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dado noticias exactísimas sobre la pesca de la ballena

y

del cachalote en ambos hemisferios. Diré aqui las nociones mas recientes que me he podido procurar durante mi permanencia en las costas del mar del Sur.

Sin la pesca del cachalote, sin el comercio de pieles de nútrias marítimas de Nutka, los Anglo-Americanos y los Europeos, frecuentarian muy poco el grande océano. A pesar de la suma economía que se tiene en las expediciones de pesca, las que se hacen mas allá del cabo de Hornos, son demasiado caras para que la ballena (black-whale) pueda ser su principal objeto. Los gastos de estas navegaciones lejanas, solo pueden compensarse con el excesivo precio que la necesidad ó el lujo dan á los géneros de retorno; pues de todos los líquidos aceitosos que entran en el comercio, pocos hay que sean mas caros que la esperma de ballena, ó sea la sustancia particular que contienen las enormes cavidades del hocico del cachalote. Uno solo de estos cetáceos gigantescos produce hasta 125 barriles* ingleses (á 32 gallons cada uno) de sperma ceti. Un tonel que contiene ocho de aquellos barriles, ó 1024 pintas de Paris, se ha vendido en Londres, antes de la paz de Amiens, á 70 ó 80 libras esterlinas, y durante la guerra de 95 á 100.

No fue la tercera expedicion de Cook dirigida á las costas NO. del Nuevo Continente, la que dió á cono

* Un barril contiene 1,48 hectolitros (73azumbres de Castilla) ó 178 pintas de Paris. (Recherches sur la richesse des nations, par Adam Smith).

y

cer á los Europeos y Anglo-Americanos la abundancia de cachalotes que hay en el grande océano al norte del ecuador, sino el viage de James Collnet á las islas Galápagos. Hasta 1788, los pescadores de ballena no frecuentaban mas que las costas de Chile del Perú; entonces no se contaban mas que doce ó quince barcos al año que pasasen el cabo de Hornos para hacer la pesca del cachalote; al paso que cuando yo me hallaba en el mar del Sur, habia mas de setenta con bandera Inglesa.

El Fisetera macrocephalus no solo habita los mares árticos, entre las costas de Groelandia y el estrecho de Davis, ni se le encuentra solamente en el océano atlántico, entre el banco de Terra-Nova y las islas Azores, en donde los Anglo-Americanos lo pescan algunas veces; este cetáceo tambien se presenta al sur del ecuador, en las costas del Brasil y de Guinea. Parece que en sus viages periódicos se acerca mas al continente de Africa que al de América; pues en las inmediaciones de Rio Janeiro y de Bahía, no se pescan mas que ballenas. Con todo, la pesca del cachalote ha disminuido mucho en las costas de Guidesde que los navegantes temen menos doblar el cabo de Hornos, y desde que se ha fijado mas la atencion en los cetáceos que abundan en el grande océano. En el canal de Mozambique y al sur del cabo de Buena-Esperanza se encuentran bandadas bastante considerables de Fiseteras: pero en aquellas aguas el animal es por lo comun muy pequeño, y el mar cons

nea,

tantemente de leva y agitado no es favorable para maniobra de los harponeros.

la

El grande océano reune cuantas circunstancias pueden hacer fácil y lucrativa la pesca del cachalote: siendo mas abundante de moluscos, pescados, marsopas, tortugas y amfibios de toda especie, ofrece mas alimento á los cetáceos Fiseteras ó sopladores, que el océano atlántico: tambien hay allí mayor número de estos últimos, mas gordos y de un tamañc mas crecido. La calma que una gran parte del año reina en la region equinoccial del mar del Sur, facilita mucho la persecucion de los cachalotes y ballenas. Los primeros, se alejan poco de las costas de Chile, el Perú y Méjico, porque son acantiladas y bañadas por aguas de mucha profundidad. Por regla general el cachalote huye de los bajíos, al paso que la ballena los busca; y por esta razon, este último cetáceo es muy frecuente en las costas bajas del Brasil, mientras que el primero abunda cerca de las de Guinea, que son mas elevadas y en todas partes accesibles para los buques mas grandes. Tal es, en general, la constitucion geológica de ambos continentes, las costas occidentales de América y de Africa son muy parecidas entre sí; al paso que las orientales y occidentales del nuevo continente, ofrecen una contraposicion muy notable, en cuanto á su elevacion sobre el fondo del océano contiguo.

La mayor parte de las naves Inglesas ó AngloAmericanas que entran en el grande océano, van con

los dos objetos de la pesca del cachalote y del comercio ilícito con las colonias españolas. Despues de haber tanteado dejar géneros de contrabando al embocadero del rio de la Plata, ó en el presidio de las islas Malvinas, doblan el cabo de Hornos, y empiezan á hacer la pesca del cachalote cerca de las pequeñas islas desiertas de Mocha y de Santa María, al sur de la Concepcion de Chile. En Mocha hay caballos salvages que han introducido los habitantes de la costa inmediata, y que algunas veces sirven de alimento á los navegantes. En la isla de Santa María hay fuentes muy hermosas y abundantes; tambien cerdos que se han vuelto salvages, y una especie de nabos muy grandes y nutritivos, que se creen propios de aquellos climas. Despues de haber permanecido durante un mes en aquellas aguas, y haberse dedicado al comercio de contrabando en la isla de Chiloe, los barcos balleneros acostumbran costear Chile y el Perú, hasta el cabo Blanco que está á los 4° 18′ de latitud austral. En aquellas aguas, es muy comun el cachalote hasta quince ó veinte leguas de distancia del continente. Antes de la expedicion del capitan Collnet, la pesca no llegaba mas que hasta el cabo Blanco ó cerca del ecuador; pero de quince á veinte años á esta parte, los balleneros la continuan en el norte hácia mas allá del cabo corrientes, en las costas mejicanas de la intendencia de Guadalajara. En los alrededores 'del archipiélago de los Galápagos, en donde es muy peligroso aterrarse á causa de la fuerza de las corrien

tes y en los de las islas de las Tres Marías, los cetáceos son muy frecuentes y de un tamaño gigantesco. En la primavera, las inmediaciones de aquel archipiélago son el punto de reunion de todos los cachalotes macrocéfalos de las costas de Méjico, de las del Perú y del golfo de Panamá, que van allí á juntarse los sexos. Mas al norte de las islas Marías, en el golfo de California, no se encuentran ya cachalotes; solo hay ballenas.

Los pescadores balleneros fácilmente distinguen de lejos los cachalotes de las ballenas en el modo con que los primeros hacen saltar el agua por sus oidos. Los primeros pueden estar debajo del agua mucho mas tiempo que las últimas: cuando suben á la superficie su respiracion se interrumpe mas á menudo; dejan permanecer menos tiempo el agua en los buches membranosos que tienen debajo de las narices; los chorros son mas frecuentes, mas dirigidos hácia adelante y mas altos que los de los demas sopladores. La hembra del cachalote es cuatro ó cinco veces mas pequeña que el macho; su cabeza no produce mas que 25 barriles ingleses de adipócera, al paso que la del macho da de 100 á 125. Un gran número de hembras (cow-whales) viajan por lo comun juntas, conducidas por dos ó tres machos (bull-whales), que perpetuamente describen círculos alrededor de su manada. Las hembras muy jóvenes, que no dan mas que 12 á 16 barriles de materia adipocerosa, y que los pescadores ingleses llaman discípulas (school-whales), na

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