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bado á la Comisión con su gracia y con el encanto de su voz dulce y persuasiva, replicó que ellos, como enemigos que eran de los mexicanos, podían menos que nadie calificar á los desgraciados que llamaban malhechores, cuando, quizás, no eran sino muy dignos y ameritados patriotas.

Los oficiales americanos, en son de broma, preguntaron entonces á la bella y graciosa artista, cuál sería la persona bastante imparcial para poder distinguir, entre los mexicanos presos, los patriotas de los malhechores; y la Cañete, viendo la cuestión en el punto á que había querido llevarla, respondió sin vacilar que esa persona imparcial que se buscaba, podía serlo ella misma.

Rieron los de la Comisión, persistió la actriz en recomendarse á sí misma para el caso, y nunca como entonces más inspirada cómica, entre si quieres ó no quieres despidió galantemente á la Comisión americana, ofreciéndole que el Teatro Nacional se abriría por su influjo, quedando ella erigida en asesora, á quien incumbiría aconsejar é ilustrar con su dictamen á los jueces norte-americanos.

El generoso rasgo de la actriz tuvo fortuna, pues conquistó una como sonrisa al áspero Gral. Scott, cuando sus ayudantes se lo refirieron, entre exclamaciones de asombro por la gracia de la ingeniosa española ; y de sus resultados nada dará cuenta mejor que el párrafo ó párrafos siguientes que publicó mucho más adelante El Monitor Republicano, defendiendo á la Cañete:

"Hemos oído decir que algunas personas están mal dispuestas hacia ella, porque trabajó en el Teatro cuando la ciudad estuvo ocupada por los enemigos, y aun se agrega que cantó unos versos depresivos para los mexicanos....... Mas nosotros podemos asegurar que no fué así, porque sabemos muy de cierto que la Cañete aprovechó las circunstancias en que se encontraba con los enemigos para bien de los mexicanos. A muchos libró, por su influjo y empeños, de ser azotados; á otros de otros castigos y de ser multados; y la segunda vez que se consiguió transferir la ejecución de Luz Vega, condenado á muerte, la Cañete hizo tanto con este objeto, que nos es difícil expresarlo. Baste decir que nos admiró lo que hizo y que una mexicana no habría hecho más. La Cañete, pues, trabajó en el Teatro con un fin político más que con ningún otro, y para bien de los mexicanos. Hoy que esto puede decirse, es de esperar que el público la aplaudirá lejos de recibirla mal, y que siquiera de este modo reciba la recompensa de sus buenos servicios."

Ese Luz Vega que acabamos de ver citado por El Monitor, fué un verdadero patriota, y meritísimo mexicano, aprehendido y condenado á muerte por los americanos por el delito de haber tratado de promover, por cuantos medios estuvieron á su alcance, la deserción de soldados yankees y disminuir así el número de los enemigos de su patria. Vega debió subir al patíbulo el 1o de Febrero de 1848, pero por

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los empeños citados, se difirió la ejecución para el día 8, y antes de esa fecha, que debió serle fatal, se consiguió que el Gral. Scott le indultase y declarara en absoluta libertad, por su suprema orden de 7 del mismo mes.

Aunque estos mis artículos no hubiesen servido para más que para recordar estos generosos rasgos de la distinguida artista María Cafete, por sólo ello no estimaría perdido mi trabajo.

Los actores que aceptaron el compromiso contraído por la Cañete y con ella trabajaron en aquellos luctuosos días, fueron la García, la Cabrera, la Sevilla y Carmen Tapia, y los Viñolas, Armario, Fabre, Castro (Antonio), Pérez, Guelvenzu, Galindo, Salinas, Cázares y Castro (Catarino), y en el cuerpo de baile la Cabrera, y Castañeda y Piattoli.

La conducta de la Cañete le valió toda clase de demostraciones de aprecio de mexicanos y de extranjeros, y El Monitor, tan recto é intransigente en asuntos de patriotismo ante los yankees, fué el primero en invitar á la actriz á que dispusiese una función á su beneficio y en excitar á la sociedad mexicana á que concurriese á ella. En su número del sábado 27 de Noviembre de 1847, leemos lo que sigue: "Con el lujo y brillo que era de esperar, atendiendo á las personas que han hecho cabeza, se verificó anoche el beneficio cumplimentario de la Cañete. La concurrencia ha sido muy numerosa, pues no había un asiento desocupado y muchos palcos se vieron ocupados por familias distinguidas de la ciudad, según anunciamos. El Teatro, exterior é interiormente, estaba adornado con todo gusto, y dos bandas escogidas de los regimientos americanos tocaron varias piezas selectas. En cuanto á la comedia, fué muy bien desempeñada en lo general, distinguiéndose la beneficiada, que representó el papel del Pilluelo de Paris, con toda la propiedad y soltura que requiere. También el Sr. Viñolas caracterizó perfectamente el papel de veterano de Napoleón. El baile fué gracioso y muy bien ejecutado, y últimamente en la pieza El Amante Prestado, la Cañete dió muestras singulares de su gracia, naturalidad y sencillez, que requiere el carácter que desempeñaba. Completo ha sido nuestro placer de que esta función que fuimos los primeros en anunciar, haya correspondido en un todo á lo que nosotros esperábamos: en fin, deseábamos que se tributara á la agraciada un testimonio de afecto y admiración, y vimos nuestros deseos cumplidos.

