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sible el delinear aquella con exactitud si se pierde de vista un momento, ó si se pierde de vista la punta del lápiz, Para remediar este defecto M. Amici, instruido profesor de Módena, ha inventado diferentes aparatos, entre los cuales merece ser distinguido el siguiente: ABCD (fig. 5) es un cristal transparente, y FG la superficie pulimentada de un espejo metálico, que forma con BD un ángulo BFG de 45°. Un rayo luminoso RM emanado de un objeto lejano, se refleja en M sobre este espejo, y desde él se refleja de nuevo sobre la superficie del cristal BD, en una direccion NO perpendicular á RM: un ojo colocado en O verá pues al través de este cristal BD, proyectarse el objeto hacia la parte de abajo, precisamente como si se hallara situado en X; y como la mano colocada debajo puede ser vista con facilidad, cuesta poco el dibujar todos los rasgos de los objetos que se perciben, lo mismo que en la cámara de M. Wollaston.

Es preciso tener cuidado de dar al cristal BC bastante grueso á fin de que las reflexiones producidas por la superficie inferior AC no penetren en la niña del ojo: las dos caras opuestas de este cristal deben ser exactamente paralelas para evitar las imágenes dobles que resultarian necesariamente si no se llenaba esta condicion. Estas dobles imágenes, y en particular sus límites, hacen la proyeccion confusa y destruyen toda la seguridad de la figura.

M. Amici dispone tambien el aparato de otro mo do. ACB (fig. 2) es un prisma isóseles triangular, cuyo ángulo C es menor de 90°; la punta B descansa sobre el cristal MN con el que está fuertemente unido el prisma bajo un ángulo ABM de 45o. El rayo luminoso emanado del punto R, entra en el prisma por el lado AC,

se refleja en AB, sale por el lado BC, y va á reflejarse de nuevo en I en la superficie superior del cristal MN, de modo que permite al ojo colocado en O, el ver el objeto proyectado abajo hácia X. Hémos dicho que el ángulo C del prisma no debia llegar á 90°, en razon á que el ojo, adelantándose un poco hácia R, podria ver una doble imágen reflejada en el interior del prisma. Se evita este inconveniente cubriendo la parte superior con una planchita CN, que hace parte del instrumento y que tiene una hendidura, por la que se mira. Esta plancha detiene los rayos extraños, que se reflejarian en el ojo despues de haber encontrado el lado anterior del prisma.

Estos diferentes instrumentos se construyen con toda perfeccion por el óptico M. Luis Chevalier, que vive en Paris, cerca del Puente nuevo, esquina del Reloj, núm. 65. Faltaria á la justicia si no declarara en este lugar, que aquel artista me ha hecho ver una cámara clara de invencion suya exactamente igual á la de la fig. 5, mucho tiempo antes que M. Amici hubiera hecho conocer esta en Francia, de lo que se debe sacar la consecuencia que el óptico de Paris hacia este descubrimiento al mismo tiempo que inventaba el suyo el célebre físico de Módena. M. L. Chevalier hacia construir su instrumento para presentarlo á la Sociedad de Fomento; pero las operaciones de su comercio y el deseo de vigilar por si mismo sobre la fabricacion de este aparato, han retardado la operacion lo bastante para que haya visto publicado su procedimiento por M. Amici.

FR.

CÁMARA OBSCURA 6 ESCIÓPTRICA (Artes fisicas). Cuando se impide la entrada en un cuarto de la luz del dia, cerrando todas las salidas, y cuando en uno

de los póstigos de una ventana se hace un agujero O (fig. 6, lám. 49) de una pulgada de diámetro poco mas ó ménos para dejar penetrar los rayos de un objeto Q colocado á lo léjos, estos rayos se cruzan en 0, forman dos conos luminosos opuestos por su vértice comun O. Una seccion hecha con una pantalla N en el cono interior, determina en él una imágen del objeto P vuelta al revés; pero esta imágen es confusa y se parece á una ligera sombra. Para hacerla mas límpia y mejor diseñada, se adapta á este orificio un vidrio convergente, cuya distancia focal sea muy corta relativamente al alejamiento del objeto. Los rayos de luz enviados por los objetos exteriores, van á reunirse en otros tantos focos dentro de la cámara obscura, y pintan estos objetos con limpieza sobre un carton blanco colocado á la distancia en que se encuentran otros focos; esta imágen participa de todos los movimientos de los objetos, si mudan de lugar, y está adornada con los mismos colores que ellos. Es un cuadro animado de la escena exterior presentada en pequeño y vista mas cerca. Se puede tambien recibir la imágen proyectada de este modo, sobre un cristal no pulimentado que la deja ver por trasparencia. Este cristal N está colocado verticalmente delante del agujero O del póstigo, en el foco del vidrio convergente, y se pone tambien á este agujero un cañon de anteojo, á fin de colocar en él este vidrio y dirigir el eje del cono hácia las regiones del

alrededor.

