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plazar el sistema del espejo y del vidrio convergente por un prisma triangular ABC (fig. 10) cuyo lado mayor AB está inclinado á 45° sobre el menor AC que se coloca horizontalmente; el tercer lado CB está const uido en segmento esférico de 5 decímetros de foco poco mas ó ménos. Este prisma, cuya base se representa por la fig. 10, tiene 60 milímetros de elevacion poco mas ó ménos; el lado AB tiene 64 milímetros, AC tiene 45, aunque son arbitrarias estas dimensiones. El prisma está asegurado en una armazon que permite el dirigirlo hácia los lugares inmediatos, y hacerlo girar al rededor de un eje horizontal para variar la inclinacion de los lados AB, AC, BC, ó para elevarlo segun se quiera mas arriba del orificio superior de la cámara obscu ra que no tiene vidrio alguno. Los rayos luminosos exteriores entran en el prisma, se reflexan en el lado AB, salen cruzándose, y se proyectan sobre el pliego horizontal; la superficie BC, en forma de segmento de esfera, sirve de vidrio convergente, y un papel blanco aplicado sobre el lado reflexante AB y asegurado por una plancha de cobre, se opone á que salga del prisma la luz incidente.

Las ventajas de este aparato consisten en evitar las dobles reflexiones y por consiguiente en dar imágenes mas límpias; en hacer inútil el uso de un espejo con lados paralelos que cuesta siempre muy caro y es difícil de ejecutar; en no servirse del azogado, fácil de echarse á perder, y en fin en dejar libre la comunicacion con el aire exterior en lo alto de la caja, lo que hace mé, nos penosa la situacion del dibujante, permitiendo la renovacion del aire calentado y viciado por la respiracion en un recinto tan estrecho.

Se hace uso con mucha frecuencia de la cámara obs

cura; no tan solo presenta una recreacion formando cuadros animados de un aspecto variado y muy agradable, cuando se tiene una ventana desde donde se descubre un hermoso horizonte; sino que se emplea tambien para dibujar rápidamente vistas ó paisages, ó para delinear prespectivas que son muy exactas, y para las que se necesitaria mucho tiempo si no sé hiciera uso de este aparato. La práctica de las reglas de geometría presenta dilaciones, dificultades y un estudio de que nos dispensa la cámara obscura, pues basta el seguir con lápiz los contornos de la imágen proyectada; pero seria un error si se creyese que con este instrumento no hay necesidad de saber dibujar; pues sin el conocimiento del arte del dibujo nunca se harian mas que cuadros informes. La cámara obscura puede ser considerada á lo mas como un excelente maestro de prespectiva, y los viajantes sacan de ella mucho partido, pues pueden por su medio tomar en poco tiempo dibujos de todos los puntos de vista, paisages y monumentos que quieren conservar.

FR.

CAMBIO, CAMBISCA (Comercio). El oro, la plata, el cobre y todos los metales tienen un valor intrínseco que resulta de los usos que se hacen de ellos en las artes, de los gastos necesarios para extraerlos del lugar donde los ha colocado la naturaleza, y de muchas otras circunstancias; pero entre estos usos el mas importante, el que mas aumenta la utilidad de los metales, á lo ménos en cuanto al oro, la plata y el cobre es el ser el término de cambio al que se ha convenido referir el valor de cualquiera otra clase de mercaderías: decir que el hectolitro de trigo vale 16 francos, es expresar que el trigo y el dinero son dos substancias, que en razon de su actual abundancia, tienen entre sí tales valores relativos, que el volúmen de un hectolitro de

trigo se cambia de comun acuerdo con el peso de 80 gramos de plata á la LEY de 0,9 (1 franco es á esta ley el valor de 5 gramos de plata. V. LEY Y MONEDAS). Los metales preciosos se han escogido por término de comparacion con preferencia á toda otra mercadería, en razon á su propio valor que está ménos expuesto á variar en razon de su naturaleza poco voluminosa y fácil de cambiar; en razon de su dureza, de la dificultad de alterar su pureza, etc., y la existencia de monedas en una nacion, es sin contradiccion la prueba de un sumo grado de civilizacion.