No puede darse más satisfactoria vindicación de la actriz, porque debo advertir que el mismo periódico que así hablaba en su elogio, había en un principio desaprobado la reanudación de los trabajos de la Compañía, sin saber los propósitos de la artista, según lo indican los párrafos que paso á copiar y se publicaron en El Monitor de 5 y 6 de Octubre: "Las primeras representaciones de la Compañía espa

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ñola comenzaron el domingo 3 del actual. La concurrencia no fué muy numerosa y hubo americanos, españoles, contados mexicanos y ninguna señora del país.. "Anoche tuvo lugar en el mismo teatro la primera función de Opera Italiana, que fué bastante concurrida por extranjeros en su mayor parte...... "Se nos ha asegurado que á la primera función habida antes de anoche en el Teatro Nacional, sólo concurrieron tres ó cuatro mexicanos, inclusive un Señor Canónigo de la Colegiata de Guadalupe. Su falta de...... nos parece únicamente excusable por ser las pasiones ímpetus desordenados que nos ciegan. . . . '

Tocamos al fin de 1847, y aun tenemos que registrar un funestísimo acontecimiento, el de la muerte de la insigne artista mexicana Soledad Cordero, ocurrida á los treinta años nueve meses cinco días de su edad, el jueves 16 de Diciembre del año citado. Un periódico de Zacatecas, ciudad que fué su sepulcro, se expresó así en un número del 17 de aquel mes: "Ayer á las doce del día ha muerto después de graves padecimientos, la Srita. Soledad Cordero, primera dama en el ramo de verso de la Compañía dramática que actualmente funciona en nuestro teatro. Los grandes talentos de esta malograda artista, y sobre todo, su modestia y su honradez acrisolada, han hecho que su prematura pérdida sea sentida y llorada por toda esta ciudad, principalmente por el bello sexo, de quien gozaba una estimación sincera y apasionada. Si siempre se ha reputado como virtud el que una débil mujer sepa conservar su decoro y su honradez, mucho mayor lo será la de aquella que reuniendo al mismo tiempo los mayores atractivos personales y los que le procuraban su claro talento y sus cultos y finos modales, se veía por su profesión precisada al trato diario y continuo de multitud de personas de diversas clases, educación é inclinaciones, entre quienes debe haber encontrado infinitos escollos y las más estudiadas ocasiones de que flaquease su virtud. Pero todo lo ha superado heroicamente; su vida ha sido un dechado de buenos ejemplos en el ejercicio de las más grandes virtudes; su honradez y su decoro se conservaron ilesos de toda mancha, y su alma pura y virginal ha pasado al seno de su Creador con el mismo brillo con que salió de sus manos. No fué menos digna de elogios por el amor que profesó á su anciano padre y numerosa familia, de quien era el único amparo. Su dedicación al Teatro tuvo por objeto atender á la conservación de unos seres que le eran tan caros, y nunca faltó á deberes tan dulces y satisfactorios. Sus amigas intimas, sus compañeras de la escena, la veían siempre con el respeto que naturalmente inspiran la modestia y la virtud, y su genio jovial y festivo, que jamás degeneró, la hacían extremadamente amable, excitando la más tierna y decidida amistad. Estas raras cualidades han sido, entre otras, las que supieron captarle el afecto de cuantos

la conocieron, y por eso hoy Zacatecas derrama lágrimas al depositar sus restos inanimados en el modesto cementerio de la iglesia de Chepinque."

