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tierras en Méjico, Buenos-Aires y los Estados-Unidos, pasemos la vista rápidamente por el precio del jornal en estos diversos paises. En Méjico se computa á razon de dos reales de plata en las regiones frias, y de dos y medio en las calientes, donde hay falta de brazos y los habitantes en general son muy perezosos. Este precio parecerá muy módico si se considera la riqueza metálica del pais, y la cantidad de plata que está continuamente en circulacion. En los Estados-Unidos, en donde los blancos han hecho retirar la poblacion india mas allá del Ohio y del Misisipí, el jornal se paga de 14 á 16 reales de vellon en Francia se puede valuar de 6 á 8 reales de vellon, y en Bengala á medio real de plata. Por esta razon, á pesar de la enorme diferencia del flete, es mas barato en Filadelfia el azúcar de las grandes Indias que el de la Jamaica. De estos datos resulta que en la actualidad el precio del jornal en Méjico está en proporcion del de

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El precio medio del trigo en Nueva-España es de cuatro á cinco pesos fuertes la carga, que pesa 150 kilogramos, comprando en el campo á los mismos cosecheros. En Paris, de algunos años á esta parte, 150 kilógramos de trigo cuestan 30 francos (6 pesos fuertes). En la ciudad de Méjico la carestía del trasporte aumenta de tal manera el precio, que comunmente cuesta de 9 á 10 pesos la carga. Los extremos

en épocas de la mayor ó menor fertilidad, son allí de 8 y 14 pesos. Es fácil pronosticar que el precio del trigo mejicano disminuirá considerablemente, cuando se hayan hecho caminos en la falda de las cordilleras, y cuando una mayor libertad de comercio favorezca los progresos de la agricultura.

El trigo mejicano es de primera calidad, y puede compararse con el mejor de Andalucía: es superior al de Montevideo, que segun la opinion del señor Azara, tiene el grano la mitad mas pequeño que el de España. En Méjico el grano es muy grande, blanco y nutritivo, principalmente en las haciendas que se riegan. Se observa que el trigo de sierra, es decir, el sembrado en grandes alturas, en la loma de las cordilleras, tiene el grano cubierto de una película mas gruesa, al paso que el de las regiones templadas abunda de materia glutinosa. La calidad de las harinas depende principalmente de la proporcion que hay entre el glúten y el almidon ; y parece natural que en un clima que es favorable á la vegetacion de las gramíneas, el embrion y la capa celulosa del albumen, que los fisiologistas consideran como el sitio principal del glúten, son mas voluminosos.

En Méjico difícilmente se conserva el trigo mas de dos ó tres años, principalmente en los climas templados, y no se han estudiado bastante las causas de este fenómeno. Seria prudente formar almacenes en los

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Mirbel, sobre la germinacion de las gramíneas. (Annales du Muséum d'Histoire naturelle, vol. xxi, p. 147.)

parages mas frios del pais. Ademas, en los puertos de la América española hay la preocupacion de creer que las harinas de las cordilleras se conservan menos que las de los Estados-Unidos. Fácil es de adivinar la causa de esta preocupacion que ha sido muy perjudicial á la agricultura, sobre todo en la Nueva Granada. Los comerciantes que habitan las costas opuestas á las islas Antillas y que se encuentran atados con las prohibiciones del comercio , por ejemplo los de Cartagena, tienen un gran interes en mantener relaciones con los Estados-Unidos. Los empleados de las aduanas á veces son bastante indulgentes para tomar un barco de la Jamaica, por uno de la isla de Cuba.

El centeno y sobre todo la cebada resisten al frio mejor que el trigo, y se cultivan en las mesetas mas elevadas. La cebada todavía da abundantes cosechas en alturas en que el termómetro rara vez se sostiene durante el dia mas arriba de 14 grados. En la Nueva California, tomando el término medio de las cosechas de trece pueblos, la cebada produjo 24 por uno, en 1791, y 18, en 1802.

En Méjico se cultiva muy poco la avena, y aun en España se ve raras veces, porque los caballos se alimentan con cebada, como en tiempo de los griegos y los romanos. El centeno y la cebada pocas veces padeccu una enfermedad que los mejicanos llaman chaquistle que destruye frecuentemente las mas bellas cosechas de trigo, cuando la primavera y el principio del ve

rano han sido muy calientes y frecuentes las tempestades. Comunmente se cree que esta enfermedad del grano es causada por unos pequeños insectos que llenan lo interior de la caña, é impider que el jugo nutritivo suba hasta la espiga.

Una planta de raiz nutritiva originaria de América, la patata (Solanum tuberosum), parece que se introdujo en Méjico en la misma época, poco mas o menos que las cereales del antiguo continente. Yo no decidiré la cuestion de si las papas (es el antiguo nombre peruano con que en el dia se conocen las patatas en todas las colonias españolas) han venido á Méjico junto con el schinus molle del Perú, y por consiguiente por el conducto del mar del Sur; ó si los primeros conquistadores las han traido de las montañas de la Nueva Granada, Como quiera que sea, es cierto, que no las conocian en tiempo de Motezuma, hecho tanto mas importante, cuanto es uno de aquellos en que la historia de las emigraciones de una planta se enlaza con la de las emigraciones de los pueblos.

La predileccion que ciertas tribus dan señaladamente al cultivo de algunas plantas, las mas de las veces indica, ó identidad de raza, ó antiguas comunicaciones entre hombres que habitaban climas diferentes. Bajo este aspecto, tanto los vegetales, como las lenguas y las fisonomías de las naciones, pueden tenerse como monumentos históricos. Los pueblos pas

* Hernandez, lib. 1, cap, xv, pag. 54.

tores ó los que solo viven de la caza, no son los únicos que, impelidos por un espíritu turbulento y guerrero, emprenden viages largos: los aduares de orígen germánico, aquel enjambre de pueblos que desde lo interior del Asia se trasportaron á las márgenes del Boristenes y del Danubio, y los salvages de la Guayana nos ofrecen numerosos ejemplos de tribus que, estableciéndose por algunos años, desmontan cortas extensiones de tierra, siembran en ellas los granos que cogieron en otra parte, y abandonan estos cultivos apenas empezados, luego que una mala cosecha, ó cualquier otro accidente les disgusta del sitio que poco antes escogieron. De este modo los pueblos de raza mongolesa se han trasportado, desde la muralla que separa la China de la Tartaria hasta el centro de la Europa; de este modo algunos pueblos americanos del Norte de la California y de las márgenes del Rio Gila, han refluido hasta el hemisferio austral. En todas partes vemos torrentes de aduares errantes y belicosos, abrirse paso entre pueblos tranquilos y agricultores. Estos últimos, inmóviles como las márgenes de un rio, recogen y conservan con esmero las plantas nutritivas y los animales domésticos, que acompañaron aquellas tribus errantes en sus largas correrías. Muchas veces el cultivo de un corto número de vegetales, bien asi como algunas palabras extrangeras, mezcladas en idiomas de diverso orígen, sirven para señalar el camino que ha llevado una nacion al pasar de uno á otro extremo del continente.

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