Imágenes de páginas
PDF
EPUB

bónico, ó que la disolucion se haya consumido. Si el esperimento se hace en vasos cerrados, el volúmen del gas, suponiéndolo no soluble por si mismo, disminuye en una cantidad relativa á la proporcion de ácido carbónico que contiene. Por este medio se puede determinar exactamente su relacion; pero entonces puede servirse de la disolucion de potasa ó de sosa, con mayor efecto, porque la absorcion es mas com→ pleta y rápida. El ácido carbónico puede regenerarse facilmente si se quiere obtener aislado para verificar sus propiedades; para lo cual basta desprenderle de la combinacion que acaba de contraer, sometiendo el carbonato obtenido, á la accion de un ácido mas poderoso. Si la proporcion de ácido carbónico, contenido en un flúido elástico, es demasiado corta para poder apreciarle por el procedimiento que acabamos de indicar, como sucede con el aire, entonces se hacen pasar cierto número de litros de este gas, por una disolucion de cal, ó mejor de barita. En seguida se recoge con cuidado el carbonato insoluble que se ha formado, y como la composicion de él está conocida perfectamente con anticipacion, se concluye de aqui la porcion de ácido carbónico que se ha absorvido. - Entre las causas que pueden concurrir á la formacion del ácido carbónico, no hemos hecho mencion ni de la combustion de las materias orgánicas, ni de la respiracion de los animales. No obstante, estas causas deben escitar tanto mas nuestra atencion, como que para nosotros son con frecuencia un orígen de des truccion. ¡Cuántos ejemplos pudieramos citar de asfixias producidas por combustibles, que quemándose en un aire demasiado limitado, han sustituido al flúido vivificante que contenia este gas ácido carbóni

co, necesario resultado de su ignicion, pero mortal para todos los animales que están sometidos á su accion! Y no vemos diariamente resultar graves inconvenientes de la acumulacion de un número demasiado grande de individuos en un mismo recinto? A la verdad, deben atribuirse mas bien estos inconvenientes á la disolucion del aire, y á la falta de oxígeno, que á la influencia del ácido carbónico. Sobre estas importantes consideraciones darémos mas detalles en el artículo ASFIXIA y en la palabra OREAR; mas de lo que precede puede muy bien deducirse, ó que los mejores medios para substraer el ácido ca rbónico, cuando puede hacerse perjudicial, consisten en orear convenientemente los medios en que se produce, ó en absolverle con disoluciones alcalinas,

En el artículo de las AGUAS MINERALES indicarémos como puede disolverse el ácido carbónico en gran cantidad en el agua; y por que procedimiento puede llegarse á determinar rigorosamente la proporcion contenida en un líquido; dejando tambien para cuando tratemos de los carbonatos, el citar todas sus mas frecuentes combinaciones.

Siendo el ácido de que aqui hacemos mérito, uno de los ménos enérgicos, se desprende de todas sus combinaciones, por la mayor parte de los demas ácidos; por lo que no carecemos de medios para procurárnoslo. Los diferentes carbonatos sometidos á la accion de un ácido ordinario cualquiera, ceden inmediatamente sus bases, y el ácido carbónico restituyéndose instantaneamente al estado de fluido elástico, produce una viva efervescencia, formada por la reunion de todas las bolillas de gas que tienden simultaneamente á desprenderse. Tambien se puede, por algu

nas operaciones particulares, aprovechar el que se forma durante la combustion del carbon, como lo verémos en otro artículo.

El ácido carbónico, cuya accion es tan maléfica, cuando se respira en cantidad demasiado grande, es frecuentemente un medicamento saludable cuando se administra en dósis conveniente; asi es, que disuelto en el agua pasa por un buen refrigerante, antifebril y antiséptico. Se le considera tambien como capaz de preservar de la putrefaccion las materias vegetales y animales. Él es quien da el sabor picante y agradable de la cerveza, de la sidra y de los vinos espumosos. En fin, parece que es el vehículo destinado á transmitir á las plantas el carbono que necesitan.

Un volúmen de gas ácido carbónico contiene un volúmen igual de gas oxígeno; y en peso está formado de 27,376 de carbono, y de 72,624 de oxígeno sobre 100.