Según testigos presenciales, el cuerpo de la bella actriz, amortajado de blanco, fué en su cámara mortuoria visitado por las señoras de las principales familias, atención á la que parecía sonreír el rostro enteramente pálido y no en modo alguno demacrado de la virtuosa doncella. Toda la ciudad, que en señal de duelo cerró las puertas de su comercio, concurrió á los funerales, viéndose en todos los rostros señales inequívocas de profundísima pena. El entierro, que tuvo lugar el 17, se verificó como dice el periódico ya citado, en el cementerio de Nuestra Señora de la Soledad de Chepinque, sito á un lado de la Alameda de Zacatecas. En ese cementerio, atrio á la vez de la iglesia, eran sepultados los cadáveres de personas distinguidas, y allí se alzaba en severo monumento la urna en que la gratitud zacatecana depositó el cuerpo del ilustre Gobernador D. Francisco García, coronada por su busto en bronce, al abrigo de enormes y antiquísimos cipreses, que también quedaron de centinelas al lado de la más humilde, pero tan honrada sepultura, de la actriz modelo mexicana.

CAPITULO XII

1848.

No fué de duración la vida artificial que quiso darse á nuestro teatro durante la ocupación americana. Ni los invasores estaban en aptitud de apreciar y comprender las bellezas ó gracia de la musa dramática española, ni nuestros compatriotas podían tener ganas de divertirse en días de opresión y de vergüenza. Lo único que preocupaba á todo el mundo era la cuestión del Tratado de Paz, firmado el 2 de Febrero de 1848 en la Villa de Guadalupe, y tan extraordinariamente oneroso para México, que sólo pudo ser parte á vencer la resistencia que encontraba en los mexicanos patriotas, la consideración de que carecíamos completamente de recursos y de tropas para oponer resistencia.

Nada daría mejor idea de aquel abuso del fuerte contra el débil que la que darán las siguientes palabras del estadista americano Enrique Clay, dirigidas á Mr. Channing: "Hay crímenes que por su enormidad rayan en lo sublime; la ocupación de Texas por nuestros compa

triotas tiene derecho á ese honor: los tiempos modernos no ofrecen ejemplo de rapiña cometida por particulares en tan grande escala." "El resultado de esta injusta guerra, ha dicho en nuestros días La Tribuna de Nueva York, fué que México fuese despojado de casi la mitad de su territorio, por no haber consentido el robo de Texas."

Pero reduzcámonos á nuestros asuntos teatrales. La falta de público, la mala prevención de aquellos que no supieron apreciar la conducta de la Cañete y continuaban desaprobando que la distinguida actriz hubiese trabajado ante los americanos, hicieron que esa artista y los Sres. Mata y Fabre saliesen á mediados de Marzo del año de 1848, cuyos sucesos historiamos, para Veracruz, embarcándose allí para la Habana.

El Teatro Nacional quedó entonces entregado á juglares y titiriteros, cuyos espectáculos sí estaban al alcance de los invasores, que los hicieron productivos. En ese citado Marzo, la ciudad se vió inundada de prospectos ó programas en los que veíase un detestable grabado representando el gabinete de un prestidigitador, y á éste con un adornado y grande cucurucho en la mano y á su derecha una niñita en pie. Debajo del grabado se leía: "Nueva máquina de Alejandro Herr para producir niños.-La viñeta que antecede representa al gran mágico Alejandro en medio de su aparato, haciendo una de sus más admirables suertes: ésta es la de sacar de un huevo una hermosa niña, sobre la carpeta del teatro, en presencia de toda la concurrencia, sin trampas y sin que por abajo haya maquinaria alguna.-Teatro Nacional.-Herr Alexander.-Por sólo seis noches.-Primera representación de Alejandro Herr, que tendrá lugar hoy 11 de Marzo en la noche. Función sorprendente y divertida de ilusiones científicas, naturales, filosóficas y mágicas, basadas en experiencias químicas, neumáticas y ópticas. Estas experiencias incomprensibles son ejecutadas con aparatos extensos y vistosos.-Todo se iluminará con cien velas de esperma, lo que presentará el aspecto de un Templo de Encanto, realizando el esplendor de las ficciones árabes.”

Aparte de la sorprendente noticia de que bastaban cien velas de esperma para dejar realizadas las maravillas de "Las Mil y una Noches," Herr Alexander parece que fué un notabilísimo prestidigitador; que encantó á su público con el "Espejo del Destino," que reproducía las cartas elegidas; con convertir el café en grano en aromático café líquido; con mudar frijoles en azúcar; con sacar del sombrero de un espectador todo un jardín de ramos de flores naturales; con extraer de un chal una gran redoma con pescados, tan llena, que se derramaba el agua; y con otras suertes y experiencias que aun hoy día se reproducen y se renuevan por los Hermann, los Balabrega y sic de cæteris.

A Herr Alexander, que hubo de dar á petición del público mayor

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