Como la imágen recibida sobre la pantalla y sobre el vidrio es vertical, y puesta al revés seria difícil el trasladarla á un papel para sacar copia de ella, se prefiere el romper la parte de luz incidente para hacerla vertical. Un espejo ab fig. 8 inclinado de 45° al horizonte,

llena muy bien esta condicion; la imágen AB sẻ traslada á a'b' despues de haber atravesado el agujero O y el vidrio adaptado á él; se recibe sobre un papel horizontal, y se presenta recta al espectador colocado hácia b', es decir puesto de espaldas al objeto que quiere dibujar.

Se fabrican cajas ligeras que se pueden desarmar y doblar por partes por medio de charnelas colocadas en las puntas, y que se llevan cuando se quiere á la inmediacion de los lugares cuya prespectiva se quiere dibu→ jar. Una cortina que tapa la abertura por donde se introduce la cabeza y el brazo, impide el que entre la luz en el recinto, y el cono de luz traslada al papel una imágen bastante limpia de los objetos exteriores. (V. fig. 8). Varia mucho la forma de estas cajas, á las que se dá el nombre de cámara obscura ó cámara ne→ gra. Se procura hacerlas portátiles, fáciles de colocar en cualquiera parte, propias para que pueda introducirse en ellas el dibujante y para sostener el papel en que esta forma el lineamiento, etc. Se deben tener muchos vidrios de repuesto á fin de proporcionar las distancias focales á la distancia de los objetos; el vidrio se lleva en un tubo vertical ó cañon de anteojo á fin de poder subir ó bajar á ciertos límites; el espejo puede girar 1.o sobre un eje horizontal para tomar diferentes inclinaciones, y 2.° sobre un eje vertical para dirigirse á todos los puntos del horizonte. Estos movimientos son efecto de un mecanismo interior, de modo que se producen sin salir de dentro de la caja; es muy fácil que nuestros lectores se formen una idea de este aparato sin que sea preciso hacer de él una descripcion mas estensa.

Las cámaras obscuras mas cómodas son las que se forman con cuatro palos ligeros unidos entre sí, del modo

TOMO VII

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que vámos á explicarlo: están situados como las puntas de una pirámide cuadrangular truncada á la inmedia¬ cion de su remate; están inclinados sobre el suelo donde se clavan, tienen 16 decímetros de largo poco mas ó ménos, é imitan por su disposicion un pié con cuatro brazos, unidos en lo alto á una base que tiene un agujero donde está el tubo y su vidrio, y sobre la que está colocado el espejo. En la parte de abajo y á 6 decímetros del suelo hay una tablilla que recibe el papel y la imágen proyectada; esta tablilla es horizontal y está asegurada en los brazos divergentes ó pies del instrumento. Una cortina que envuelve todo el aparato y pasa por detrás del dibujador, cruzándose sobre su espalda, impide la entrada de la luz.

M. Wollaston asegura que los mejores vidrios para esta clase de instrumentos son los MENISCOs cóncavos hácia los objetos, convexos hácia la imágen, y que para ser convergentes deben tener su convexidad sobre una esfera de menor radio que su concavidad. (V.'fig. 4) M. Canchoix es de opinion que conviene dar al radio mas pequeño del radio de la otra esfera para que la imágen tenga toda la limpieza posible.

Los espejos metálicos son preferibles á los de vidrio, que en razon de las reflexiones producidas por sus dos superficies, solo presentan imágenes mas ó ménos confusas y en particular cuando estas superficies no son exactamente paralelas; pero como los espejos azogados son muy baratos, se emplean siempre, pues bastan para un instrumento que no sirve por lo regular mas que de puro pasatiempo, siendo ademas los espejos metálicos muy suceptibles de empeñarse por el aire, oxidándose.

M. Vicente Chevalier, óptico, ha inventado el reem

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