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ménos claridad: es lo que la fig. 11 nos ayudará ha ha cerlo comprender.

La fig. 11 manifiesta un corte del dintel A, y la planchita D. Este corte se ha tomado en la línea vertical que describen las cuerdas s, s, t,t, (fig. 9). Sobre la polea p, colocada en la entalladura rectangular 6 (de la fig. 10, A) pasa la cuerda s, cuyo extremo está fijado al borde de la tabla D, al punto r, y el otro extremo dirigiéndose en el agujero inclinado c, cae verticalmente al lado izquierdo de la celosia, de manera que tirando esta cuerda, se hace subir de abajo arriba la tabla Dy todas las tablitas de la celosia.

La otra cuerda que cuelga al lado de la primera, pasa por encima la tabla D, y el otro cabo está fijado al otro lado de esta tabla en x; de suerte que tirándola por el extremo t se le dá un movimiento contrario al primero.

Se vén en ƒ los brazos del estribo que sostiene el eje sobre el cual gira la tabla D.

Cuando la celosia está colocada, es decir cuando se ha sujetado el dintel en las entalladuras que le son destinadas, se fija por la parte de afuera, y arriba del cuadro de la abertura de la ventana una tabla de un ancho bastante grande para tapar todas las tablitas de la celosia cuando están subidas. Esta tabla se llama pavellon.

Se colocan algunas veces en los dos lados de la abertura tablas de 14 á 15 centímetros de ancho, y del mismo grueso que el pavellon, con el cual forman una armazon que iguala la delantera del cuadro, á fin de impedir que la celosia salga por la parte de afuera de la ventana, y al mismo tiempo guardarla de la agitacion del viento.

L.

CELLADURA DE CUBAS (Tecnológia). En algunas diferentes circunstancias se hace en las cubas de cualquiera dimension que sean, una operacion que se llama celladura de cubas. 19 En la época de las vendimias, cuando se hacen reconocer los toneles, á fin de disponerlos para colocar el vino cuando se le saca de la cuba de fermentacion, se reponen todos los aros que están rotos ó carcomidos, y se ajusta las duelas, á fin de tapar todas las hendiduras que la sequedad ha podido ocasionar. 2: Cuando los toneles llegan en casa del consumidor, antes de entrarlos y colocarlos en la bodega, en el caso de que los aros estén rotos ó carcomidos. 3. En fin, en la bodega, cuando se apercibe que algun aro está flojo ó roto. En todos estos casos, se llama al tonelero, quien despues de haber examinado los toneles, trae los aros necesarios para componerlos. Los aros ó los cercos son hechos de diferentes maderas, siendo las mejores el roble, el castaño, el nogal, el olmo, el cerezo de monte y el fresno; en seguida vienen el sauce, el álamo blanco, el chopo y otras maderas blancas; estas últimas se pudren en muy poco tiempo. Debe escogerse las maderas que se partan mejor, que tengan ménos nudos y que se doblan fácilmente. En la palabra CERCOS puede verse el modo de fabricarlos. Se parte la madera en dos pedazos.

Los cercos deben siempre tener su corteza: deben de

y

secharse los que son carcomidos fáciles de romperse. Cuando están en haces, deben tenerlos en un parage fresco, á fin de conservarles la flexibilidad que les es necesaria.

Supongámos, para dar un ejemplo mas evidente, que todos los aros de un tonel deban renovarse, lo que es un caso el mas raro, y que exige el mas grande cuida

