Imágenes de páginas
PDF
EPUB

abonos preciosos, de un precio bastante subido; se descomponen con mucha lentitud y entretienen por muchos años las tierras cubiertas con ellas, y suficientemente estercoladas. Se emplean sobre todo en los ricos viñedos y en los campos de olivares. Las dos primeras, son los residuos de la limpia de las COLAs materías, y de pies de carnero; el tercero se recoge en las fábricas de peines, y los últimos son recogidos en las ciudades populosas por los TRAPEROS.

Heces de colas fuertes. Estos son los residuos de las pieles y tendones preparados con la cal, y de los cuales se ha estraido la coLA; estas heces contienen mucho subcarbonato de cal, y un poco de cal no carbonada, jaletina, pelos, huesos y otras materias animales, se petrifican rapidamente y esparcen un olor infecto. Este abono es muy activo, pero es menester emplearle en corta cantidad, y dividirle convenientemente, mezclándole con partes iguales de tierra.

Residuos é inmundicia de las triperias. Este abono, que resulta de la limpieza y preparacion de las tripas, es muy vigoroso; se mezcla en parte con el estiercol de caballo y se reparte en las tierras ántes de labrarlas. Lo he visto emplear con mucho éxito rompiendo la tierra con la azada, y echándole en capas de un espesor de 12 á 15 centímetros al fondo de cada abertura ó surco, cubriéndolas luego con 18 ó 20 centímetros de tierra. Los trigos sembrados en una tierra estercolada de este modo, se desarrollan con rapidez y adquieren un acrecentamiento considerable; producen una gran cantidad de paja larga y de granos muy llenos..

Huesos en polvo. Este abono se prepara, reduciendo á polvo grueso, en molinos de cilindros de hierro fun

dido estriados, los huesos de que se ha estraido la grasa, y otros. Esta pulverizacion exige una gran fuerza, y en Inglaterra se aplican á ella las máquinas de vapor, y se venden muy caros sus productos, á 9 6 10 schelines el quintal, ó de 22 á 25 fr. cada 100 kilogramos. Esta materia conviene á todas las tierras, y produce un estiercol persistente durante cuatro 6 cinco años, porque los huesos no se deterioran sino con mucha lentitud; pero en Francia no está muy en uso, porque todos los huesos que es posible recoger, se reservan para la fabricacion del CARBON ANIMAL.

Desechos de los huesos que emplean los torneros. La mayor parte de estos se destinan á la fabricacion del carbon animal, y las raspaduras sirven unicamente para estercolar los viñedos y olivares, formando un abono escelente análogo al anterior, pero que no persiste mas que dos años porque los huesos estan mucho mas divididos.

Desechos de los huesos que emplean los fabricantes de jelatinas. Estos son aquellos huesos que despues de haberse dividido en pequeños fragmentos, y de haberlos cocido para estraer la grasa, han servido ademas para preparar la jelatina por la marmita de Papin. En esta última operacion, practicada en grande hace algunos años, se estrae de los huesos cerca de 0,12 de su peso en jaletinas, reteniendo de 20 á 25, y son muy propios para los abonos. Se pierde una gran parte de la materia animal por la fermentacion que se desarrolla y hace rápidos progresos en estos desechos amontonados; para conservar todo su valor, seria menester desecarlos, estendiéndolos en capas delgadas al salir de la caldera y reducirlos á polvo por medio de molinos de muelas verticales. Prepara

dos de este modo, y esparcidos en la tierra en cortas cantidades en el momento de las siembras ó inmediatamente despues, he obtenido muy buenos resultados. Este abono no dura mas que un año.

Residuos de las refinerias. Despues de haber mezclado el carbon animal con el azúcar derretido, se clarifica con sangre batida, y se hecha en los filtros; escurre un jarabe claro, y deja en el filtro un depósito, que lavado conserva todo el carbon empleado, la sangre coagulada, algunas sustancias vegetales conte→ nidas en el azúcar en bruto, y una pequeña cantidad de azúcar; esta mezcla se calienta, y fermenta con mucha facilidad, produciendo un escelente abono que he indicado en una memoria sobre el carbon animal (*), , y que hace dos años está muy en uso; conviene especialmente á las tierras húmedas frias, y se emplea con gran éxito diseminándolo en los prados artificiales.

