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mano del astrónomo que ha levantado el plano de las costas de la América meridional *, desde la Boca del Dragon hasta Portobelo. Fidalgo visitó la entrada de Cook y la bahía del Príncipe Guillelmo; y completó el reconocimiento de aquellos parages, que posteriormente ha examinado el intrépido Vancouver. Bajo los 60° 54′ de latitud, á la extremidad setentrional de Prince William's Sound, fue testigo el señor Fidalgo de un fenómeno probablemente volcánico, y de los mas extraordinarios. Los naturales del pais lo llevaron á un llano cubierto de nieve, y vió allí grandes masas de hielo y de piedras que se lanzaban á prodigiosas alturas con espantoso estruendo. Don Francisco Elisa se quedó en Noutka, para extender y fortificar el establecimiento fundado por Martinez el año anterior. Todavía se ignoraba en aquella parte del mundo, que el 28 de octubre de 1790 se habia firmado ya en el Escorial un tratado, por el cual renunciaba la España en favor de la corte de Londres á sus pretensiones de Noutka y del canal de Cox: asi es que la fragata Dedalus, portadora de la órden pasada á Vancouver, para cuidar de la ejecucion de aquel tratado, no llegó al puerto de Noutka sino en agosto de 1792, una época en que Fidalgo formaba otro segundo establecimiento español al SE. de la isla de Cuadra, en el continente mismo, en el puerto de Nuñez Gaona ó Quinicamet, situado bajo los 48° 20' de latitud á la entrada de Juan de Fuca.

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✦ Véase mi Recueil d'Observations astronomiques, lib. 1.

A la expedicion del capitan Elisa, se siguieron otras dos, que por la importancia de los trabajos astronómicos á que han dado motivo, y por los primorosos instrumentos que llevaban á prevencion, pueden correr parejas con las expediciones de Cook, Lapérouse y Vancouver : hablo del viage del ilustre Malaspina en 1791, y del que hicieron los señores Galiano y Valdes en 1792.

Las operaciones ejecutadas por Malaspina y por los oficiales que trabajaban bajo sus órdenes, abrazan una inmensa extension de costa desde el embocadero del rio de La Plata hasta la entrada del Príncipe Guillelmo; pero aquel hábil navegante es mas famoso por sus desgracias que por sus descubrimientos. Despues de haber recorrido los dos hemisferios, y escapado de todos los peligros de una mar borrascosa, los encontró todavía mayores en una corte, cuyo favor le fue funestó. Víctima de una trama política gimió durante seis años en un calabozo. El gobierno frances ha rescatado su libertad. Alejandro Malaspina ha regresado á su patria : y allí, á las orillas del Arno, es en donde goza solitario de las profundas impresiones, que en una alma sensible y probada por la adversidad, dejan la contemplacion de la naturaleza y el estudio del hombre en climas dife

rentes.

Los trabajos de Malaspina yacen sepultados en los archivos, no porque el gobierno temiese la revelacion de unos secretos que creyese útil ocultar, sino porque

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debia quedar el nombre de aquel intrépido navegante en un olvido eterno. Por fortuna que el depósito hidrográfico de Madrid * ha hecho que el público disfrute de los principales resultados de las observaciones astronómicas hechas durante la expedicion de Malaspina. Las cartas marítimas que se han publicado en Madrid despues del año de 1799, estan fundadas en gran parte en los resultados importantes de aquellas observaciones; pero en vez del nombre del gefe, solo encontramos el de las corbetas, la Descubierta y la Atrevida, que son las que mandaba Malaspina.

