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to (V. CLARINETE, TROMPA, BAJON, CUERDAS

SONIDO), pueden ser semejantes á una cuerda sonora tirante. El grueso de la columna de aire vibrante, ó del canal interior, representa el de una cuerda que es aqui menor á un extremo que al otro; la presion atmosférica exterior es el peso tendiendo la cuerda; el chiflo es la fuerza que engendra las vibraciones del aire, que son las oscilaciones de la cuerda; los agujeros laterales del tubo son los medios de acortarlo. (V. FLAUTA, CLARINETE ).

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Se deja ver pues que el caramillo presenta una cuerda de un grueso desigual, teniendo cerca de 4 pulgadas y 5 líneas de largo (una porcion cerca del chilo no se cuenta por que esta no vibra) porque los efectos deberian presentar las singularidades que son difíciles de explicar. Hay pocos instrumentos de viento que exijan mas ligereza en los dedos y mas habilidad en el modo de soplar; lo que hace que este instrumento sea bastante fatigoso para el pecho. El caramillo saca la octava con mucha facilidad, en razon de que el largo de la columna de aire en vibracion, se divide en dos partes. Por consiguiente se deja ver que un tubo de un diámetro tan pequeño, debe producir este efecto con bastante facilidad, en razon á que el aire frota las paredes de la canal.

La desigualdad del grueso de la columna de aire debe producir las irregularidades en la distancia que separan los agujeros: si esta distancia siguiese la proporcion de los tonos (V. CUERDA) seria necesario que el cuarto agujero fuese una octava parte mas apartado de la boca que el quinto agujero; sin embargo lo está mas de un cuarto, aunque no haga bajar el caramillo mas que un tono. Es preciso decir otro tanto del tercer agujero respeto del cuarto. Los agujeros 3, 2, 1 siguen un poco mejor la ley de los diapasones de las cuerdas. Ca

da fabricante de estos instrumentos observa en las proporciones del pié y el grandor de los agujeros, reglas diferentes que la costumbre les ha enseando; es pucs en esta misma experiencia que consiste principalmente su habilidad. En la palabra CLARINETE dirémos como rectifica tarde y por titubeo los pequeños errores de la afinacion de los tonos, retocando los agujeros con una fresa, como igualmente al agujero longitudinal; esta se hace con una taladra de forma adelgazada hácia la punta, cortante por los lados y del grueso conveniente. El tubo sonoro es corto y de una sola pieza.

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Las generalidades que hémos expuesto bastan para concebir ciertas singularidades del caramillo. Por solo el manejo del aire, puede hacer el ut, re, mi, fa, sol y la estando los agujeros todos tapados, hasta el del pié que se puede indiferentemente tenerlo abierto ó tapado. Se principia á soplar con muy poca fuerza y esta va aumentando poco a poco: estos sonidos no tienen afinacion Tapando mas ó ménos el agujero del pié se puede hacer bajar el tono mas grave de una tercera mayor. Cuando el caramillo sube á la octava, estando los agujeros tapados, proviene de la impulsion del viento, y á veces vuelve á su tono natural abriendo todos los agujeros, aunque esto sea el medio ordinariamente empleado para hacer los tonos agudos; de manera que mas bien y fácilmente hace la octava estando los agujeros tapados que abiertos; por lo que mejor se le dá el tono natural abriendo el medio agujero que cerrándolo. Es preciso entender que el sexto agujero no debe ser mas que medio abierto para pasar á la octava de todos los tonos naturales dados por el instrumento.

La extension del diapason es de un décimo quinto: el tono de sol mayor ó menor es uno de los mas fáciles

de tocar. Es indispensable tapar exactamente los agujeros para producir los tonos naturales y medio tapados para hacer los sostenidos y bemoles. Se pueden hacer 28 tonos consecutivos; pero los mas fáciles se extienden desde el ut sostenido grave, que se hace tapando todos los agujeros y el del pié, hasta el la agudo de la octava siguiente. Tapando todos los agujeros ménos el del pié, se obtiene el re natural grave, y destapándolos todos el re de la octava. Los otros sonidos se obtienen por diferentes combinaciones de los agujeros tapados y destapados que cortan la cuerda sonora en partes de un largo variado.

