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se de el nombre de angelitos á las abejas que MM. Illi ger, Jurine y Latreille han descrito bajo el nombre de mélipone y trigone. Ignoro si la abeja de campeche es distinta del Melipona fasciata que M. Bonpland ha encontrado en el pendiente oriental de las Cordilleras *. Lo cierto es que la cera de los enjambres americanos es mas difícil de blanquear que la de las abejas domésticas de Europa. La Nueva-España saca anualmente de la Habana cerca de 25,000 arrobas de cera, importacion cuyo valor asciende á mas de cuatro cientos mil pesos. Sin embargo, solo una pequeña porcion de esta cera de la isla de Cuba proviene de los trigones silvestres que estan en los troncos del Cedrela odorata; la mayor parte se debe á la abeja originaria de Europa (Apis mellifica), cuya cria se ha extendido muchísimo, desde el año de 1772. La isla de Cuba ha exportado, en 1803, comprendido el contrabando, 42,670 arrobas de cera, cuyo precio era entonces de 20 á 21 pesos; pero el precio medio en tiempo de paz no es mas que de 15 pesos la arroba. En América la proximidad de las haciendas de caña perjudica mucho á las abejas; estos insectos muy ansiosos de miel, sé anegan en el zumo de la caña, que los pone en un estado de inmovilidad y embriaguez, cuando lo chupan con exceso.

La cria de la cochinilla (grana nochiztli) en Nueva

* Véanse los insectos que recogimos en el curso de nuestra expedicion, descritos par M. Latreille, en nuestro Recueil d'Observations de Zoologie et d'Anatomie comparée, t. 1, p. 251.

España, remonta á la mas alta antigüedad, probablemente antes de la incursion de los pueblos Toltecas. En tiempo de la dinastía de los reyes aztecas, la cochinilla era mas comun que hoy dia, y habia nopalerías, no solo en el Mixtecapan (la Misteca) y en la provincia de Huaxyacac (Oajaca), sino tambien en la intendencia de la Puebla, en los alrededores de Cholula y de Huejotzingo. Las vejaciones á que han estado expuestos los naturales al principio de la conquista, el vil precio á que los encomenderos forzaban á los cosecheros á venderles la cochinilla, han dado motivo á que este ramo de industria indiana ha sido descuidada en todas partes, excepto en la intendencia de Oajaca. Hace apenas cuarenta años que en la Península de Yucatan aun habia nopalerías considerables. Una sola noche vió cortar todos los nopales que alimentan la cochinilla. Los indios pretenden que el gobierno tomó esta medida violenta para hacer aumentar el precio de un género, cuya propiedad exclusiva se queria asegurar á los habitantes de la Misteca. Los blancos, por el contrario, aseguran que los indígenas irritados y descontentos del precio que los comerciantes fijan á la cochinilla, se han unido para destruir el insecto y los nopales á un mismo tiempo.

La cantidad de cochinilla con que la intendencia de Oajaca surte á la Europa, puede estimarse, año comun, comprendiendo las tres suertes de grana, granilla y polvos de grana, á 4000 zurrones, ó 32,000 arrobas; que contando la arroba á 75 pesos valen

2,400,000 pesos. Se ha exportado cochinilla por Ve

racruz:

En 1802, 46,964 arrobas, ó por 3,368,557 pesos.

1803, 29,610

Pero como muchas veces sucede

2,238,673

que una parte de la cosecha de un año se junta á la del siguiente, no se debe juzgar de los progresos del cultivo por sola la exportacion. En general parece que las nopalerías de la Misteca aumentan con mucha lentitud. En la in

tendencia de Guadalajara apenas se cogen anualmente 800 arrobas de cochinilla. Raynal (t. 11, p. 78.) valua á 4,000 quintales toda la exportacion de la Nueva-España, estimacion que es pequeña de la mitad. Tambien las grandes Indias han empezado á dar cochinilla al comercio, pero en corta cantidad. El capitan Nelson se llevó el insecto de Rio-Janeiro, en 1795, y se establecieron nopalerías en las inmediaciones de Calcuta, Chittagong y Madras; pero encontraron muchas dificultades para procurarse la especie de cactus que es á propósito para el alimento del insecto. Ignoramos si esta cochinilla brasileña, que se ha trasportado al Asia, es la especie harinosa de Oajaca, ó la cochinilla vellosa (grana silvestre.)

No repetiré aqui lo que Thiery de Menonville y otros naturalistas han publicado sobre el cultivo del nopal y la cria del precioso insecto que este alimenta. M. Thiery ha empleado tanta sagacidad en sus investigaciones, como valor en la ejecucion de sus proyectos. Sus observaciones sobre la cochinilla intro

ducida en Santo Domingo, son seguramente muy exactas; pero durante su mansion en la intendencia de Oajaca, como ignoraba la lengua del pais, y temiendo de otra parte excitar la desconfianza, manifestando una curiosidad demasiado activa, no pudo recoger mas que nociones muy imperfectas sobre las nopalerías mejicanas. Yo he tenido la proporcion de observar la cochinilla silvestre en el reino de la NuevaGranada, en Quito, el Perú y en Méjico; no he sido bastante feliz para ver la cochinilla fina; pero he consultado varias personas que han vivido mucho tiempo en las montañas de la Misteca, y he tenido á mi disposicion copias de varias memorias manuscritas, que el conde de Tepa hizo extender durante su permanencia en Méjico, por los alcaldes y eclesiásticos del obispado de Oajaca, y me lisongeo poder dar algunas nociones útiles sobre un insecto, que en el dia es un objeto de la mayor importancia para las manufacturas de Europa.

La cochinilla harinosa fina, ó misteca (grana fina), ¿es específicamente distinta de la cochinilla vellosa ó silvestre (grana silvestre) ó esta última es la raiz primitiva de la primera, que por consiguiente no seria mas que el producto de una degeneracion, debido al modo de criarla y á los esmeros del hombre? Este problema es tan difícil de resolver como el de si la oveja doméstica trae su orígen del muflon (carnero silvestre) el perro del lobo, y el buey de Aurochs. Todo lo que dice relacion con el origen de

las especies con la hipótesis de una variedad que se ha hecho constante, ó de un tipo que se perpetua, pertenece á problemas de zoonomía, sobre los cuales no es prudente dar un fallo definitivo.

La cochinilla fina difiere de la silvestre, no solo por el tamaño, sino tambien porque es harinosa y está cubierta de un polvo blanco: al paso que la silvestre está envuelta de un vello espeso que no deja distinguir sus anillos: de otra parte las metamórfosis de ambos insectos son las mismas. En los parages de la América meridional en donde se dedican hace siglos á criar la cochinilla silvestre, no han podido conseguir el hacerla perder su vello. Es verdad que en Santo Domingo han creido notar en las nopalerías que estableció M. Thiery, que el insecto cuidado por la industria del hombre aumentaba de tamaño y experimentaba una mudanza sensible en el espesor de su envoltura vellosa; pero un erudito entomologísta M. Latreille, que se inclina á considerar la cochinilla silvestre como una especie distinta de la fina, cree que esta disminucion de vello, solo es aparente, y que debe atribuirse al acrecentamiento del cuerpo del insecto. Los anillos del lomo de la hembra siendo mas dilatados, los pelos que cubren aquella parte han de aparecer menos unidos, y por lo mismo mas claros. Algunos sugetos que han permanecido mucho tiempo en las inmediaciones de la ciudad de Oajaca me han asegurado, que entre los insectos recien nacidos, algunas veces se observan algunos cubiertos de

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