Sales consideradas como abonos. Las diferentes sales contenidas en el suelo, añadidas espresamente ó traidas con los abonos, tienen una influencia muy marcada en la vegetacion, pero no se está de acuerdo sobre el modo de accion que ejercen. Se ha pretendido equivocadamente que obran determinando la putrefac cion de las materias orgánicas que componen los es tercoleros, porque está demostrado que todas las sales retardan mas ó ménos los progresos de la fermentacion, y aun, que algunas en débiles proporciones, pueden detenerla de golpe. Otros han dicho que sirven para atraer la humedad de la admósfera y transmitirla á las plantas, lo que parece cierto respeto de muchas, como el hidroclorato de cal (muriato de cal), el nitrato

(*) Teoria de la accion decolorante de los carbones, su aplicacion al refinado del azúcar, etc.

de cal, y el hidroclorato de magnesia, que son muy higrométicas pero no podria admitirse respecto á la mayor parte de las demas que no tienen accion alguna sobre la admósfera: al contrario, algunas las ceden con mucha facilidad el agua que contienen, las cuales pudieran obrar desecando los terrenos húmedos. Tambien se ha supuesto que las sales obran combinándose con las partes constituyentes, y consolidando el esqueleto de los vegetales. Puede ser así con las sales calcáreas; el sulfato, el carbonato, el oxalato, el malato y el fosfato de cal, que son poco ó nada solubles, y se hallan unos y otros en todas las plantas. En fin, despues de muchos hechos conocidos, es probable que la mayor parte de las sales obran escitando las fuerzas vegetativas, asi como en la economía animal estimulan utilmente ciertos órganos, sin que por esto sean indispensables á nuestra existencia.

Por lo demas, es cierto que las sales disueltas en el agua son conducidas por las raices, al interior y á todas las partes de las plantas, y que diferentes sales en proporciones variables, favorecen mas el desarrollo de ciertas plantas que el de otras, siendo tambien perjuciales en algunas circunstancias. Así, las tierras salitrosas convienen á la borraxa, á la parietaria, á la ortiga, y la sal marina es útil á la vegetacion de las plantas marinas y nociva á la del trigo. Segun los esperimentos de muchos agrónomos y los que con M. Chevalier he hecho yo mismo, el muriato de cal en solucion estendida, vertido en corta porcion en la superficie de un terreno un poco seco, plantado de patatas, cotufas, malvas, etc, determina una vegetacion activa, mientras que empleado en gran cantidad, hace morir todos los vegetales.

El yeso (sulfato de cal) activa de una manera verdaderamente admirable la vegetacion de la alfalfa; y conviene ademas á muchos cultivos y en diferentes ter

renos.

La greda (carbonato de cal) parece útil sobre todo para mejorar la constitucion física del suelo, como lo hemos manifestado al principio de este capítulo.

La cal sirve para matar los insectos ó impedirles que ataquen las simientes (v. ENCALADURA DE LOS GRANOS); se emplea en las tierras frias y húmedas. Parece que en este caso ayuda la desecacion de la superficie de la tierra y facilita el acceso del aire hácia las raices de las plantas.

[ocr errors]

El sulfato de cobre se emplea mucho algunos años hace en una especie de encaladura de los granos. Está reconocido que esta sal venenosa los preserva de los ataques de los insectos, y estimula fuertemente los órganos de las plantas.

Las cenizas de maderas y turbas obran especialmente por el carbonato de potasa que contienen; se esparcen en los prados, cuya vegetacion activan evidentemente. Proviniendo las cenizas de la combustion espontánea de las piritas aluminosas lexivadas, retienen todavia los sulfatos de hierro y de alumina y los súlfuros dispuestos á obrar; se echan en las tierras, las calientan, favorecen la germinacion y los primeros desarrollos de las plantas, y hacen perecer los insectos. En cuanto á las cenizas de ulla no pueden considerarse sino como una materia muy apropósito para dividir las tierras compactas.

Los artículos DIVISION DE LAS TIERRAS, AGRICULTURA', ENCALADURA, GERMINACION, VEGETACION, etc., forman el complemento de éste. P.

« AnteriorContinuar »