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Se vé pues que los cedazos y tamices son una especie de cribas ó harneros cuyos agujeros son mas ó ménos finos, segun deba ser mas ó ménos dividida la substancia que se quiera obtener.

Los cedazos y tamices se pueden comparar á las cribas en cuanto á su forma, y á una parte de su construccion; pero son diferentes en su grandor, y por la substancia de la cual pasan solamente las partes que se quieren separar. La criba es un pergamino mas ó ménos grueso, mas ó ménos sólido, con unos agujeros mas ó ménos grandes: el cedazo es de una tela de clin, y el tamiz de una tela de seda ó metal, tejida con dos cárcolas, como la tela. (V. TEJEDOR.) Cada una de estas telas está tejida mas ó ménos suelta, á fin de apropiarlas á la tenuidad del polvo que se quiere obtener.

El cedacero tamicero compra los cercos del todo preparados á los serradores ó cedaceros follateros y celemineros que los venden por mayor y por paquetes de á docena. Estos cercos son siempre dobles, en razon de que son necesarios dos para cada cedazo y para y para cada tamiz, el uno ancho y el otro estrecho; ambos son de madera de haya; los operarios vulgarmente les suelen llamar cerchas; el uno debe entrar dentro del otro. El mas ancho tiene unas cuatro pulgadas, y el mas estrecho que cubre el primero tiene unas dos. El operario ajusta y arregla él mismo estos dos cercos segun el grandor que quiera dar al cedazo ó tamiz, y fija las dos extremidades de cada uno de los cercos con unos clavitos pequeños colocando las dos extremidades la una encima la otra, del mismo modo que lo hace el CRIBERO (V. esta palabra ).

Pone la tela de cualquier especie que sea sobre el cerco grande, la extiende bien en todos sentidos, y co

loca por encima el cerco pequeño, es decir el mas estrecho; le hace entrar á la fuerza, y esta compresion es suficiente para tener la tela bien tirante en todos los cedazos y tamices pequeños; pero por los que tienen un diámetro mas grande, despues de haber cortado la tela de dos pulgadas de radio, ó cuatro de diámetro mas grande que el cerco, se envuelve por los bordes sobre un tallo ó brizna de mimbre, y se embasta todo al rededor sobre este mimbre; entonces el cerco de madera que forma la parte inferior del cedazo 6 tamiz apoyándose fuertemente sobre este rollo de tela sostenido por el cerco de mimbre, fuerza á la tela á estenderse perfectamente. Esto es para los cedazos y tamices ordinarios.

Los especieros, los boticarios, los droguistas, etc., necesitan de mas precausiones para conservar sus polvos. Exigen que sus cedazos y tamices sean cubiertos por encima y por debajo de un segundo y tercer cedazo ó tamiz que llaman tambores, construidos como los precedentes, con la diferencia de que en lugar de la tela, el operario substituye un pliego de pergamino mo'jado y bien estendido: en secándose, el pergamino se encoje y la superficie queda perfectamente tirante. Por medio de esta precaucion los polvos se conservan mucho mejor, y la evaporacion de este modo no tiene lugar. El tambor inferior recibe y conserva los polvos ya pasados. En este caso el verdadero cedazo ó tamiz está entre dos tambores.

La tela de los tamices de seda es una gasa mas ó ménos clara; las telas metálicas que están tejidas con hilos de laton mas ó ménos finos, y mas ó ménos juntos son preferibles á las demas.

Independientemente de estas substancias secas y ma

chacadas que han sido pasadas ya por el tamiz, se sirven tambien de estos instrumentos para separar los liquidos de las substancias sólidas que pueden contener. L

CEJA DE VARIOS INSTRUMENTOS MÚSICOS. El sonido que dá una cuerda sobre un instrumento se determina por la tension, la tension, el grueso, la naturaleza y la longitud de esta cuerda; para que esta longitud sea exactamente fija, se encola á lo alto del mango una pequeña barra transversal, sobre la cual cada cuerda se ajusta á una clavija que la recibe. Esta barrita es lo que se llama ceja; tiene por objeto no solamente el elevar las cuerdas un poco mas arriba del mango para que no rocen vibrándolas, y que los dedos no tengan que hacer tanto esfuerzo para apretar estas cuerdas sobre el mango, sino que tambien para marcar el puesto que ocupan estos dedos para que las cuerdas dén los diferentes sonidos que el músico quiera ejecutar, cuyos sonidos dependen entonces solamente del grado de longitud que se las dá por la presion. El violin, la viola, el violoncelo y el contrabajo, tienen una ceja de marfil cerca de las clavijas. La guitarra tiene asi mismo diez ó doce, colocadas sobre el mango, cada una en el lugar conveniente para que apoyando el dedo sobre las cuerdas, un poco arriba, ejecuten los sonidos que se quiera. FR.

