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Estas consideraciones, que he manifestado mas por extenso en mi Essai sur la Géographie des plantes, bastarán para probar cuan interesante es para la historia de nuestra especie, el conocer con exactitud hasta donde se extendia primitivamente el dominio de ciertos vegetales, antes que el espíritu de colonizacion de los europeos hubiese llegado á reunir las producciones de los climas mas lejanos. Si las cereales, si el arroz de las Grandes Indias eran desconocidos á los primeros habitantes de la América, en cambio el maiz, la patata y el quinoa, no se cultivaban ni en el Asia oriental, ni en las islas del mar del Sur. Los chinos introdujeron el maiz en el Japon **; y aquellos, segun dicen algunos autores, debian haberlo conocido desde la mas remota antigüedad. Este aserto, si estuviese fundado, aclararia mucho la idea de las antiguas comunicaciones que se supone haber habido entre los habitantes de ambos continentes. Pero ¿en donde estan los monumentos que atestiguen que el maiz se haya cultivado en Asia antes del siglo xvr? Segun las eruditas investigaciones del P. Gaubil ***,

parece

¿Qué es el arroz silvestre de que habla M. Mackenzie, gramínea que no crece mas allá de los 50o de latitud, y con la cual se alimentan los naturales del Canadá en invierno? (Viage de Mackenzie, 1, p. 156.)

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Thunberg, Flora Japonica, p. 37. En japones, el maiz se llama Sjo Kuso, y Too Kibbi. La palabra kuso indica una planta herbácea, y Too una produccion exótica.

*** Manuscritos astronómicos de los padres jesuitas, que se conservan en la oficina de las longitudes, en Paris.

todavía dudoso que mil años antes hubiesen visitado las costas occidentales de la América, como lo habia sentado el célebre historiador M. de Guignes. Persistimos en la creencia de que el maiz no fue trasplantado desde la llanura de la Tartaria á la de Méjico, y que tampoco hay mas probabilidad de que antes que los europeos descubriesen la América, esta preciosa gramínea hubiese pasado del Nuevo Continente al Asia.

La patata, si la consideramos bajo un punto de vista histórico, nos presenta otro problema curiosísimo. Parece cierto, como ya lo hemos dicho antes, que esta planta, cuyo cultivo ha tenido en Europa la mayor influencia en los progresos de la poblacion, no se conocia en Méjico antes de la llegada de los españoles. En aquella época se cultivó en Chile, en el Perú, en Quito, en el reino de la Nueva Granada y en toda la cordillera de los Andes, desde los 40o de latitud austral hasta cerca de los 50° de latitud boreal. Los botánicos suponen que crece espontáneamente en la parte montuosa del Perú. De otra parte los sabios que han hecho investigaciones sobre la introduccion de las patatas en Europa, aseguran que tambien la hallaron en Virginia los primeros colonos que Sir Walter Raleigh envió allí, en 1584. Pero ¿como se concibe que una planta que se dice no pertenecer origináriamente al hemisferio austral, se encuentre cultivada al pie de los montes Alleghanys; cuando no se conocia en Méjico ni en las regiones montuosas y templadas de las islas Antillas? ¿Es probable que algunas tribus perua

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nas hayan penetrado hacia el norte, hasta las márgenes del Rapahannoc, en Virginia, ó las patatas han venido del N. al S., á la manera de los pueblos que desde el siglo vii han aparecido sucesivamente en el alto llano de Anahuac? En una y otra de ambas hipótesis ¿como no se ha introducido ó conservado este cultivo en Méjico? Hé aqui unas cuestiones hasta ahora poco agitadas, y con todo muy dignas de llamar la atencion del físico, que abrazando de un golpe de vista la influencia del hombre sobre la naturaleza, y la reaccion del mundo físico sobre el hombre, cree leer en la distribucion de los vegetales la historia de las primeras emigraciones de nuestra especie.

