Las largas navegaciones de nuestros tiempos y el uso de la artillería han complicado igualmente la construccion y maniobra de los baxeles, en términos de sernos imposible manejarlos con algun acierto por la sola práctica adquirida en las campañas. En efecto las mismas maniobras varían segun las circunstancias, y las disposiciones que las facilitan en unas las dificultan en otras; siendo ademas indispensable emplearlas con mucho tino para que, la decidida propension que se dá á un buque hácia un movimiento determinado, no destruya la que debe tener para los restantes. Por otro lado la insuficiencia de la mera práctica se manifiesta evidentemente, en las providencias que importa tomar en los malos tiempos para suavizar las cabezadas y balances de los baxeles, libertarlos de las inundaciones, y conservar su arboladura. Lo mismo se echa de ver en la averiguacion de las mayores velocidades obliquas, laterales y directas de una embarcacion, en el escrupuloso exâmen de sus propiedades en una campaña de pruebas, y en los resultados de las alteraciones introducidas en el aparejo y estiva. En todo lo qual las justas observaciones del Maniobrista deben contribuir para el adelantamiento de la construccion y otros ramos de su facultad. Es cierto que la diversidad de muchas maniobras puede llegar á noticia de los principiantes por la lectura de los libros meramente prácticos, y nosotros podemos contar, entre otros, los de Fernandez y Zuloaga. * Pero aun quando, renunciando á los progresos del arte y condenando la maniobra al yugo de la costumbre, se supusiese que la lectura de dichas obras, auxî Si de la obra de Mr. Bourdé, intitulada Le Manoeuvrier, se substrae la parte de Táctica, sus principios de Mecánica y algunas otras reflexîones, se verá que por lo que hace á la Maniobra solo quedan algunas páginas en capa, que se habla del timon, de la facha, viradas y maniobras de áncla aunque de un modo algo distinto del que en iguales puntos usa nuestro Fernandez. Sin embargo, sin defraudar el mérito de Mr. Bourdé, no se b 1 liada de alguna experiencia, bastaba para dirigir al Maniobrista en alguna corta parte de su exercicio, se deberia compadecer la suerte de unos individuos que obrasen sin la menor inteligencia, al modo de aquellos Médicos empíricos que aplican las recetas sin conocimiento del mal ni del remedio. En virtud de todo esto resulta evidente la necesidad de reducir el estudio de la Maniobra al de cortos principios sólidos que, al paso que se entiendan fácilmente, puedan considerarse como exâcta piedra de toque para distinguir las buenas prácticas de las malas, y encierren un manantial fecundo de recursos para todos los varios casos de la práctica. Si se prescinde de la circunstancia de una fácil inteligencia, se verá que concurren en el estudio de varias partes de la Mecánica los requisitos que se descan para la Maniobra: y si se adoptase su estudio por entero, se hallarian prevenidas todas las miras en los solos dos tomos del Exâmen Marítimo de D. Jorge Juan. No se quiere decir con esto que dicho autor trate extensamente todos los ramos de la Maniobra. Su obra en efecto, dirigida á perfeccionar la construccion de los buques y á resolver los problemas mas delicados relativos á su manejo, lleva impreso el caracter propio de los genios inventores, y está lejos de comprehender la razon de todo el por menor de los casos prácticos. Sin embargo como en todas estas materias lo mas supone sabido lo ménos, los que comprehendan bien las proposiciones del Exâmen Marítimo deben considerarse muy remotos de mendigar los principios de otras obras subalternas. A mas de la generalidad del autor citado, se debe conocer que la perfecta inteli debe creer satisfecha la curiosidad de nuestros Marinos con la traduccion de una obra de esta clase, mayormente quando no se advierta la contrariedad de algunos de sus principios con los del Exâmen Marítimo de D. Jorge Juan, y quando en descrédito de un Cuerpo, que gencia de todas sus proposiciones requiere unos profundos conocimientos en varios ramos de la Matemática, cuyo vasto estudio debe retraer de la lectura de dicha obra, no solo al comun de los Marineros destinados al tráfico, sino al general de nuestra aplicada Oficialidad. Teniendo presente todo esto se ha determinado, en beneficio de los Maniobristas principiantes, la formacion de una obra que se pudiese entender con los principios de la Geometría elemental, é incluyese los principales conocimientos necesarios para el manejo de los baxeles. Esta indicacion del objeto basta para excusar á los verdaderos sabios la lectura de una obra, donde nada encontrarán que merezca su atencion. Habiendo dado motivo á que se escribiese el deseo de la utilidad, despues de simplificar los puntos de otras obras, que se han podido adquirir convenientes al asunto, se han procurado llenar algunos de los muchos huecos que las