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Se distinguen muchas especies de acodos, entre los cuales las mas usadas son las siguientes:

1o Se encorva una rama tierna, sana y vigorosa para colocarla horizontalmente en una abertura proporcionada, que se cubre en seguida de tierra, levantando el estremo superior de la rama. Cuando esta se ha arraigado, se separa de la cepa ó espigon á que está unida; es lo mas comun el dejarla en el mismo lugar, y asi es como se reparan los desastres que sobrevienen á las viñas, y se guarnecen los claros; por esto se llaman estos acodos mugrones. El mugron se emplea frecuentemente. Algunas veces se tuerce el tronco para desunir un poco las fibras leñosas, y las raices nacen con mas facilidad en esta parte dañada. El ojaranzo, el castaño, el roble, etc. se multiplican generalmente de este modo.

20 Se hace una ligadura que ahogue el tallo que se quiere arraigar, y se entierra, regándola con frecuencia. Esta ligadura, que se hace con hilo, junco ó alambre, etc., determina la formacion de un rodete, que brota muy pronto raices. En algunas ocasiones se hace espiral la ligadura, cuyas vueltas estan separadas y ocupan una pulgada de longitud, ó bien se suple á la ligazon, quitando por anillo la corteza, lo que produce el mismo efecto. Esta operacion se hace para multiplicar los tallos, sin la cual no brotarian raices, ό tambien para tener árboles de buenos frutos.

3o El acodo de los renuevos se hace sajando transversalmente el tallo hasta cerca del tercio de su grueso, y despues subiendo á lo largo de él, se abre una ó dos pulgadas en el sentido de sus fibras, de modo que encorvando la rama la lengueta ó esquirla formada, se abra en forma de A. Se pone en la horquilla un can

to ó un poco de tierra, para impedir que se junten las partes de la abertura, y como la incision se debe haber hecho algo mas arriba de un nudo ó renuevo, se desarrollan prontamente las raices; este procedimiento sirve para multiplicar un gran número de vegetales. Algunas veces se hiende la langueta en dos, segun su longitud.

4. En la primavera ó invierno se corta al nivel de la tierra el tronco ó espiga de un árbol, y se cubre la cepa con tierra. La fuerza de la vegetacion, determina el crecimiento de una multitud de tallos, que se pueden separar algunos meses despues ó al año siguiente, y estan muy bien arraigados. Los manzanos del paraiso se multiplican especialmente de esta manera, que conviene tambien á otros muchos árboles. Este método es notoriamente bueno para la reproduccion de los bosques en tala reglada, solo que no se separan los tallos que arrojan cepas, contentándose con cortar, al cabo de uno ó dos años, los tallos demasiado débiles que perjudicarian al crecimiento de los mas vigorosos.

5o Cuando no se pueden encorvar las ramas hasta el suelo, se acodan al aire, sirviéndose para ello de sacos, pucheros, cestos, cajas, embudos de vidrio, plomo ú hoja de lata, y tambien de botellas. Cada uno de estos utensilios está abierto ú hendido lateralmente para dejar paso al tallo. Se llena el vaso de tierra y se riega mucho. Este vaso debe sostenerse de modo que resista á los vientos y á la gravedad, atándolo á una vara fuerte ó á la pared, ó disponiendo un apoyo con estacas. Los diccionarios de agricultura tratan mas detalladamente de este punto. FR.

ACROMÁTICO. (V. ANTEOJOS).

ACUEDUCTO. Edificio de piedra, construido so

bre un terreno desigual, cuyo objeto es conducir el agua de un lugar á otro. Este líquido se recibe en una reguera, por la que corre libremente, siguiendo una direccion casi horizontal, y sin estar privado del con→ tacto de la atmósfera.

Se construyen dos especies de acueductos, los unos visibles, y los otros subterráneos. Los primeros se establecen por entre los valles y barrancos para conducir el agua desde la cumbre de una montaña, á otra cima opuesta, ó para hacerla correr sobre el nivel de un rio, cuya corriente atraviesa el conducto. Tambien se construyen en forma de paredes gruesas, dándoles la correspondiente elevacion, para que lo alto toque las dos cimas propuestas; abriendo en este muro unas bóvedas arqueadas, cuyo destino es sostener la masa, á corta diferencia, lo mismo que sostienen los arcos un puente que atraviesa un rio. La canal que conduce el agua, sigue lo largo de la parte superior; esta corre á cielo descubierto, á no ser que se quiera cubrir de bóveda para impedir la accion del sol. Se hacen banquetas á lo largo de los bordes de la canal, flanqueándolas con dos parapetos para que se pueda andar por ellas con seguridad. Algunas escaleras abiertas en el espesor de los pies derechos de la obra de albañilería, sirven de comunicaciones para visitar, construir ó reparar el edificio.

