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nombre de patata colorada de Bedfordshire, cuyos tubérculos pesan mas de un kilógramo; pero esta variedad (conglomerated potatoe) tiene un gusto desabrido y casi no sirve mas que para el ganado, al paso que la papa de Bogotá que contiene menos agua, es muy harinosa, un poco dulce y de un sabor muy agradable.

Entre el gran número de producciones útiles que las emigraciones de los pueblos y las navegaciones lejanas nos han dado á conocer, desde el descubrimiento de las cereales, es decir desde tiempo inmemorial, ninguna planta ha tenido una influencia tan señalada sobre el bien estar de los hombres, como la patata *. Este cultivo, segun los cálculos de sir John Sinclair, puede alimentar nueve individuos por acre de 5368 metros cuadrados. Se ha hecho comun en la

La opinion de que el Solanum tuberosum no está considerado sino como una planta introducida en Virginia, se ha hecho mucho mas general desde la primera vez que publiqué esta obra. Se asegura que mucho tiempo antes de Drake, un mercader de esclavos llamado Juan Hawkins, habia llevado, en 1545, esta produccion á la Irlanda desde las costas de la Nueva Granada; y el primero que la cultivó en Inglaterra fue Gerard que la habia recibido del mismo Francisco Drake. Su cultivo pasó á la Bélgica, en 1590; pero los irlandeses lo descuidaron hasta que Raleigh introdujo allí de nuevo la patata al principio del siglo xví, trayéndola de Virginia. Putsche und Bertuch, Monographie der Kartoffeln, 1822. Yo he examinado el rarísimo libro que se titula: General History of Virginia, New England and the Summer Isles, from 1584 to 1626, by Capt. John Smith, governor in these countries and admiral of New-England (London 1632); pero en la parte que contiene (pàg. 9) las observaciones de Thomas

Nueva Zelanda *, en el Japon, en la isla de Java, en el Boutan y en Bengala, en donde, segun afirma M. Bockford, las patatas se consideran como mas útiles el árbol del pan introducido en Madras. Su cultivo se extiende desde la extremidad del Africa hasta

que

Harriot, que califica de Sabio matemático, no he podido encontrar la descripcion de la patata. A mediados del siglo, xvII fue cuando se introdujo esta raiz en las islas Bermudez, llevada de Europa y no de la Virginia. Por otra parte las denominaciones de Norembega y de Openawk (véase mas arriba, pag. 308.) que los primeros escritores ingleses dieron al Solanum tuberosum, no son nombres de plantas indígenas, al contrario, traen su orígen, á mi modo de ver, de una de estas equivocaciones ó mala inteligencia tan comunes entre los viageros que no saben la lengua del pais. Acabo de descubrir que Norembega es el nombre antiguo de la Nueva Inglaterra (Smith, general hist., p. 203). La palabra Openawk, es probable que se deriva del nombre de los Indios Lenni-Lenaps, con quienes los primeros colonos tuvieron frecuentes relaciones, y á quienes por corrupcion llamaban Openagi, y Apenagi en lugar de llamarles Wapanachki (Transactions of the hist. Committee of the American philos. Society, 1819, tom. 1, p. 25.) ¿Y que? ¿ los navegantes que trajeron la planta á la Inglaterra la habrian dado el nombre del pais y de los habitantes de aquel en donde los colonos habian ensayado su cultivo? M. Bonpland y yo no hemos encontrado nunca el Solanum tuberosum en estado silvestre en ninguna parte de la América: pero los señores Caldcleugh y Baldwin han hecho recientemente este importante descubrimiento, el uno en Chile, y el otro cerca de Montevideo y de Maldonado; tal vez será el Solanum conmersonü. de M. Dunal; pero M. Lambert, considera esta especie como una nueva variedad de la patata comun. (Journal of Sciences and Arts, n° 19 y 28. Sabine en las Transact. of the Horticultural Society, vol. v, tom. 11, p. 137. Long. Exped, tom. I, pag. 94. Lambert, on the native country of the potatoe en su grande obra sobre los pinos, pag. 41.)'

* John Savage, Account of New Zealand, 1807, p, 18.

el Labrador, en Islanda y en Laponia. Es un espectáculo bien interesante el ver una planta que ha bajado de unas montañas que estan bajo el ecuador, avanzarse hacia el polo, y resistir á todos los hielos del norte, aun mas que las gramíneas cereales.