dichas ofrecen. Los materiales de estas Reflexiones serán notorios á quantos profesen el estudio de algunas partes de las Matemáticas puras y mixtas ; porque hasta las obras de casi pura invencion se forman de verdades conocidas aunque diversamente combinadas, al modo que los Artistas dan á una misma materia diversidad de formas. Del mismo modo que ahora se han procurado llenar algunos de los huecos de las obras análogas á este asunto, se llenarán despues los espacios restantes, y se consolidará por fin el edificio de la instruccion de esta parte de la Naútica. Los posteriores notarán acaso defectos de toda especie en estas Reflexîones; pero el constante deseo de la utilidad que las ha producido hará que se miren con igual gusto la cita de estos artículos, como blancos que excusen sus trabajos, ó que fixen sus miras para demostrar los errores que contengan. Aunque en esta obra á mas de la explicacion de varias maniobras, se prefixe la preferencia de las unas á las otras segun las circunstancias, no se incluyen generalmente en estas las que dependen inmediatamente de la experiencia y de los conocimientos hidrográficos. De esta clase puede ser el determinar á la vista de un puerto la maniobra mas conveniente para conservarlo, eligiendo entre las de ponerse en facha, mantenerse á la capa ó bordear. En cuyo caso la determinacion depende del efecto de las corrientes, del estado del buque, de su tripulacion y de otros accidentes, que no permitirian sentar sobre el particular el menor precepto sin todos los visos de arbitrario. En atencion á lo qual como desde luego no se extienden estas Reflexîones á dichos asuntos, se juzga que léjos de que parezcan inmodestas á aquellos venerables Marinos que han encanecido en medio de los mares, les deberán su aprecio por un trabajo útil, que no excede los mas cortos alcances. Por lo que hace á los principiantes, el objeto ha sido extender los conocimientos y excitar debidamente su curiosidad, para el estudio de un ramo tan importante de nuestra profesion. Los fomentos dados al estudio del Pilotage por los principios establecidos en las Academias, y por las obras impresas y manuscritas de varias clases, han llamado la atencion general hácia esta parte de la Navegacion; y los Individuos de nuestra Armada usan todos los instrumentos astronómicos que permiten los movimientos de los buques. Las alturas del Sol sobre el horizonte indistintamente se toman á la hora del medio dia que otras de la mañana ó tarde. La Luna y las Estrellas se consultan por la noche, y no se omite diligencia para determinar el punto en que se halla el navio, y su situacion respecto á todos los demas de las costas bien situadas. á Esta laudable inclinacion de los Individuos de la Armada al estudio del Pilotage, debe prometer que los principiantes abracen con igual ardor el de la Maniobra, y que dando toda la extension que corresponde á la formacion de sus diarios ex no va; presen en ellos, fundándose en principios, el exâmen de las propiedades de los buques, el influxo que tienen en su gobiery toda clase de movimientos las situaciones y corte de las velas, la figura de la pala del timon y las variaciones de la estisin omitir el reflexîonar acerca de la calidad y torcido de las xarcias, del tamaño y material de los exes, roldanas y caxeras, de la disposicion de los aparejos, de las ventajas de los retornos, del cabrestante, bombas, y de un sin número de conocimientos que abraza la vasta ciencia que tiene por objeto el aparejo y movimiento de las embarcaciones. Un sólido estudio de la Maniobra debe proporcionar ademas á los principiantes el que en un temporal, y en los demas accidentes del mar y de la atmósfera en que otros solo oponen un rostro firme á los peligros, concluyan ellos varias observaciones utilísimas á todos los ramos de la Marina en general. El objeto de un navegante no debe ser solo el de tranferirse de unos parages á otros: quantas observaciones le presenten los elementos con quienes lucha, relativas al adelantamiento de la facultad que profesa, deben merecer su consideracion. El exâmen del manejo y propiedades de los buques han ocupado á los primeros hombres de varias edades todo el brillante aparato de las observaciones astronómicas que embargaron la juventud de D. Jorge Juan en la medida del grado de meridiano, no pudieron distraerlo de la atencion que como á Marino debian merecerle tambien la construccion y manejo de las embarcaciones. : y El esmero con que S. M. fomenta la Marina persuade á que el armamento y maniobras de los baxeles adquirirán rápidamente superiores grados de perfeccion ; y se debe esperar que en breve, á causa de la ilustracion general del cuerpo de la Armada, se multipliquen las invenciones en todos ramos, y esta obra solo sirva para manifestar los atrasos del tiempo en que está escrita. Despues de esta sincera confesion parece que debe ser in |