Los antiguos nos han dejado muchos acueductos que todavia causan admiracion. Los de Roma, conducian á esta ciudad cantidades considerables de agua que venian de 50 y aun de 100 millas de distancia: muchos de estos monumentos se emplean en nuestros dias para el mismo uso, y bastan para el consumo del agua que se necesita, manteniendo fuentes públicas, y cas

cadas que sirven á la vez de ornato, y de medios de salubridad. En Francia, los acueductos de Arcueil, de Marly, y de Maintenon merecen llamar la atencion: este último estaba destinado para conducir las aguas del Eure á Versailles; pero cuando la guerra de sucesion, se abandonó esta vasta empresa, y lo que queda de ella es digno de admirarse.

La elevacion en que la canal debe sostener el agua, es á veces tal, que es preciso construir dos ó tres líneas de arcadas unas sobre otras, como se ve en Pirgos, cerca de Constantinopla, y en el puente de Gard. Estas admirables construcciones griegas y romanas, sirven para unir las cimas de dos montañas opuestas. El acueducto de Montpellier tiene dos altos, y fué cons-` truido hácia el año de 1750.

Algunas veces es necesario abrir montañas para conducir el agua de un lado de la base al otro, y entónces el acueducto es subterráneo. Se construye con piedras de corte ó cantos toscos, y se cubre la canal con un arco de bóveda de mampostería, para impedir que caigan las tierras. Tambien se hacen de distancia en distancia pozos ó atabes que comunican verticalmente con el terreno superior, á fin de poder bajar, ya sea para construir, y llevar los materiales, ya sea para reconocer el estado de la obra y repararla. Estas galerias subterráneas se abren en la direccion exigida, construyendo pozos á las distancias que convenga: se comienza la galería por los dos estremos dirigiéndose hácia el primer pozo; de alli al siguiénte, etc., hasta que se reunan en el centro las dos partes del trabajo. Lo que se ha de procurar principalmente en estas aberturas, es el no separarse de la direccion dada, bien sea lateralmente, ó en la direccion de la altura, cuyo resul

tado se consigue facilmente con la ayuda de la BRÚJULA del GRAFÓMETRO y del NIVEL (v. estas palabras).

El mas notable de los acueductos subterráneos que hay en Francia, es el de Arcueil, que conduce por una reguera el agua de varios cauces de piedra, bajo las llanuras de Runguis, Parey, y Contin. Este acueducto tiene 7000 toesas de longitud, y está construido con piedras de corte desde el valle de Arcueil hasta el depósito de agua, junto al Observatorio. Su declivio es de 1 centímetro por 24 metros (seis pulgadas por dos cientas toesas); en la reguera hay dos banquetas de 18 pulgadas de ancho, sobre las cuales se puede caminar hasta el lugar de Arcueil. Su altura desde el fondo de la cañería hasta la parte inferior de la clave, ó piedra que cierra la bóveda, es de dos metros, pero en algunos parages ha sido preciso darle ménos elevacion, respectivamente á los caminos reales, bajo los cuales ha de pasar.

Hay otro acueducto subterráneo construido en Roquencourt, que conduce el agua á Versalles: su longitud es de 3400 metros, y tiene en todos un metro de declive. En su construccion ha sido preciso en muchos parages hacer escavaciones de 28 metros de profundidad, lo que ha hecho muy difícil su egecucion. Su coste fué de 325,000 francos. Aumentado con todas las aguas que se han podido reunir en él, da de diez á doce pulgadas de agua (v. GASTO). Se hicieron 150 atabes á lo largo de este acueducto, á distancias desiguales, y en los lugares mas favorables para el transporte de materiales: 80 de estos atabes están revestidos de mampostería: los otros 70, que no han sido necesarios, sino para la construccion del acueducto, se cubrieron con madera, cerrándolos por abajo,

TOMO I.

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