No hablarémos de la afinacion del caramillo que participa en efecto de los defectos de todos los instrumentos de viento. (V. lo que se dice á este objeto á las palabras CLARINETE, FLAUTA, etc.) Como el largo total del caramillo varia á voluntad de los aficionados, desde el que sirve para silvar á los pájaros hasta el mas largo de todos que no pasa de 6 pulgadas, y que el canal del instrumento cambia tambien, no darémos los nombres que expresan los intervalos que deben separar los agujeros, en razon que estas distancias no están fijadas. Cada fabricante tiene sus modelos que los guarda como los mas perfectos, y que le sirven de patron.

Para dar mas afinacion al caramillo se ha tratado de cortar la cuerda sonora en un mayor número de puntos; pero los agujeros están ya tan inmediatos que no hay mas lugar sobre el tubo que por los seis dedos que lo tienen. Se han podido hacer otros agujeros tapándolos por medio de llaves; en efecto esta última perfeccion es bastante ventajosa, y que enriquece al instrumento de varios efectos mas seguros y nuevos pero no se han podido poner mas que 4 llaves, de las cuales 2,

por decirlo asi no sirven mas que para hacer cadencias. M. Godefroy, fabricante de instrumentos, calle de Montmartre núm. 23, parece ser el que mas á adelantado en esta especie de trabajo.

Los caramillos son de marfil, de boj, de ciruelo, de ébano, etc. Se sabe que la materia no le dá ventaja alguna (V. FLAUTA). No hay tal vez un solo fabricante en Paris que se dedique á este género de fabricacion, en razon á que no hallaria la recompensa de su trabajo. Estos instrumentos suelen venir de la manufactura de la Couture, cerca de Passy, departamento del Eure, en donde se hacen muy baratas las flautas, clarinetes, oboes, etc. Solo se hacen retocar un poco, y á veces este cuidado es enteramente inútil. FR.

CARBON. Se dá este nombre á diversas substancias en las que el CARBONO ha quedado á descubierto, ya sea carbonizándolas por medio de procedimientos particulares, ó ya por alteraciones espontáneas que se presentan en la naturaleza. Denominaciones particulares indican las diferentes especies de carbon que se emplean en las artes, y en la economía doméstica. Colocándolos por órden alfabético, hablarémos sucesivamente del CARBON ANIMAL, del CARBON DE LEÑA, del CARBON MINERAL y del Carbon vegetal; y para otras substancias sobre las que el carbono tiene mucha influencia, sin que por esto se les dé el nombre de carbones, nos referirémos á los artículos ANTRACITA, DIAMANTE, HULLA (carbon de tierra) NEGRO DE BUMO, NEGRO DE MARFIL, Negro de huesos, TURBA CARBONIZADA, etc.

P.

CARBON ANIMAL. Esta denominacion ha sido consagrada por el uso, de algunos años á esta parte, y por ella se designa particularmente la materia propia para hacer carbon que se obtiene destilando los huesos de di

ferentes animales en vasijas cerradas, á una temperatura elevada (un poco ménos subido que el encarnado color de cereza). Este carbon, que puede aplicarse á varios usos que indicarémos mas adelante, se emplea particularmente para quitar la materia colorante que acompaña á diferentes substancias, y sobre todo la que está unida á los AZÚCARES en bruto que se extraen de las caÑAS y REMOLACHAS.

El descubrimiento de las propiedades antipúdridas y propias para quitar el color, que tienen los carbones en general, es debido á Lowitz; muchos otros se han ocupado despues en dar mayor latitud á las aplicaciones que se hicieron entónces de aquellas propiedades.

M. Kels publicó en 1798 algunos ensayos sobre el perfecto descoloramiento del añil, del azafran, de la rubia, del jarabe negro, etc. por medio del cisco de carbon. Anunció que el carbon de hueso descoloraba tambien aquellas substancias; pero se equivocó relativamente al poder que tiene para descolorar, que consideró como inferior al del CARBON VEGETAL comun.

En los Anales de Química se imprimió en 1800 una nota de M. Scaub, de Cassel, relativa al uso del carbon vegetal en el descoloramiento y purificacion de la miel, del jugo de remolachas, etc.

La primera aplicacion provechosa del carbon á los azúcares en bruto de las colonias, la hizo M. Guillon; este hábil refinador entregó al comercio cantidades considerables de jarabes descolorados, que preparaba por medio del carbon de leña hecho polvos (negro vegetal); el gusto agradable de estos jarabes les hizo dar la preferencia que muy pronto lograron sobre el azúcar negro de que se hacia uso entónces en Francia, en cantidades de mucha importancia.

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