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En las colonias españolas se oye repetir muy á menudo, que los habitantes de las tierras calientes no saldrán de la apatía en que hace siglos estan sumergidos, hasta que una real cédula mande destruir todos los platanares. A la verdad el remedio es violento, y los que lo proponen con tanto ardor, generalmente no desplegan mas actividad que el comun del pueblo al que quieren hacer trabajar, aumentando la masa de sus necesidades. Esperemos que la industria progresará entre los mejicanos, sin que se empleen medios destructivos. Ademas, si consideramos la facilidad con que el hombre se sustenta en el clima en que crecen los plátanos, no debemos extrañar que en la region equinoccial del nuevo continente, la civilizacion haya comenzado en las montañas, en un suelo menos fértil, bajo un cielo no tan favorable al desarrollo de los seres organizados, y en donde la misma necesidad despierta la industria. Al pie de la cordillera, en los valles húmedos de las intendencias de Veracruz, Valladolid ó Guadalajara, un hombre que trabaje ligeramente solo dos dias en la semana, puede sustentar una familia entera; y con todo eso, es tal el amor al suelo natal, que el habitante de las montañas á quien la helada de una noche arrebata muchas veces la esperanza de su cosecha, no baja á aquellos llanos fértiles, pero desiertos, en donde la naturaleza vanamente ostenta sus beneficios y riquezas..*

* Desde que se publicó esta obra por la primera vez se han suscitado nuevas dudas sobre el orígen americano de los plátanos

En la misma region que se cultiva el plátano, hay tambien la planta preciosa cuya raiz da la harina del

que cultivan los indios salvages del Orenoco y del Casiquiaro; y yo debo anotarlas en este lugar. El ilustre autor de las Observations systematical and geographical on the Herbarium collected on the banks of the Congo (1818, p. 51), el señor Roberto Brown, al mismo tiempo que recuerda que Margraf y Piso (Hist. nat. du Brésil, p. 554). miraban los plátanos del Brasil como venidos de la costa de Africa, sienta por principio general que en los casos dudosos se puede admitir con alguna probabilidad que una especie cultivada es exótica en el pais en donde no se encuentre ninguna otra especie indígena del mismo género. Segun este principio que parece muy bien fundado, las diferentes variedades de plátanos cultivados en América, pertenecerian originariamente al Asia; cuyo continente presenta ya cinco especies distintas del género Musa, que crecen espontáneamente, al paso que en América no hay una siquiera. Todas las variedades de Musa que sirven de alimento al hombre, y de las cuales se cultivan diez y seis, solo en el archipiélago indio (Crawfurd, Hist. of the Indian Archipelago, t. 1, p. 410 - 413.), descienden segun M. Brown, del Musa sapientum, indígena en Asia, en donde tiene unos granos que no son abortivos (Roxburgh Corom. tab. 275). Por otra parte, yo podria citar en favor de mi opinion, que es tambien la del señor Robertson, y contra la de los señores Robert Brown y Devaux (Journal de Botanique, vol. iv, p. 4.), que en el hemisferio austral aseguran los Puris haber cultivado en las orillas del Prato, mucho tiempo antes de sus comunicaciones con los portugueses, una pequeña especie de plátano (Caldcleugh, Travels in South America, 1825, t. 1, p. 23.) y que se hallan en las lenguas americanas las palabras no traidos para distinguir el fruto del Musa por ejemplo: paruru en tamanaco; arata en maypuro (Humboldt, Relat. hist., t. 1 y 11). (Leopold von Buch, Physic. Beschreibung der Can. Inselm, 1825, P. 124). Me parece tambien que la palabra pala de que se sirve Plinio para designar el Musa (en arabe Mouz) se debe á una equivocacion ó mala inteligencia, que son tan frecuentes, aun en nuestros dias, entre los viageros, y que viene del

manioc ó mañoc. El fruto verde del Musa se come cocido ó asado como el del árbol del pan ó como la raiz tuberosa de la patata; pero la harina del manioc y la del maiz, se convierten en pan; y da á los habitantes de los paises calientes lo que los colonos españoles llaman pan de tierra caliente. El maiz, como lo veremos luego, tiene la gran ventaja de poderse cultivar bajo los trópicos, desde el nivel del océano hasta elevaciones que igualan las de las mas altas cimas de los Pirineos: goza de esta extraordinaria flexibilidad de organizacion, que caracteriza los vegetales de la familia de las gramíneas; y aun la posee en mas alto grado que las cereales del antiguo continente que padecen bajo un cielo abrasador, al paso que el maiz vegeta con lozanía en los paises mas cálidos de la tierra.