Para no sentar aqui sino hechos exactos, desde luego obervaré que la patata no es indígena en el Perú, y que en ningun parage se la encuentra silvestre en la parte de las cordilleras que está situada bajo los trópicos. M. Bonpland y yo hemos herborizado en la loma y falda de los Andes desde los 5° N. hasta los 12° S. Nos hemos informado de sugetos que han examinado aquella cordillera de montañas colosales hasta la Paz y Oruro; y estamos seguros que en aquella vasta extension de terreno, no vegeta espontáneamente ninguna especie de solano de raices nutritivas. Es verdad que hay parages poco accesibles y muy frios, que los naturales llaman páramos de las papas; pero estas denominaciones, cuyo orígen es fácil de adivinar, son pequeño indicio de que aquellas grandes alturas produzcan la planta que les dió el nombre.

Pasando mas al sur del otro lado del trópico, se la encuentra, segun Molina *, en todos los campos de Chile. Allí los naturales distinguen la patata silvestre, cuyos tubérculos son pequeños y un poco amargos, de la cultivada desde muchos siglos. A la primera llaman maglia, y á la segunda pogny. Tambien cultivan en Chile otra especie de solano que pertenece al mismo grupo de hojas penatas y sin espinas, cuya raiz es muy dulce y de figura cilíndrica. Es el Solanum cari, aun desconocido no solo en Europa, sino aun en Quito y en Méjico.

Podria preguntarse si estas plantas, útiles al hombre, son verdaderamente originarias de Chile, ó bien si por un dilatado defecto de cultivo se han vuelto silvestres en aquel pais. La misma cuestion se hizo á los viageros que hallaron las cereales creciendo espontáneamente en las montañas de la India y del Caucaso. Los Señores Ruiz y Pavon, cuya autoridad es de mucho peso, dicen haber hallado la patata en los terrenos cultivados, in cultis, y no en los bosques ó en la loma de las montañas. Pero debemos observar que en nuestros paises, el solanum y las diferentes especies de trigo no se propagan por sí mismas de un modo duradero, cuando los pájaros llevan los granos á los prados y bosques. En todos aquellos parages en que estas plantas parecen volverse silvestres á nuestra vista, lejos de multiplicarse como el Erigeron canadense, el Oenothera

* Hist. nat. de Chile, p. 102.

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el de las monta

biennis y otros colonos del reino vegetal, desaparecen en corto espacio de tiempo. El maglia de Chile, el trigo de las márgenes del Terek * gnas (Hill-wheat) del Boutan, que M. Banks ** acaba de dar á conocer ¿serian acaso el tipo primitivo del solanum y de las cereales cultivadas?

Es probable que el cultivo de las patatas ha ido poco a poco avanzando desde las montañas de Chile á hácia el norte, por el Perú y el reino de Quito, hasta el llano de Bogotá, el antiguo Cundinamarca. Esta ha sido tambien la marcha que los incas han seguido en la serie de sus conquistas. Fácilmente se concibe porque mucho tiempo antes de la llegada de MancoCapac, en aquellos tiempos remotos en que la provincia del Callao y los llanos de Tiahuacan eran el centro de la primera civilizacion de los hombres *** las emigraciones de los pueblos de la América meridional, mas bien debian hacerse del sur al norte, que en una direccion opuesta. Los pueblos montañeses de ambos hemisferios en todas partes han manifestado el deseo de acercarse al ecuador, ó al menos á la zona tórrida, la cual á grandes alturas ofrece un clima suave y las demas ventajas de la zona templada. Costeando las cordilleras, ya desde las márgenes del Gila hasta el centro del reino de Méjico, ya desde

*

Marschall de Biberstein, sobre las riberas occidentales del mar Caspio, 1798, p. 65 Ꭹ 105.

** Bibl. brit., 1809, n. 322,

p. 86.

*** Pedro Cieza de Leon, cap. cv. Garcilaso, III, I.

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