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ofrece al indio bebidas particulares. Los llanos inmediatos á las costas producen el guarapo ó aguardiente de caña, y la chicha de manioc: en la falda de las cordilleras abunda la chicha de maiz: el alto llano central es el pais de las viñas mejicanas allí se encuentran los plantíos de agave que producen el pulque de maguey que es la bebida favorita de los naturales. El indio acomodado añade á estas producciones del suelo americano otro licor, mas escaso y caro, cual es el aguardiente de uvas que llaman aguardiente de Castilla, queen parte va de Europa y en parte se hace en el pais mismo. He aqui muchísimos recursos para un pueblo que apetece los licores fuertes hasta el exceso. Antes de la llegada de los europeos, los mejicanos los peruanos exprimian el jugo de la caña del maiz para hacer azúcar. No se contentaban con reconcentrar este jugo por medio de la evaporacion, sabian preparar el azúcar bruto haciendo enfriar el jarabe espeso. Describiendo Cortés al emperador Carlos v todos los géneros que se vendian en el mercado grande do Tlatelolco, cuando entró en Tenochtitlan, cita expresamente el azúcar mejicano diciendo: «< venden « miel de abejas, y cera, y miel de cañas de maiz, « que son tan melosas y dulces como las de azúcar : y << miel de unas plantas que llaman en las otras y estas « maguey, que es muy mejor que arrope; y de estas plantas facen azúcar y vino que asimismo venden *.» La paja de todas las gramíneas contiene materia azu⭑ Lorenzana, p. 103.

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carada, principalmente cerca de los nudos: sin embargo parece de poquísima consideracion el azúcar que puede dar el maiz en la zona templada bajo los trópicos, al contrario, su tallo hueco es en tal manera azucarado, que yo he visto á menudo los indios chuparlo como hacen los negros con la caña de azúcar. En el valle de Toluca, chafan la paja de maiz entre cilindros; y con su zumo fermentado preparan un licor espiritoso llamado pulque de maiz ó tlaolli, que es un objeto de comercio bastante considerable.

Las descripciones estadísticas que se han formado en la intendencia de Guadalajara, cuya poblacion no es mas que de 500,000 habitantes, hacen probable que, año medio, la cosecha anual del maiz en toda la Nueva-España es de mas 17 millones de fanegas, ó 800 millones de kilógramos. En Méjico, en los climas templados, este grano se conserva tres años en el valle de Toluca, y en todos los altos llanos cuya temperatura media baja de catorce grados centígrados, cinco ó seis, principalmente si aunque esté seco no lo siegan hasta que el grano maduro haya sufrido alguna helada. En años buenos, el reino de Nueva-España produce mucha mas cantitad de maiz de la que puede consumir. Como el pais reune en un pequeño espacio una grande variedad de climas, y que el maiz casi nunca da bien en las tierras calientes y en las frias á un mismo tiempo; el trasporte de este grano vivifica singularmente el comercio interior. Comparado el maiz al trigo de Europa, tiene la desventaja de contener me

nor cantidad de sustancia nutritiva en un volúmen mucho mayor. Esta circunstancia, unida á la de los malos caminos en la falda de las montañas, son obstáculos para su exportacion. Será mas frecuente, cuando esté concluida la hermosa calzada que debe ir de Veracruz á Jalapa y Perote. Las islas en general, principalmente la de Cuba, consumen una cantitad enorme de maiz; y muchas veces les falta, porque el interes de los habitantes se fija casi exclusivamente en el cul- · tivo de la caña de azúcar y café; no obstante que algunos agricultores instruidos han observado hace mucho tiempo, que en el distrito que hay entre la Habana, el puerto de Batabano y Matanzas, los campos de maiz cultivados por hombres libres dan mas beneficio neto que una hacienda de caña: este último cultivo exige adelantos considerables en compra de esclavos, manutencion de estos y la construccion de sus dependencias.

Si es probable que en Chile, en otro tiempo, á mas del maiz se sembraban dos gramíneas de semilla harinosa, que pertenecen al mismo género que nuestra cebada y trigo, no es menos cierto que antes de la llegada de los españoles á América no se conocia allí ninguna cereal del Antiguo Continente. Suponiendo que todos los hombres traen su orígen de un mismo tronco, acaso podria admitirse que los americanos, se han separado, como los atlantes *, del resto del género

* Véase la opinion enunciada por Diodoro de Sicilia, Bibl. lib. II, p. Rhodom', 186.

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humano antes que el trigo se cultivase en el llano central del Asia. Pero ¿debemos perdernos en los tiempos fabulosos, para explicar antiguas comunicaciones que parece haber habido entre ambos continentes? En tiempo de Herodoto, toda la parte setentrional del Africa no ofrecia aun otros pueblos agricultores, sino los egipcios y cartagineses *. En lo interior del Asia, las tribus de raza Mongola, los Hiong-nu, los Burates, los Kalkas, y los Sifanes constantemente han sido pastores errantes. Pero si aquellos pueblos del Asia central ó si los Libios del Africa hubiesen podido pasar al nuevo continente, no habrian ni unos ni otros introducido allí el cultivo de las cereales: luego la falta de estas gramíneas, no es una prueba contra el orígen asiático de los pueblos americanos, ni contra la posibilidad de una trasmigracion bastante reciente.

Como la introduccion del trigo europeo ha tenido la influencia mas feliz en el bienestar de los megicanos, es interesante referir la época en que tuvo principio este nuevo ramo de agricultura. Un negro, esclavo de Cortés, encontró tres ó cuatro granos de trigo entre el arroz que servia de alimento al ejército español: aquellos granos se sembraron, segun parece, antes del año de 1530; por consiguiente el cultivo del trigo es algo mas antiguo en Méjico que en el Perú. La historia nos ha conservado el nombre de una señora española, Maria de Escobar, muger de Diego

* Heeren, über Africa, p. 41.

de Chaves, que fue la primera que llevó algunos granos de trigo á la ciudad de Lima, llamada entonces Rimac. El producto de las cosechas que obtuvo de aquellos granos, los distribuyó durante tres años entre los nuevos colonos, de manera que tocaron veinte ó treinta granos á cada arrendador. Garcilaso se queja de la ingratitud de sus compatriotas, que apenas conocian el nombre de Maria de Escobar *. Ignoramos la época precisa en que comenzó el cultivo de las cereales en el Perú; pero es cierto que en 1547, en la ciudad de Cuzco, aun no se conocia el pan de trigo. En Quito, el padre José Rixi, natural de Gante en Flandes, sembró el primer trigo europeo, cerca del convento de San Francisco. Todavía los frailes enseñan como una curiosidad el tiesto en que fue de Europa el primer trigo, y lo conservan como una reliquia preciosa **. ¡Ojala que en todas partes se hubiese conservado el nombre de los que, en vez de asolar la tierra, la han enriquecido con plantas útiles al hombre!

que

La region templada principalmente los climas en el calor medio del año no pasa de diez y ocho á diez y nueve grados centígrados, parece la mas á propósito para el cultivo de las cereales, no comprendiendo con esta denominacion mas que las gramíneas

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Comentarios reales 1x. 24. t. 11, p. 332. «Maria de Escobar, digna de un gran estado llevó el trigo al Perú. Por otro tanto adoraron los Gentiles á Ceres por Diosa, y de esta matrona no

<< hicieron cuenta los de mi tierra. »

** Veanse mis Tableaux de la Nature.

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