1

Un litro de ácido carbónico á 0° y á 0m, 76, pesa gr. 9741. R.

ÁCIDO CÍTRICO. Los tintoreros y estampadores de telas han sentido por mucho tiempo que el precio elevado del ácido cítrico no les permitiese emplearle en ciertas operaciones delicadas, en las cuales le habian reconocido una ventaja muy superior á los demas ácidos. Cada dia vemos disminuir esta dificultad, lo que se deberá tambien á la mejora de los procedimientos químicos.

Este ácido, como indica su nombre, se estrae del limon, y se encuentra asimismo en muchos frutos del mismo género, como las naranjas, acimbogas, limas, y en un número bastante grande de otras especies; pero ninguna contiene tanto como el primero, que es

por desgracia demasiado raro en el pais que mas necesita de su ácido, у donde para obtenerle estan obligados á estraer el zumo y enviarle al punto en que se ha de usar; método que no deja de tener inconveniente por la dificultad que hay de conservarle. El ácido está de tal manera estendido y mezclado con diversas sustancias, que pueden perjudicar á su accion, que en muchos casos no podria empleársele tal como la naturaleza nos le ofrece. En un principio, se procuraron los medios de concentrarle con el auxilio del calórico, presumiendo que la especie de coccion que sufria, aglutinaba su mucílago y le arrojaba entre las espumas; pero sucedia constantemente que este producto se deterioraba por la temperatura elevada á que se le ponia. Georgius, químico sueco, propuso en 1774 un procedimiento para separar el mucílago, y concentrar al mismo tiempo el ácido sin alterarle en nada. Su medio consistia en distribuir el zumo de limon en botellas exactamente llenas y muy bien tapadas, que las conservaba durante mucho tiempo en una bodega, vueltas al reves. El mucílago se precipitaba poco á poco, y el líquido quedaba tan limpio como el agua. Volvia á filtrarlo, y le concentraba por congelacion, cuidando siempre de no esponer el zumo de limon á una temperatura menor de algunos grados bajo cero, porque un frio demasiado fuerte le congelaria enteramente. Habiendo llegado Georgius á reducir el zumo de limon á un octavo de su primitivo volúmen, le dió al mismo tiempo una fuerza saturante muy superior á la que ántes tenia.

Scheele, que en época mas distante se habia ocupado con éxito tan feliz en el estudio de los ácidos vegetales, de los cuales descubrió un gran número, aplicó

y

al zumo del limon el procedimiento que habia empleado para obtener en estado de pureza el ácido contenido en el tártaro. Este procedimiento se ha adoptado generalmente, y de él se ha sacado tal ventaja, que en el dia se entrega al comercio este ácido puro cristalizado, á un precio bastante módico, para poder emplearlo en todas las operaciones que piden su uso, Los Ingleses, que por sus relaciones comerciales, pue→ den mejor que los Franceses procurarse el zumo del limon en tan gran cantidad como deseen, se han ocupado mucho en la fabricacion en grande del ácido cítrico. En los ensayos químicos de Samuel Parkes, se contienen muchas ideas útiles sobre esta fabricacion. No entrarémos nosotros en tantos pormenores; pero dirémos todo aquello que es esencial saberse, para acertar completamente en esta operacion.

El zumo de los limones en el momento en que acaba de estraerse, contiene, ademas del ácido de que hemos hecho mencion, un principio estractivo que está en completa disolucion, y mucho mucílago, del cual una parte no está mas que en suspension y altera la trasparencia del licor. Si se procediese inmediatamente á la saturacion, toda esta porcion de mucilago se mezclaria al citrato insoluble, y haria casi imposible la purificacion del ácido. De aqui, el método de abandonar el zumo asi mismo por algun tiempo: entónces sufre un principio de fermentacion; el mucílago se deposita, y se aclara el líquido. Se decanta la parte superior, y despues se filtra el sedimento. Si al contrario, el zumo que se quiere tratar está preparado de antemano, y que no pueda asegurarse su calidad, es menester someterle á algunos ensayos, fundándose en las reglas siguientes. Puede suponerse que se le ha

« AnteriorContinuar »