CELEBRO DE BALLENA. El célebro de ballena, que asi le llaman, es nombre muy mal apropiado; sperma ceti, es una materia crasa, que en algun modo forma asi un medio, entre él sebo y la cera, que fué lo que dió motivo á Foureroy á llamarle adipo-lire. Esta substancia nos viene de Phiseter macrocephalus, espe cie de cachalote; circuye el célebro de este enorme cetáceo, y forma entónces una materia aceitosa que se

concreta en parte luego de su exposicion al aire. Se recoge el depósito cristalino, se somete á la prensa para separar el aceite flúido que ha quedado, lo derriten á un pequeño calor, y por el enfriamiento se obtiene una masa blanca cristalina, formada de unas hojas anchas nacaradas, untuosas y como jabonosas al tacto, traslucientes cuando son delgadas, muy fusibles, congelandose de 45 á 50° centígrados, muy solubles en los aceites fijos y volátiles, un poco solubles en el alcohol, y mas en el éter. La solucion etérea se cuaja en masa por el enfriamiento.

El célebro de ballena se emplea algunas veces en la medicina como calmante y pectoral; pero no debe ser empleado para este objeto, sino cuando es muy fresco. Es suceptible, como todas las substancias crasas, á ponerse rancia, y entonces no podria producir mas que efectos nocivos: asi es que para este objeto hacen muy poco uso de él. El célebro de ballena entra en la composicion de algunas pomadas cosméticas; tambien se fabrican con él especies de bugías llamadas velas de esperma, que es el empleo el mas considerable que tiene.

Fourcroy habia comprendido bajo la misma denominacion de adipo-cire el célebro de ballena, la gordura de cadáver y la materia de los cálculos biliares, pero ha sido demostrado despues que esto formaba tres materias distintas.

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R.

CELOSIAS (Tecnológia). Se dá este nombre á una especie de puertas de ventanas que se colocan por la parte de afuera, y no sirven mas que para guardarse del sol durante los calores del verano. Están formadas de una porcion de tablitas delgadas de 3 á 4 milímetros de grueso y de 9 á 10 centímetros de ancho, y sostenidas por unas cintas de hilo, las cuales mantienen las

tablitas separadas á una distancia conveniente, como se verá mas abajo, á fin de que cuando están, por el efecto de un pequeño mecanismo que explicarémos, de canto tapen enteramente la abertura, salvo el vacío necesario de cada lado por no perjudicar el mecanismo.

Cuando la fuerza del sol ha pasado, se levantan todas las tablitas á la vez, tirando una doble cuerda que cuelga sobre uno de los costados; entonces estas tablitas se juntan las unas sobre las otras, ocupan un pequeño espacio, y se ata la doble cuerda á un gancho de hierro que está clavado en el pié derecho de la ventana, ó de otra manera; la celosia queda suspendida.

Otras dos cuerdas, colocadas al otro lado, sirven para hacer girar en uno ó en otro sentido todas las tablitas, á fin de dar mas ó ménos claridad; una de estas dos cuerdas se ata asimismo á un gancho de hierro à fin de conservar la claridad determinada.

La construccion de estas puertas ingeniosas, no puede ser bien comprendida sino por medio de las figuras. Ademas de esto, como las cintas de hilo y las cuerdas se usan muy prontamente, cuando no están embreadas, cualquiera podrá volverlas á poner con facilidad, cuando conozca bien su construccion.

La fig. 9, lám. 63 manifiesta la celosia cerrada; se vé en A todas las tablitas levantadas para interceptar absolutamente el paso de la claridad, jugando entre tres dobles cintas de hilo verticales B, B, B, y sostenidas por unos pequeños cabos de cinta horizontales, cosidas por ambos extremos á las dos cintas verticales que las abrazan, formando asi escalas de cintas de hilo.

Antes de describir la manera con que el mecanismo de esta máquina se opera, debemos hacer conocer su construccion.

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