españoles lo introdugeron de las islas Canarias á la de Santo-Domingo, desde donde pasó sucesivamente á la isla de Cuba y á Nueva-España. Pedro de Atienza plantó las primeras cañas de azúcar en 1520*, en las inmedaciones de la ciudad de la Concepcion de la Vega. Gonzalo de Velosa construyó los primeros cilindros; y, en 1535, se contaban en la isla de Santo-Domingo mas de treinta ingenios, muchos de los cuales ocupaban mas de cien negros esclavos, y habian costado de diez á doce mil ducados en gastos de construccion. Merece observarse que entre estos primeros molinos de azúcar (trapiches), construidos por los españoles à principios del siglo xvi, los habia ya que andaban, no con caballos sino con ruedas hidráulicas, aunque algunos refugiados del cabo Frances hayan introducido en nuestros dias, en la isla de Cuba, estos mismos trapiches ó molinos de agua, como una invencion extrangera. En 1553, la abundancia de azúcar era ya tan considerable en Méjico, que se exportó de Veracruz y Acapulco para España y el Perú **, pero esta última exporta los cilindros puestos de punta, y movidos por una máquina de rodete, los avios de las calderas, y los parages en que se purifica el azúcar, de un todo parecidos á los que vemos hoy dia en las islas Antillas. * No en 1506, como generalmente se dice. Oviedo, que fue á América, en 1513, afirma positivamente que vió establecer los primeros ingenios en Santo Domingo. (Historia natural de Indias, lib. 1v, cap. VIII.) ** « Ademas del oro y plata, Méjico produce tambien mucho y cion ha cesado hace mucho tiempo, porque en el mismo Perú se coge mas del necesario para su consumo. Como la poblacion de Nueva-España está apiñada en lo interior del pais, se encuentran menos ingenios á lo largo de las costas, en donde los calores excesivos las lluvias abundantes podrian facilitar el cultivo de la caña de azúcar con mas ventaja que en la falda de las Cordilleras y en las partes mas elevadas del llano central. Los principales plantíos estan en la intendencia de Veracruz, cerca de las ciudades de Orizava, y Córdova; en la de Puebla cerca de Guautla de las Amilpas, al pie del volcan de Popocatepetl; en la de Méjico, al O. del Nevado de Toluca y al S. de Cuernavaca, en los llanos de San Gabriel; en la de Guanajuato, cerca de Celaya, Salvatierra y Penjamo, y en el valle de Santiago; y en las de Valladolid y Guadalajara, al SO. de Pazcuaro y Tecolotlan. Aunque la temperatura media que conviene mejor á la caña de azúcar es azúcar, y cochinilla (géneros ambos muy preciosos), plumas y algodon. Pocos buques de España se vuelven sin cargamento, lo << que no sucede en el Perú, á pesar de tener la falsa reputacion « de ser mas rico que Méjico : tambien esta última region ha conservado mayor número de sus primitivos habitantes. Es un her«moso pais, muy poblado, y nada le faltaria si lloviese mas « á menudo. La Nueva-España envia al Perú, caballos, carne de « vaca y azúcar. Este pasage notable de Lopez de Gomara, que describe con tanta exactitud el estado de las colonias españolas á mediados del siglo xvi, no se encuentra sino en la edicion de la Conquista de Méjico, publicada en Medina del Campo, en 1553, fol. 139. Falta en la traduccion francesa, impresa en Paris, en 1587, pag. 191. n la de 24° ó 25° centígrados, esta planta puedé aun 980 metros, las inmediaciones de Celaya, Salvatierra, Irapuato y Santiago tienen mas de 1800 metros de elevacion absoluta. Me han asegurado que los plantíos de caña de Rio-Verde, situados al norte de Guana * Véase mi Memoria sobre las Refracciones, y mi Recueil d'Observations astronomiques, tom. 1, y las Lignes isothermes, p. 125-131. juato, á los 22° 30' de latitud, estan á 2200 metros de elevacion absoluta, en un valle angosto, rodeado de altas cordilleras, y tan caliente, que muchas veces los habitantes padecen fiebres intermitentes. Examinando el testamento de Cortés *, he descubierto, que en tiempo de este grande hombre ya habia ingenios de azúcar cerca de Cuyoacan en el valle de Méjico. Este hecho curioso prueba, lo que indican otros varios fenómenos, que este valle es mas frio ahora, que no lo era al principio de la conquista, porque entonces una multitud de árboles que habia, disminuian el efecto de los vientos del norte, que en el dia soplan con mucha violencia. Los que estan acostumbrados á ver plantíos de caña de azúcar en las islas Antillas, se admirarán al ver que en el reino de la Nueva-Granada la mayor parte del azúcar se coge no en los llanos situados en las márgenes del rio de la Magdalena, sino en las faldas de las cordilleras, en el valle de Guaduas, en el camino de Honda á Santa-Fe, en un terreno, que segun mis medidas barométricas, está de 1100 hasta 1600 metros de altura sobre el nivel del Océano. La introduccion de los negros no se ha aumentado felizmente en Méjico con la misma proporcion que el cultivo del azúcar. Aunque en la intendencia de la Puebla " " « Mando que se examine si en mis estados se han tomado tierras á los naturales para plantar viñedos; quiero tambien que « se reconozca el terreno que he dado, en estos últimos años, á mi criado Bernardino del Castillo para establecer un ingenio de azúcar cerca de Cuyoacan. (Testamento manuscrito de Hernan Cortés, otorgado en Sevilla á 18 de agosto de 1548, art. 48.) caña cerca de Guautla de las Amilpas, hay haciendas de que dan al año por encima de veinte ó treinta mil arrobas *, casi todo el azúcar mejicano lo fabrican los Indios, y por consiguiente hombres libres. Es fácil de prever que las pequeñas islas Antillas, á pesar de su situacion favorable al comercio, no podran sostener mucho tiempo la concurrencia con las colonias continentales, si estas continuan cultivando con el mismo esmero el azúcar, café y algodon. Tanto en el mundo físico como en el moral, todo acaba volviendo á entrar en el órden que la naturaleza ha prescrito; y si unos pequeños islotes, cuya poblacion ha sido exterminada, han hecho hasta ahora un comercio mas activo con sus producciones que el continente que los avecina, es solo porque los habitantes de Cumaná, Caracas, Nueva-Granada y Méjico han sido muy tardíos en aprovecharse de los inmensos dones que la naturaleza les ha concedido. Saliendo las colonias españolas del continente del letargo en que han estado sumergidas tantos siglos, y desembarazadas de las trabas que una política errónea ponia á los progresos de la agricultura, se apoderarán poco á poco de los varios ramos de comercio de las Antillas. Esta mudanza que los acontecimientos de Santo-Domingo * Este producto es muy considerable : en la isla de Cuba no hay mas que una sola hacienda llamada Rio-blanco, que pertenece al Marques de Arcos, entre Jaruco y Matanzas, que produzca 40,000 arrobas de azúcar al año. Y no hay ocho que, en diez años seguidos, hayan dado 35,000. |