Acabamos de examinar sucesivamente las producciones vegetales que hacen la basa del alimento del pueblo mejicano, el plátano, el manioc, el maiz y las cereales. Hemos procurado dar alguna importancia á este artículo, comparando la agricultura de las regiones equinocciales con la de los climas templados de Europa, y uniendo la historia de las emigraciones de los vegetales, con los acontecimientos que han hecho refluir el género humano de una á otra parte del globo. Sin entrar en pormenores botánicos que no ofrecerian interes en esta obra, concluiremos estè capítulo indicando sucintamente las demas plantas. alimenticias que se cultivan en el suelo meji

cano.

Un gran número de estas plantas se han introducido desde el siglo XVI. Los habitantes de la Europa occidental han depositado en América todo lo que habian recibido en dos mil años, por sus comunicaciones con los griegos y romanos, la irrupcion de los aduares del Asia central, las conquistas de los árabes, las cruzadas y las navegaciones de los portugueses. Todos estos tesoros vegetales, acumulados en un extremo del antiguo continente, por el movimiento constante de los pueblos hacia el ueste, conserva

dos bajo la feliz influencia de una civilizacion siempre creciente, se han hecho casi á un mismo tiempo la herencia de Méjico y del Perú. Posteriormente los vemos, aumentados con las producciones de América, pasar todavía mas lejos á las islas del mar del Sur, á aquellos establecimientos que un poderoso pueblo acaba de formar en las costas de la Nueva Holanda. De esta suerte el mas pequeño rincon de la tierra, si llega á ser la propiedad de los colonos europeos; sobre todo, si presenta una grande variedad de climas, atestigua la actividad que ha desplegado nuestra especie desde algunos siglos acá. Una colonia reune en un pequeño espacio lo que el hombre errante ha duscubierto de mas precioso en toda la superficie del globo.

La América es extraordinariamente rica en vegetales de raices nutritivas. Despues del manioc y las patatas, no hay otras mas útiles para la subsistencia del pueblo que el oca (Oxalis tuberosa), la patata y el iñame. La primera de estas producciones solo se cria en los paises frios y templados, en la cima y falda de las cordilleras; las otras dos pertenecen á la region cálida del reino de Méjico. Los historiadores españoles que han descrito el descubrimiento de la América, confunden * las palabras de ares y patatas, aunque la una designa una planta del grupo de los espárragos, y la otra un convolvulus.

* Gomara, lib. III, cap. xxI.

.

El iñame ó dioscorea alata, bien asi como el plátano, parece comun á toda la region equinoccial del globo. La relacion del viage de Aloysio Cadamusto* nos enseña que los árabes conocian esta raiz. Su nombre americano todavía puede darnos alguna luz acerca de un hecho importantísimo para la historia de los descubrimientos geográficos, que no parece haber llamado hasta ahora la atencion de los sabios. Cadamusto dice, que en el año de 1500, el rey de Portugal habia enviado una flota de doce bajeles alrededor del cabo de Buena Esperanza, á Calecut, bajo las órdenes de Pedro Alvarez Cabral. Este almirante despues de haber visto las islas del cabo Verde, descubrió una grande tierra desconocida, que tomó por un continente. Encontró allí hombres desnudos, morenos, pintados de colorado, con el pelo largo, que se mesaban los pelos de la barba, se horadaban la barbilla, se açostaban en hamacas, é ignoraban enteramente el uso de los metales. Por estas señas fácilmente se conocen los indígenas americanos. Cabral abordó á la costa del Brasil (tierra de Santa-Cruz ó Insula Psittacorum), y halló que se cultivaba allí una especie de maiz, y una raiz con la que se

* Cadamusti Navigatio ad terras incognitas. (Grynæus Orbis Nov., p. 47, 67, 215. Herrera, Dec. 1, lib. IV, c. VII.). Cadamusto señala con estas palabras el famoso almirante Cabral : «Petrus quidam Aliares ac Abrilus Fidalcus». El desventurado capitan Tuckey encontró silvestre el Yam amargo (dioscorea) en las orillas del Congo. (Brown, Botany of Congo, p. 54.)

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