo artículo nos remitimos en cuanto á mayores detalles. R...

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ACHICADOR (Tecnológia). El achicador es una especie de pala hueca, de madera, que sirve para sacar agua de una corta profundidad, y echarla á una distancia mediocre. Los marineros la emplean para vaciar la que se introduce en sus lanchas y barquillas, las lavanderas para regar la ropa sobre los prados, En los escombros, despues de una lluvia, ó cuando se encuentra en ellos alguna porcion de agua, se emplea tambien el achicador, pero se suspende á una es! pecie de pirámide formada por tres piezas de madera reunidas á una de sus estremidades. Entónces, como el peso del achicador y del agua que contiene están en gran parte sostenidos por el punto de suspension,

la accion del motor se reduce á dar un movimiento de oscilacion al achicador, despues de haber tomado cierta cantidad de agua. L.

ACHIOTE, ORELLANA. Sustancia tintoria producida por un árbol originario de Sud-América; es de la familia de las liliáceas, llamado por los botánicos biza orellana, y se cultiva en la Guayana francesa. El viagero Leblond, ha escrito una memoria sobre el cultivo y preparacion del achiote.

El cultivo de este árbol, que se eleva de 15 á 18 pies en buenos terrenos, exije los mayores cuidados; sobre todo sus raices son muy delicadas en los primeros años de la plantacion, siendo necesario calzarlas para preservarlas de las malas yerbas, que acumulándose á su rededor, las ahogarian y harian morir. El tronco esponjoso del achiote le hace muy sugeto al muerdago, cuyas raices pueden injerírsele con facilidad. Por lo demas, parece que á este árbol le convienen igualmente. los sitios de temperaturas diferentes, aunque crece mejor en los terrenos bajos y húmedos: es cosa muy singular que la oruga no le ataque jamas.

La materia colorante del achiote, es una especie de pulpa viscosa de rojo-vermellon que rodea las simientes. Estas, del grueso de un guisante muy pequeño, están encerradas en número de treinta á cuarenta en un fruto silicio cubierto de espinas flexibles. La cosecha mas abundante se hace hácia el tercer año de la plantacion, y despues va degenerando hasta el punto de haber de renovar enteramente la planta al cabo de diez años. La época de la cosecha es la de la madurez del fruto; basta entónces apretar ligeramente las cápsulas entre los dedos, para que se abran con una especie de esplosion. Una vez abiertas, se arranca de lo interior.

del fruto la membrana á que están adheridas las simientes, se machacan groseramente estas en morteros de madera y se deslien con cierta cantidad de agua. Despues se abandonan por algunas semanas á una especie de fermentacion. Se agitan de nuevo, y se decantan en una cuba. procediendo asi á una segunda y tercera maceracion, hasta que las simientes no dejen mas materia colorante, en cuyo caso se reune el producto de todas las decantaciones, se cuela á traves de un tamiz, y se deja pasar el agua y con ella los copos rojos que se hallan en suspension. Los desechos de las simientes quedan en el tamiz, y se arrojan como inútiles.

Segun refiere Leblond, este trabajo está mal ejecutado, pareciéndole muy preferible no machacar las simientes, y someter las solo á un simple lavado por la agitacion en el agua; tambien piensa que la fermentacion no sirve mas que para perjudicar la calidad de la materia colorante. Vauquelin ha tenido ocasion de verificar estas congeturas con una corta cantidad de achiote que habia estraido por este medio. Los tintoreros, á quienes confió su uso, estimaron la riqueza tintoria de este producto á cuatro veces mas que la del achiote ordinario, y hallaron ademas el color que habia suministrado era mucho mas brillante.

que

Los inconvenientes unidos á este género de trabajo, hicieron pensar que seria mas ventajoso enviar el achiote á Europa tal como la naturaleza le produce, esto es, con las simentes: no hay duda que asi se incurriria en la desventaja de transportar un peso mas considerable de mercancía, pero tambien este medio haria mas dificultoso el fraude, y se evitarian ademas todas las pérdidas considerables que resultan de una fermentacion, de una cocedura ó de una sequedad frecuentemente 17

TOMO I.

mal dirijidas y peor ejecutadas. Segun Boussingault se han aprovechado en parte de estas observaciones en Santa Fe de Bogotá, donde preparan ahora un achiote de superior calidad; no obstante, la materia colorante sufre siempre una especie de fermentacion, pero las semillas no se quiebran. De cualquier modo, este producto tintorial separado una vez de la simiente á que está adherido, queda despues aislado en el agua que ha servido para su estraccion, primero por medio del reposo y de la simple decantacion, y luego quitándole el resto de humedad sometiendo el depósito insoluble á la accion de un calor conservado cuidadosamente, que se sostiene hasta que el magma haya conseguido la consistencia de una pasta sólida.

En este punto se completa la desecacion transvasando esta parte en cajas, donde se estiende por capas de 7 á 8 pulgadas de espesor, las cuales se colocan luego bajo cobertizos, para evitar todo contacto del sol que ennegrece con prontitud esta materia colorante. Cuando se quiere despachar el achiote, se hacen con él panes, á los cualse se les dá todo el diámetro de los toneles en que se embarrilan. Cada uno de estos panes, se envuelve en hojas de banano, y se comprimen fuertemente con planchas y grandes pesos.

El achiote de buena calidad es de una pasta muy homogénea, de consistencia bastante firme, y untuoso al tacto; debe ser de color de fuego y ofrecer un tinte mas vivo por dentro que por la parte esterior. Cuando se ha ejecutado mal la desecacion, se enmohece en su interior y el color es siempre mas pálido. Generalmente se prefiere en el comercio el achiote venido de Cayena, y su precio es por lo comun mas subido.

Pocas sustancias hay que estén mas espuestas á fal

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