Variando no obstante el valor de las mercaderías por una infinidad de causas, el precio, es decir, este valor considerado en metales cambia tambien sin cesar, y aun las monedas de una nacion hechas de diferentes metales conservan solo á corta diferencia sus valores relativos entre sí. Aunque la moneda de oro de 20 francos se cambie todos los dias por cuatro monedas de plata de 5 francos, es sabido sin embargo que la escasez del oro dá con preferencia á este metal un valor relativo mayor que el de la plata, y esto es lo que forma el agio variable con los tiempos y los lugares.

Comparando las monedas de dos paises es fácil encontrar el valor de la una relativamente á la otra, segun la ley conocida de cada moneda y su peso, cosas generalmente fijas y garantizadas con el busto del Príncipe, ó con las armas del Estado que ha acuñado esta moneda; en efecto por su peso efectivo se podrá deducir primero el peso de su aleacion en razon á que es conocida la ley; y restando el peso de esta aleacion, quedarán dos pesos del mismo metal, cuyo valor relativo resultara de su proporcion. Sé, por ejemplo, que el franco es el peso de 5 gramos de plata, quito de él un décimo

por la relacion de cobre que contiene á que no se dá valor alguno, y saco la consecuencia de que el franco es el valor de 4,5 gramos de plata pura. Sé tambien que la corona (crown) de Inglaterra pesa 30,014 gramos, conteniendo únicamente 27,09 de plata fina, y es fácil deducir de ello que la corona vale 6 fr., 02o en moneda de Francia, siendo este el valor intrínseco reJativo de estas dos monedas. Los gastos de fabricacion aumentan de alguna cosa el valor de las monedas, en razon á que se saca de ella la consecuencia de una seguridad de su ley y de su peso, pero no se hace caso de esta circunstancia en la comparacion de dos monedas, porque este valor añadido existe en las dos partes, y es proporcionado á su valor propio.

El valor de las monedas de oro estrangeras se calcula del mismo modo, comparando el peso y la ley de ellas con las del pais, pudiendo en seguida si se quiere, tomar en consideracion el agio, que es la diferencia actual entre el valor del oro y el de la plata.

Tales son los datos que sirven para formar la tabla de los valores de las diferentes MONEDAS estrangeras (V. esta palabra). El cambista debe conocer exactamente estas relaciones, y cuando se le presenta una de aquellas monedas para cambiarla en moneda del pais, no tiene mas que hacer que reducirla en la proporcion señalada por sus valores respectivos. (V. aritmética,) Es preciso sin embargo no olvidar el tomar en consideracion el estado de las relaciones mercantiles, segun el curso ó cambio del dia, y para entender en que consiste este cambio y las causas que lo establecen, conviene tratar de otra parte de los deberes del BANQUERO.

i

Cuando un comerciante vende un género á uno de sus corresponsales de otra ciudad, por ejemplo de Londres,

sucede pocas veces que se haga el pago en efectivo, es decir, en metales acuñados; el comprador averigua si hay en su residencia algun otro comerciante que habiendo al contrario comprado géneros en Londres, se halle en el caso de hacer pasar á aquella plaza el precio de su compra. Se establece entónces una relacion de comercio entre dos personas de una misma ciudad, de las cuales la una es el acreedor y la otra el deudor, á pesar de que no hayan comprado la una á la otra. El acreedor libra una letra de cambio sobre su deudor de Lóndres, es decir, que hace un contrato particular ó privado, por el que trasmite su crédito á su vecino deudor en Londres, que le paga su valor. (V. VALE). Este deudor remite á su vez la letra endosándola, es decir, trasmitiendo la propiedad á su propio acreedor, que se la hará pagar en Londres por aquel á cuyo cargo está librada. Por este medio se evita el doble trasporte de metales, que ademas de los gastos tendria el inconveniente de ofrecer contingencias de pérdida.

Como las relaciones mercantiles que existen entre dos ciudades, ya sea de una misma nacion, ό 6 ya de reinos diferentes producen una infinidad de cambios de esta especie, las proposiciones recíprocas se hacen en la LONJA ó Bolsa. Si dos ciudades venden y compran recíprocamente por cantidades iguales, no hay necesidad de transporte alguno de metales para saldar sus cuentas respectivas y todo se liquida por medio de letras de cambio; pero este caso sucede muy pocas veces: es muy comun el que en estas especulaciones intervenga una plaza tercera á fin de establecer el equilibrio entre los pagos y valores. Un comerciante de Paris, por ejemplo, paga su deuda en Londres por medio de una letra de cambio librada sobre un banquero de Amsterdam; pues

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