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sobre el género de cultivo que conviene á tal ó tal latitud. Varias plantas anuales, principalmente las gramíneas de semillas harinosas, son bastante indiferentes al rigor del invierno; pero necesitan mucho calor en el verano, como los árboles frutales y la vid. En una parte del Mayland, y sobre todo en Virginia *, la temperatura media del año es igual y quizá superior á la de Lombardia, y no obstante esto, las escarchas del invierno no permiten mucho el cultivo de los mismos vegetales que hermosean los llanos del Milanes. En la region equinoccial del Perú ó de Méjico, el centeno y mucho menos el trigo no llegan al verdadero punto de madurez en los llanos que tienen 3500 ó 4000 metros de elevacion, á pesar de que el calor medio de estas comarcas alpinas es superior al de los parages de la Noruega y Siberia, en donde las cereales se cultivan con buen éxito. Pero, en los paises mas inmediatos al polo, durante unos treinta dias, la oblicuidad de la esfera y la corta duracion de las noches dan mas fuerza á los calores estivales; al paso que bajo los trópicos, en el llano de las cordilleras, nunca el termómetro se sostiene un dia entero mas arriba de 10° á 12° céntigrados.

Para no mezclar ideas teóricas y poco susceptibles

* En Umea, en Westro-Botnia (lat. 63° 49'), en 1801, los extremos del termómetro, centígrado, en verano, eran de + 35°, y en invierno-47o,7. El señor Acerbi se queja mucho de los grandes calores del verano en la parte setentrional de la Laponia.

de una rigurosa exactitud con la exposicion de hechos ciertos, no dividiremos las plantas que se cultivan en Nueva-España, segun la altura del terreno en donde vegetan con mas abundancia ni segun los grados de temperatura media que parece necesitan para desarrollarse; las clasificaremos mas bien por la utilidad que ofrecen á la sociedad. Empezaremos por los vegetales que constituyen la basa principal del alimento del pueblo mejicano; despues trataremos de las plantas que presentan materialesá la industria manufacturera; y terminaremos estas indagaciones, describiendo los productos vegetales, que son el objeto de un comercio importante con la metrópoli.

El Plátano ó Banano, es para los habitantes de la zona tórrida el mismo alimento, que las gramíneas cereales, el trigo, la cebada y el centeno para el Asia occidental y la Europa; el mismo que las infinitas variedades de arroz para los paises situados mas allá del Indo, principalmente para Bengala y la China. En ambos continentes, en las islas que comprende la inmensa extension de los mares equinocciales, en todas partes en donde el calor medio del año excede 24° centígrados, el fruto del plátano es un objeto de cultivo del mayor interes para la subsistencia del hombre. El célebre viagero Jorge Forster y otros naturalistas que le han seguido, han sostenido que esta planta preciosa no existia en América antes de la llegada de los españoles, sino que la habian llevado allí de las islas Canarias al principio del siglo xvi°. En efecto,

Oviedo, que en su historia natural de las Indias distingue cuidadosamente los vegetales indígenas de los que se han introducido, dice positivamente que un fraile de la órden de predicadores, Tomas Berlangas*, en 1516, plantó los primeros plátanos en la isla de Santo Domingo. Asegura haber visto él mismo, el Musa cultivado en España, cerca de la ciudad de Almeria, en el reino de Granada, y en el convento de franciscanos de la isla de la Gran Canaria, en donde Berlangas habia tomado los hijuelos que se trasportaron á Hispaniola, y de allá sucesivamente á las demas islas y Tierra Firme. Podria apoyarse la opinion de Forster con que, en las primeras relaciones de los viages de Colon, Alonso Negro, Pinzon, Vespucci y Cortés, se habla muy á menudo del maiz, del pa- . payo, del jatrofa manhiot y del maguey, pero nunca del plátano. Sin embargo, el silencio de estos primeros viageros solo prueba la poca atencion con que miraban las producciones naturales del suelo americano. Hernandez que, ademas de las plantas medicinales, describe otros muchísimos vegetales mejicanos, no hace mencion del Musa: pero, este botánico vivia

* De plantis esculentis commentatio botanica, 1786, p. 28. Histoire naturelle et générale des Iles et terres fermes de la grande mer océane, 1556, p. 112-114.

Christophori Columbi navigatio. De gentibus ab Alonzo re pertis. De navigatione Pinzoni socii admirantis. Navigatio Alberici Vesputii. Véase Grynai nov. orbis, 1555, p. 64, 84, 85, 87

medio siglo despues de Oviedo; y los que consideran el Musa como procedente del nuevo continente, no ponen en duda que su cultivo era muy comun en Méjico, á últimos del siglo xvio, á una época en que una multitud de vegetales menos útiles al hombre, ya habian sido trasportados allí de España, de las islas Canarias y del Perú. Luego el silencio de los autores no es una prueba suficiente en favor de la opinion de M. Forster.

Tal vez en cuanto á la verdadera patria de los plátanos, sucede lo mismo que sobre la de los perales y cerezos. Por ejemplo el cerezo de monte (Prunus avium), es indígena en Alemania y en Francia: se halla en nuestros bosques desde la mas remota antigüedad, como el roble y el tilo; al paso que otras castas de cerezos que se consideran como variedades que se han hecho permanentes, cuyos frutos son mas sabrosos que los del cerezo de monte, los Romanos los trageron del Asia menor *, y en particular del reino del Ponto. Asi mismo, en las regiones equinocciales, y hasta el paralelo de 33 ó 34 grados, se cultivan bajo el nombre de plátanos un gran número de plantas que difieren esencialmente la forma de sus frutos, y que quizá constituyen verdaderas especies. Si hasta hoy dia no se cree bastante probada la opinion, de que todos los

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por

Desfontaines, Histoire des arbres et arbrisseaux qui peuvent être cultivés sur le sol de la France, 1809, t. II, p. 208, obra que con- . tiene sabias y curiosas indagaciones sobre la patria de los vegetales útiles, y sobre la época de su primer cultivo en Europa.

perales cultivados traen su origen del peral silvestre como de un tronco comun, debe sernos todavía mas permitido el dudar que el gran número de variedades constantes de plátanos lo traen del Musa troglodytarum que se cultiva en las islas Molucas, que segun Gortner, tal vez él mismo no es un Musa, sino una especie del género Ravenala de Adanson.

En las colonias españolas no se conocen todos los Musa ó Pisang descritos por Rumphius y Rheede; sin embargo se distinguen tres especies que los botánicos no han determinado todavía sino muy imperfectamente, el Plátano ó Arton (Musa paradisiaca Lin.), el Camburi (Musa Sapientium Lin.) y el Dominico (Musa regia Rumph.) Yo he visto cultivar en el Perú una cuarta especie, de un gusto muy esquisito, el Meiya del mar del Sur, que en el mercado de Lima se llama Plátano de Taiti, porque la fragata Aguila llevó los primeros plantones de la isla de Otahiti. Ahora bien, en Méjico, y toda la Tierra Firme de la América meridional, es una tradicion constante que el Plátano Arton y el Dominico se cultivaban allí mucho tiempo antes de la llegada de los españoles, pero que el Guineo, que es una variedad de Camburi, fue llevado de las costas de Africa, como su mismo nombre lo prueba. El autor peruano Garcilaso de la Vega

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Comentarios reales de los Incas, t. 1, p. 282. El pequeño plátano almizclado, el Dominico, cuya fruta me ha parecido la mas sabrosa en la provincia de Jaen de Bracamoros, en las márgenes de la Amazona y del Chamaya, parece idéntico con el Musa ma

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