Su expedicion que salió de Cadiz el 30 de julio de 1789, no llegó al puerto de Acapulco hasta el 2 de febrero de 1791. En aquella época la corte de Madrid fijó de nuevo su atencion en un objeto, ya debatido á principios del siglo XVII, á saber el supuesto estrecho por el cual Lorenzo Ferrer Maldonado pretendia haber pasado, en 1588, desde las costas del Labrador al océano grande. La esperanza de encontrar aquel paso, se avivó con ocasion de una memoria que M. Buache acababa de leer á la Academia de ciencias. Las corbetas la Descubierta y la Atrevida recibieron órden de remontar á latitudes muy altas en la costa NO. de

* Este depósito se fundó por real órden de 6 de agosto de 1797. ** Extracto de un diario llevado á bordo de la Atrevida, manuscrito conservado en los archivos de Méjico. (Viage de la Sutil, p. 113-123.) ́ El señor Malaspina antes de esta expedicion, emprendida en 1789, habia dado ya la vuelta al globo en la fragata Astrea, destinada para Manila.

la América, y de examinar todos cuantos canalizos y entradas interrumpiesen el litoral entre los 58° y 60° de latitud. Malaspina, acompañado de los botánicos Hænke y Née, dió á la vela en Acapulco el primero de mayo del año de 1791. Al cabo de tres semanas de navegacion, tomó tierra en el cabo de San Bartolome, que habia sido ya reconocido en 1775, por Cuadra, en 1778 por Cook, y en 1786, por Dixon. Levantó el plano de la costa desde el cerro de San Jacinto cerca del cabo Edgecumbe (cabo Engano, latitud 57° 1' 30") hasta la isla Montagú, frente á la entrada del Príncipe Guillelmo. En todo el curso de esta expedicion se anotaron en varios puntos de la costa la longitud del péndulo y la inclinacion y declinacion magnéticas; y se midió ademas con sumo esmero la elevacion de los cerros de San Elias y del Buen Tiempo, que son las mas empinadas cimas de la cordillera del Nuevo-Norfolk. La noticia segura de su altura y la de su situacion pueden servir muy mucho á los navegantes, cuando se pasan semanas enteras sin que puedan observar el sol á causa del mal tiempo; pues á la vista de aquellos picachos, á la distancia de 80 ó 100 millas, podran fijar el lugar

*

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La expedicion de Malaspina encontró que la altura del Cerro San Elias es de 5441 metros (6507,6 varas); la de Mount Fairweather, ó del Buen Tiempo, de 4489 metros (5368,3 varas): por consiguiente, la elevacion del primero de estos dos cerros se aproxima al del Cotopaxi; y la del segundo es casi igual á la del Mont-Rose. Véase el t. I, y mi Geografía de las Plantas.

que ocupan sus buques por simples arrufaduras, y por ángulos de altura.

Despues de haber buscado inútilmente Alejandro Malaspina el estrecho indicado en la relacion del viage apócrifo de Maldonado, y hecho estancia en el puerto de Mulgrave, en la bahía de Behring (latitud 59° 34' 20"), tomó rumbo hacia el Sur. Fondeó en el puerto de Noutka el 13 de agosto, sondeó los canales que rodean la isla de Yucuatl, y determinó, por observaciones puramente celestes, la posicion de Noutka, de Monterey, de la isla de Guadalupe en la cual acostumbra arrimarse á tierra la Nao de China, y del cabo de San Lucas. La corbeta la Atrevida entró en Acapulco y la corbeta Descubierta en San Blas, en octubre de 1791.

Esta campaña de cinco meses no era suficiente sin duda para reconocer y levantar el plano de una dilatada costa, con aquel esmero minucioso que admiramos en el viage de Vancouver que duró tres años. La expedicion de Malaspina tiene no obstante un mérito especial, que consiste no solo en el número de las observaciones astronómicas, sino señaladamente en el método atinado que ha seguido para lograr resultados ciertos. Se ha fijado de un modo absoluto la longitud y la latitud de cuatro puntos de la costa, del cabo San Lucas, de Monterey, de Noutka y del puerto Mulgrave. Los puntos intermedios han sido referidos á esos cuatro fijos por medio de cuatro reloges marinos de Arnold. Este método, de

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