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han preparado, tendrá la mas feliz influencia en la disminucion del tráfico de negros. La humanidad paciente conseguirá del curso natural de las cosas, lo mismo que en justicia debia esperar de la cordura de los gobiernos europeos. Tambien los colonos de la Habana, muy instruidos en sus verdaderos intereses, tienen puesta la vista en los progresos del cultivo del azúcar en Méjico y Guatemala y del café en Caracas. Hace mucho tiempo que temen la rivalidad del continente, principalmente desde que la falta de combustibles, y la excesiva carestía de víveres, esclavos, utensilios metálicos y de ganados necesarios en un ingenio, han disminuido considerablemente el producto neto de las haciendas de caña.

La Nueva-España, á mas de la ventaja de su poblacion, tiene todavía otra muy considerable cual es la de una enorme masa de capitales amontonados en manos de los propietarios de minas, ó en las de negociantes que se han retirado del comercio. Para apreciar la importancia de esta ventaja, se debe tener presente que para plantificar un grande ingenio en la isla de Cuba, que con el trabajo de 300 negros produce anualmente 400,000 kilóg. de azúcar, se necesita un desembolso adelantado de 400,000 pesos que dan 60 á 70,000 de producto. El colono mejicano puede escoger á lo largo de las costas y en valles mas ó menos profundos, el cultivo de la caña de azúcar, y tiene menos motivos para temer los hielos, que el colono de la Luisiana. Pero la extraña configuracion

del suelo mejicano, entorpece mucho el trasporte del azúcar á Veracruz. La mayor parte de las haciendas de caña que hay en el dia, estan muy lejos de la costa opuesta á Europa, y como el pais no tiene canales ni caminos carreteros, el porte en mulos aumenta un peso por arroba al precio del azúcar en Veracruz. Estas trabas se disminuirán mucho con los nuevos caminos que se estan construyendo de Méjico á Veracruz, por Orizaba y Jalapa, á lo largo de la falda de oriental de las cordilleras: tambien es probable que los progresos de la agricultura colonial, contribuirán á poblar el litoral de la Nueva-España, que hace ya siglos está inculto y desierto.

En el largo tiempo que fueron difíciles las comunicaciones interiores, el azúcar de las cercanías de Cuernavaca y de Valladolid de Mechoacan, no pudo exportarse con utilidad por el puerto de Veracruz, sino en la época en que con motivo de la destruccion de Santo Domingo subieron los precios á 48 y 56 pesos la caja (de tercio ó 16 arrobas.) Se ha exportado azúcar de Méj co para Veracruz:

en 1802. . 439,132 arrobas, valuadas en 1,476,435 p.

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30,575

La exportacion disminuye en proporcion que ba

jan los precios: estos eran en Veracruz, desde 1802

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á 1804, de tres pesos por arroba; y desde 1810 á 1812, de dos pesos y medio. En el dia (1825) la arroba no vale mas que 1 pesos fuertes. Para que la exportacion del azúcar mejicano pueda llegar á ser independiente de la gran subida de precio en Europa, es preciso trasportar los ingenios de azúcar de lo interior hácia las costas, entre Alvarado y Tabasco. En la república de Centro-América, las orillas del Ulua * podran algun dia entrar en la concurrencia con los distritos mas fértiles de la isla de Cuba.]

Se observa en Méjico que el vezu, ó jugo exprimido de la caña de azúcar, es mas o menos dulce, si la planta se cria en las tierras bajas ó en un llano elevado. La misma diferencia se encuentra entre la caña que se cultiva en Málaga, en las islas Canarias y en la Habana. En todas partes la elevacion del suelo produce los mismos efectos en la vegetacion, que la diferencia de latitud geográfica. Tambien influye el clima, en la proporcion que hay entre las cantidades de azúcar líquido y cristalizable que contiene el zumo de la caña; pues algunas veces el vezu tiene un sabor muy dulce, y con todo se cristaliza muy difícilmente. La composicion química del vezu no es siempre la misma, y las primorosas experiencias de M. Proust han dado mucha ilustracion sobre los fenómenos presentes á las oficinas de los ingenios de América, que muchos de ellos incomodan extraordinariamente á los refinadores de azúcar.

* Redactor general de Goatemala, 1825, p. 25

Segun los cálculos exactos que he hecho en la isla de Cuba, hallo que un hectara de tierra da, término medio, doce metros cubícos de vezu, que siguiendo el método usado hasta ahora con el cual la violencia del fuego descompone mucha materia azucarada, producen cuando mas diez ó doce por ciento, ó 1500 kilógramos de azúcar terciado. En la Habana y en los fértiles de la Nueva-España, se cálidos y parages combina que una caballería de tierra que tiene 18 cordeles de 24 varas en cuadro, ó 130,118 metros cuadrados, produce anualmente 2000 arrobas, ó 23,000 kilógramos. Sin embargo el producto medio no es mas que de 1500 arrobas, que hacen 1320 kilógramos por hectara. En Santo-Domingo el producto de un carreau de tierra que tiene 3,403 toesas ó 12,900 metros cuadrados se valuaá 4000 libras, lo que tambien hace 1,550 kilógramos por hectara. Tal es en general la fertilidad del suelo de la América equinoccial, que todo el azúcar que se consume en Francia, que valuo (en 1804), en veinte millones de kilógramos * podria cultivarse en una extension de siete leguas cuadradas de tierra, extension que no es ni

*En 1788, la Francia sacaba de sus colonias un total de 872,867 quintales de azúcar terciado, 768,566 de azúcar blanco y 242,074 del superior. De esta cantidad, segun M. Peuchet, no se consumian en el reino de Francia mas que 434,000 quintales de azúcar refinado. Las listas publicadas durante el ministerio de M. Chaptal, nos manifiestan que la importacion de azúcar en Francia, en el año Ix, ascendió á 515,100 quintales.

aun la trigésima parte del mas pequeño departamento de la Francia.

En las tierras que pueden regarse, y en que antes de la caña de azúcar ha habido batatas ú otras plantas de raices tuberosas, el producto anual del azúcar asciende á 3000 ó 4000 arrobas por caballería, ó á 2660 y 3540 kilógramos de azúcar en bruto por hectara. Ahora pues, evaluando una caja de 16 arrobas á 24 pesos, que es el precio de la Habana (en el año 1824), resulta segun aquellos datos, que una hectara de tierra de regadío puede dar en azúcar el valor de 400 pesos, al paso que la misma hectara no produciria mas que 50 pesos en trigo, suponiendo una cosecha diez veces mayor, y el valor de cada cien kilógramos de trigo de tres pesos. Al comparar estos dos ramos de cultivo, es menester tener presente que los adelantos de dinero que es preciso hacer para establecer un ingenio, disminuyen notablemente los beneficios que ofrece el de la caña de azúcar.

La mayor parte del azúcar que produce la NuevaEspaña, se consume en el mismo pais; y es muy probable que este consumo, á pesar del gran número de indios, asciende á mas de 24 millones de kilógramos; porque en la isla de Cuba asciende probablemente, en el año 1825, á 60,000 cajas de 16 arrobas ó 184 kilógramos. Los que no han visto con sus ojos el gran consumo de la América española, aun en las familias menos acomodadas, deben admirarse al ver que toda la Francia solo consume, en el año 1825, para sus

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