La planta cuya raiz da la fécula nutritiva del manioc, es designada, segun una palabra tomada de la lengua de Haity, ó la isla de Santo Domingo, bajo el nombre de Yuca. No se cultiva con buen éxito fuera de los trópicos; en la parte montañosa del reino de Méjico, su cultivo no se eleva generalmente sobre la altura absoluta de 600 á 800 métros; y sobrepuja de mucho al Camburi ó plátano de Canarias, que se acerca mas á la meseta central de las cordilleras.

sanscrit phalam, que significa fruto en general. La palabra pisang introducida en la lengua alemana, es malaya (Crawfurd, t. 11, p. 158); banana ó plátano viene sin duda alguna de barana-busa, que segun Amaracosha es sinónimo en sanscrit de radala, rambha, y mocha, palabras que todas significan Musa. (Ainslie, Materia medica of Hindustan, 1813, p. 234.)

Los mejicanos, asi como los naturales de toda la América equinoccial, cultivan desde la mas remota antigüedad, dos especies de yuca, que los botánicos han reunido en su inventario de las especies, bajo el nombre de jatrofa manihot. En las colonias españolas se distingue la yuca dulce de la amarga. La primera que en Cayena se llama camañoc, puede comerse sin riesgo, al paso que la otra es un veneno bastante activo. Ambas pueden servir para hacer pan; sin embargo en general no se emplea para este uso sino la raiz de la yuca amarga, cuyo zumo venenoso se separa con mucho cuidado de la fécula antes de hacer el pan de manioc, llamado cazavi ó casave. Esta separacion se hace comprimiendo la raiz raspada en el cibucan, que es una especie de saco prolongado. Segun un pasage de Oviedo (lib. VII, c. 2.) parece que la yuca dulce, que él llama boniata, y que es el huacamote de los mejicanos, no se encontraba originariamente en las islas Antillas, sino que se trasplantó allí del continente vecino. «< El boniata, dice Oviedo, es parecido <<< al de la Tierra Firme; no es venenoso y puede comerse <«< con su zumo séase crudo, cocido ó asado ». Los naturales cuidadosamente en sus campos (coseparan

nucos), las dos especies de jatrofa.

Es muy notable que unas plantas cuyas propiedades químicas son tan diferentes, sean tan difíciles de distinguir por sus carácteres exteriores. Brown,

* Hist. of Jamaica, p. 349 y 350. Véase tambien Acosta, lib iv, cap. XVII.

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en su historia natural de la Jamaica, ha creido encontrar estos carácteres en el calado de las hojas. La yuca dulce la llama sweet cassava, jatrofa foliis palmatis lobis incertis, y la yuca amarga ό acre, common cassava jatrofa foliis palmatis pentadactylibus. Pero examinando muchos plantíos de manihot, he visto que las dos especies de jatrofa, asi como todas las plantas que se cultivan con hojas palmeadas, varian prodigiosamente en su aspecto. Yo he observado que los naturales distinguen el manioc dulce del venenoso, menos por la grande blancura del tallo y color.rogizo de las hojas, que por el sabor de la raiz amarga. Lo propio sucede con el jatrofa cultivado que con el naranjo dulce, que los botánicos no saben distinguir del amargo; no obstante de que segun las bellas experiencias de M. Galesio, es una especie primitiva que se propaga con la pepita como el naranjo amargo. Algunos naturalistas, á imitacion del doctor Wright de la Jamaica, han tomado la dulce por verdadero jatrofa janifa de Lineo, ó el janifa frutescens de Lóffling *: pero esta última especie, que es el jatrofa carthaginensis de Jacquin, difiere esencialmente por la forma de sus hojas (lobis utrinque sinuatis), que se parecen á las del papayo. Mucho dudo que el cultivo pueda trasformar el janifa en el jatrofo manihot. Tampoco parece probable que la yuca dulce sea un jatrofa venenoso, que por el cui

yuca

* Reza til Spanska Lænderna, 1758, p. 309.

el

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