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hace pan que se llama iñame. Vespucci, tres años antes que Cabral, habia oido pronunciar esta misma palabra á los habitantes de la costa de Paria. El nombre haitiano del dioscorea alata es axes ó ajes. Con este nombre describe Colon el iñame, en la relacion de su primer viage; y es tambien este mismo el que tenia en tiempo de Garcilaso, Acosta y Oviedo * , que han señalado perfectamente los carácteres con que los ares se diferencian de las batatas.

Las primeras raices del dioscorea se trasportaron á Portugal, en 1596, de la isleta de Santo Tomas, situada cerca de las costas de Africa, casi bajo el ecuador **. En una embarcacion que conducia esclavos á Lisboa, habian embarcado aquellos iñames para comida de los negros durante el viage. Por semejantes circunstancias varias plantas alimenticias de Guinea se han introducido en las Indias occidentales, y se han propagado con esmero para proporcionar á los ésclavos el mismo alimento á que venian acostumbrados de su pais natal. Se observa que la melancolía de aquellos infelices se disminuye de una manera sensible, cuando al desembarcar en una tierra nueva, encuentran las plantas que han rodeado su cuna.

En las regiones cálidas de las colonias españolas, los habitantes distinguen el axe de las ñamas de Gui

*

Christophori Columbi navigatio, cap. LXXXIX. Comentarios reales, tom. 1, p. 278. Historia natural de Indias, p. 242. Oviedo, lib. vii, cap. III.

** Clusii rariorum plantarum hist., lib. iv, .p. 77.

nea. Estas últimas han venido de las costas de Africa á las islas Antillas, y el nombre de iñame ha prevalecido poco á poco sobre el de axe. Acaso estas dos plantas no son otra cosa mas que variedades del dioscorea alata, aunque Brown haya procurado elevarlas á la clase de especies, olvidando que la forma de las hojas de los iñames varia singularmente con el cultivo. En ninguna parte hemos encontrado la planta que Lineo llama dioscorea sativa *, tampoco la hay en las islas del mar del Sur, en donde la raiz del Dioscorea alata, mezclada con la carne de la nuez del coco y la pulpa del plátano, es la comida favorita del pueblo taitiano. La raiz del iñame adquiere un tamaño muy crecido, cuando se halla en un terreno fértil. En los valles de Aragua en la provincia de Caracas, se han visto algunas de ellas que pesaban de 25 á 30 kílógramos.

Las batatas se designan en el Perú con el nombre de apichu, y en Méjico con el de camotes, que es una corrupcion de la palabra azteca cacamotic **: se culItivan muchas variedades con raices blancas y amarillas, y las de Queretaro, que crecen en un clima análogo al de Andalucía, son las mas estimadas. Dudo

* Sin embargo, Thunberg asegura haberla visto cultivada en el Japon. Hay una gran confusion en el género Dioscorea, y seria de desear que se hiciese de él una monografía. Hemos traido un gran número de especies nuevas, que en parte se hallan descritas en el Species plantarum, publicado por M. Willdenow, tom. iv, cap. 1, p. 794-796.

** Cacamotic-Tlanoquiloni, ó Caxlatlapan, figurado en Hernandez, cap. LIV, parece ser el Convolvulus Jalapa.

mucho que los navegantes españoles hayan hallado nunca las batatas silvestres, aunque Clusius se haya adelantado á decirlo. Yo he visto cultivado en las colonias, ademas del convolvulus batatas, el C. platanifolius de Vahl, y me inclino á creer que estas dos plantas, el Umara de Tahiti (C. chrysorrizus de Solander *) y el C. edulis de Thunberg, que los portugueses han introducido en el Japon, son variedades que se han hecho constantes, y descienden de una misma especie. Seria tanto mas digno de saberse, si las batatas cultivadas en el Perú son las mismas que Cook encontró en la isla de Pascuas, cuanto la posicion de esta tierra los monumentos que en ella se han descubierto, han dado lugar á varios sabios para sospechar que han podido existir antiguas relaciones entre los peruanos y los habitantes de la isla que descubrió Roggeween.

y

Gomara dice que Colon, despues de su regreso á España, la primera vez que se presentó á la reina Isabel, la regaló granos de maiz, raices de iñames y batatas: asi es que el cultivo de estas últimas ya era comun en la parte meridional de la España, á mediados del siglo xvi, y en 1591, se vendieron hasta en el mercado de Londres **. Comunmente se cree que el célebre Drake ó Sir John Hawkins las dió á conocer en Inglaterra, en donde durante mucho tiempo les atribuian las propiedades misteriosas con que los

* Forster, Plantæ esculentæ, p. 56.

** Clusius, III, cap. LI.

griegos preconizaban las cebollas de Megara. Las batatas tambien se dan en el mediodia de la Francia. Su cultivo requiere menor calor que el iñame, ademas que por la gran cantidad de materia nutritiva que dan sus raices, mereceria con mucho la preferencia sobre la patata, si pudiese cultivarse con buen éxito en los paises cuya temperatura media es menor de 18° centígrados.

Todavía debemos contar entre las plantas útiles indígenas de Méjico, el cacomite ú oceloxochitl, especie de tigridia, cuya raiz da una harina nutritiva á los habitantes del valle de Méjico; las numerosas variedades de tomates ó tomatl (solanum lycopersicum), que antiguamente se sembraban entremezcladas con el maiz, la pistacha de tierra ó mani * (arachis hypogea), cuyo fruto se esconde en la tierra, y que parece haber existido en Africa y Asia, especialmente en Cochinchina **, mucho tiempo antes del descubrimiento de la América; en fin las diferentes especies de pimientos (capsicum baccatum, C. annuum, y C. frutescens), que los mejicanos llaman chilli, y los peruanos uchu, cuya fruta es tan indispensablemente necesaria á los indígenas, como la sal á los

* La palabra mani, bien asi como la mayor parte de las que los colonos españoles dan á las plantas cultivadas, es tomada de la lengua de Haiti, que hoy dia es una lengua muerta. En el Perú, el arachis se llamó inchic. M. Brown tambien cree que el arachis es comun en ambos continentes. (Congo, p. 54.)

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blancos. Los españoles llaman al pimiento chile ó axi. La primera palabra se deriva de quauh-chili, la segunda es una palabra haitiana que no se debe confundir con are, que, como ya lo hemos observado, designa el dioscorea alata.

No tengo presente haber visto cultivarse en parte alguna de las colonias españolas las cotufas (helianthus tuberosus), que, segun el señor Correa, tampoco se encuentran en el Brasil, aunque en todas nuestras obras de botánica se las diga originarias del pais de los brasileños topinambas. El chamalitló girasol de flores grandes (helianthus annuus) del Perú ha venido á la Nueva-España: antiguamente se sembraba en varias partes de la América española, no solo para sacar aceite del sino tambien para grano, asarlo y hacer un pan muy nutritivo.

El arroz (oryza sativa) era tan desconocido á los pueblos del nuevo continente como á los habitantes de las islas del mar del Sur. Cada vez que los primeros historiadores se sirven de la expresion de arroz pequeño, quieren designar el chenopodium quinoa que he hallado muy comun en el Perú, y en el hermoso valle de Bogotá. El cultivo del arroz, que los árabes introdugeron en Europa,* y los españoles en América, es de poca monta en la Nueva-España. La grande sequedad que reina en el interior del pais,

* Los griegos conocian el arroz sin cultivarlo. Aristobule chez Strabon, lib. xv, pag. Casaub. 1014. Theophr., lib. iv, cap. v.— Dioscor., lib. 11, cap. cxvi, pag. Sarac. 127.

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