do. Se entiende que de una vez no se pueden quitar todos los aros, porque el tonel quedaria desmontado У de consiguiente se perderia el vino; lo mismo sucederia si no se obrase con inteligencia. En este caso el tonelero quita los dos aros mas malos de uno de los cabos del tonel, y ajusta dos de nuevos, que coloca con cuidado el uno despues del otro, y los sujeta suficientemente, golpeándolos desde luego con el mazo y despues con el apretador. Lo mismo se hace en el otro extremo. En seguida prepara los dos aros que deben ser colocados cerca del agujero, sobre uno de los costados del tonel. Antes de quitar el viejo, prepara un aro de hierro con tornillo, que se puede ajustar cuando se quiere, lo que describirémos en la palabra TONELERO; en seguida quita sucesivamente los aros que están encima de los dos que quiere reponer, y al instante que apercibe un rezumo del líquido, coloca alli su aro de tornillo, ajustándolo cuanto crea necesario para unir las duelas del modo que estaban antes, y hasta que el rezumo cese. Entónces puede sin miedo quitar los dos aros, que debe desde luego reemplazar, y asi todos los demas, excepto el del jable, que lo tiene ya colocado. No le queda sino reem. plazar desde luego los dos aros de comba, y sucesivamente todos los demas. Puede quitar el aro de tornillo tan pronto como ha colocado los dos aros de comba, y que los ha bien solidado. Para concluir la colocacion de los últimos aros encima de los del jable, quita aquellos porque le embarazarian, y los reemplaza luego que este que está debajo es solidado. Sujeta, como hémos dicho, cada aro ó cercos que coloca, luego con el mazo y en seguida con el apretador, que introduce con el mazo, dando vueltas de este modo por todo el rededor del tonel.

Opera de igual manera en el otro lado de la pieza. Por este raro ejemplo, pero que sucede algunas veces, se vé el modo con que debe operar cuando no hay sino algunos aros que cambiar ó reemplazar.

Sucede bastante á menudo que las duelas dejan rezumar entre ellas el licor que contiene el tonel. Este accidente tiene lugar mas frecuentemente en el fondo á la parte del jable. Se remedia el primero de estos defectos, introduciendo estopa en la hendidura, que ordinariamente se hace de lienzo rasgado y hecho hilas. Para esto se vale de una especie de cuchillo á fin de introducir las estopas, que ellos llaman estancador. Para evitar la evasion sobre el jable, se valen de cáñamo sacado de bramante grueso destorcido. Lo introducen con un instrumento que se llama escarpia, que es una especie de pequeño formon cuyo corte es embotado. Este instrumento tiene cerca de media pulgada de anchura del lado del corte, y del otro una cabeza, sobre la cual se golpea ligeramente con el mazo para hacerlo en

trar.

Nos queda para describir la manera con que prepara el tonelero los aros para cellar los toneles. Toma un aro y lo pone sobre el tonel en el mismo lugar que quiere colocarlo. Rodea exactamente la pieza y hace una señal con la cotana sobre los dos aros hácia los dos lados en donde se cruzan. Para darle lo que ellos llaman presa hace entrar un poco el cabo del aro por dentro, y sostiene con la mano las dos partes del aro que tendrian de abrirse. Con la cotana hace, sobre el corte de las dos partes del aro, dos muescas de la longitud que debe ocupar el mimbre á una cierta distancia de los extremos del aro.

Quita la madera que se ha quedado en las dos mues

cas, y practica en ellas lo que él llama tope. Des pues de haber cortado lo sobrante del aro de cerca tres ó cuatro pulgadas mas allá de las muescas, las acerca la una de la otra, deja el aro en esta posicion, y lo sujeta con el mimbre con que lo cubre, y uniendo las hebras las unas contra las otras. Se vé la utilidad de estas muescas; sirven para retener, por medio del mimbre que las llena, el aro para que no adquiera un mas grande diámetro que el que se ha querido dar. Disminuyendo el diámetro por las muescas que se han acercado del costado de la circunferencia del aro, el diámetro se ha vuelto un poco mas pequeño, lo que dá la facilidad de introducirlo con el apretador, para hacerlo llegar al puesto que debe ocupar, y de este modo se llega á unir mas las duelas.

L.

CEMENTACION (Tecnológia). En la palabra Aceno (T. I, pág. 121) hémos hablado bastante largamente del arte de la cementacion; hémos hecho conocer todo lo que ha sido escrito de mas importante sobre esta materia, y hémos indicado los diversos cementes que se emplean en esta operacion.

L.

CENICERO. La parte de un horno que está colocada por debajo de la reja que sostiene el combustible, está destinada á recibir las cenizas; este cenicero, cuyo grandor depende de la dimension del horno, y de la cantidad de cenizas que produce, está cerrado por una puerta que se abre para vaciarlo, ó para dejar entrar el aire exterior cuando se juzgue á propósito. (V. HORNO.)

FR. CENIZAS AZULES (Tecnológia). Se ha tratado este artículo en la palabra AZUL.

CENIZAS GRAVELADAS. La ceniza gravelada se fabricaba ordinariamente en hornos quemando el poso

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