circunstancias locales, la agricultura mejicana está llena de trabas por las mismas causas políticas que entorpecen los progresos de la industria en la península. Todos los vicios del gobierno feudal han pasado del uno al otro hemisferio; y en Méjico, los abusos han sido tanto mas peligrosos en sus efectos, cuanto mas difícil ha sido á la autoridad suprema el remediar el mal, y desplegar su energía á tan inmensa distancia. El suelo de la Nueva-España, bien asi como el de la vieja, en gran parte se halla en poder de algunas familias poderosas que han absorvido lentamente las propiedades particulares. Tanto en América como en Europa, hay grandes distritos que estan condenados á servir de pasto para el ganado y á una perpétua esterilidad. En cuanto al clero y á su influencia en la sociedad, las circunstancias no son las mismas en ambos continentes: en América es menos numeroso que en la Península, y allá los frailes misioneros han contribuido mucho á extender los progresos de la agricultura entre pueblos bárbaros. La introduccion de los mayorazgos, el entorpecimiento y la pobreza extrema de los Indios, son mas contrarios á los progresos de la industria en aquel pais, que las manos muertas del clero. La antigua legislacion de Castilla prohibe á los conventos el poseer bienes raices en propiedad, y aunque muchas veces se ha eludido esta ley tan sabia, no ha podido el clero adquirir propiedades de mucha consideracion en un pais en que la devocion no ejerce una influencia tan imperiosa en los ánimos como en España, Portugal é Italia. Desde la expulsion de los jesuitas, pocas tierras pertenecen al clero mejicano: su verdadera riqueza, como lo acabamos de indicar, está en los diezmos y en los capitales hipotecados, en las haciendas de los labradores. Estos capitales se hallan invertidos útilmente y aumentan la potencia productiva del trabajo nacional.. Ademas no deja de sorprender el ver que el gran número de conventos que desde el siglo décimo sexto se han fundado en todos los puntos de la América española, todos han sido amontonados en el centro de las poblaciones. Diseminados en los campos, edificados en la loma de las Cordilleras, habrian podido ejercer sobre la agricultura aquella influencia benéfica, cuyos efectos se hacen sentir en el norte de la Europa, en las márgenes del Rin y en la Cordillera de los Alpes. Los que han estudiado la historia saben que los frailes del tiempo de Felipe 11, en nada se parecian á los del siglo nono. El lujo de las ciudades, y el clima de las Indias se oponen á la austeridad de costumbres y al espíritu de órden que caracterizaron las primeras instituciones monásticas; y cuando se atraviesan los desiertos montuosos del reino de Méjico, se echa de menos el no encontrar allí como en Europa y Asia, aquellos asilos solitarios en los cuales la hospitalidad religiosa tiende una mano benéfica y consoladora á los viageros. FIN DEL TOMO SEGUNDO, Paises situados al norueste del Méjico. Rectificaciones y notas suplementarias de la descripción estadística de la Nueva-España. Minas metálicas.. LIBRO IV.- Estado de la agricultura de la Nueva-España. CAPÍTULO IX.- - Producciones vegetales del territorio mejicano. CAPÍTULO X. — Plantas que suministran las materias primeras 96 100 119 139 177 218 ib. 344 FIN DE LA TABLA, 群 |