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pellado por un carruaje que pasó sobre su cuerpo, rompiéndole una pierna en dos pedazos. Sus camaradas dieron con este motivo y poco después una función á beneficio del herido, y excusado nos parece decir que contando con el apoyo de sus compatriotas consiguieron completamente su objeto de proporcionarle abundantes recursos para su curación y sostenimiento.

En Nuevo México la compañía Cisneros continuó su serie de pastorelas y coloquios, y representó Los tres reyes de Oriente ó las crueldades de Herodes, La creación y el Diluvio Universal, La degollación de los inocentes, repetida esta última á beneficio de la actriz mexicana Macaria Villa, y siempre se vió favorecida por numeroso y entusiasta público de cierta clase ó infantil ó modesta. No pudo decir lo mismo la compañía dramática-zarzuelista de Pedro Iglesias en Oriente; las buenas entradas escasearon á las pocas funciones, y después de una suspensión de trabajos, estuvo á punto de disolverse. Por su fortuna acudió en su auxilio un Sr. Rebull, y convinó con los modestos artistas en seguir las representaciones, disminuyendo los precios de abono, y las funciones se reanudaron con programas mixtos de comedia, drama y zarzuela, presentándose lo mismo con Pablo el Marino, y Ojo y nariz, que con El Duende, El delicuente honrado, Por seguir á una Mujer, y otras. En 27 de Enero dieron su beneficio Ciro Iglesias y Manuel Munilla, actores de aquel cuadro, con el drama Saúl, de la Avellaneda, y la pieza Mis botas, mi casaca y mi mujer: según el programa el Saúl fué exhornado con las siguientes piezas de música escritas en México:

"En el primer acto, y cuando su argumento lo requiere, se cantarán: primero, una acción de gracias al Señor, y una plegaria, en la que tomarán parte la Srita. Iglesias y el Sr. Herrera, acompañados de coros de ambos sexos. En el segundo, también cuando se requiere, los israelitas cantarán una súplica antes de entrar en acción, en la que tomarán parte tenores y bajos ventajosamente conocidos en esta Capital. En el tercero, en el momento en que las vírgenes vienen á traer el velo y corona de esposa á la hija de Saúl para desposarse con David, entonan un lindísimo canto, el cual ejecutarán las partes de tiples, contratadas para esta función. En el cuarto, cantará la Srita. Iglesias una lindísima romanza, compuesta expresamente para esta señorita, y arreglada á la situación de la tragedia. Toda esta música es composición del aventajado maestro Sr. Ansano Bandini. La orquesta será dirigida por el conocido y apreciable Sr. López. La parte de maquinaria por el Sr. Alvarez, maquinista de la compañía.”

El 31 siguió el beneficio de la característica Carolina García y del primer actor cómico José Hernandorena, con la comedia Por él y por mi, de Ventura de la Vega, una romanza de Jugar con fuego, por la beneficiada, y el sainete El gastrónomo sin dinero. En el del primer

tenor Fernando Herrera cantáronse un acto de El Duende, otro de Por seguir á una mujer, una romanza de La estrella de Madrid, y la zarzuela Geroma la castañera. Para el beneficio de Carlota Pereira de Cisneros se repitió la zarzuela Por seguir á una mujer, y se dió la pieza Casarse por interés. En el del actor Fernando Calderón oyéronse el A Madrid me vuelvo, de Bretón, y una canción por Julia Iglesias: en el de Manuel Poblador El tio Caniyitas y Un cuarto con dos camas: en el del Cuerpo de coros se repitió aquella y los beneficiados cantaron un coro de Los Lombardos. Vino después el Carnaval con sus bailes de Máscara, y al empezar la Cuaresma suspendiéronse toda clase de espectáculos, precisamente cuando la humilde compañía de Pedro Iglesias había conseguido ver bien concurrido su teatro y muy apreciados y aplaudidos á algunos de sus artistas.

Nuestra sociedad, en el intermedio ó los descansos de las austeridades del tiempo santo, procuró entretenerse con lo que pudo; y gustosa concurrió á la toma de posesión de los catedráticos de la Universidad el 7 de Febrero, acto en que se oyeron una oración latina del Dr. Moreno y Jove, un buen discurso de D. José Joaquín Pesado, y una hermosa oda de D. José Zorrilla, la que comenzaba

"Dios me dió un corazón franco y sincero, lleno de juventud y poesía,

de fe raudal, de inspiración venero

con un acento varonil y entero

para cantar su gloria y la fe mía."

En otros momentos se entretuvo en leer y releer la carta, recibida y publicada en esos días, del ilustre Barón Alejandro de Humboldt en que aceptaba, profundamente agradecido, la gran cruz de la Orden de Guadalupe que Santa-Anna habíale enviado por conducto del general Uraga representante de México en Prusia. El Barón había fechado su carta en Berlín el 22 de Diciembre de 1854, y entre otras cosas escribía: "Afectuosamente adicto como soy á los habitantes de esas bellas regiones, en las cuales encontré hace medio siglo, una tan franca y noble hospitalidad, el testimonio del bondadoso recuerdo que debo al General Presidente de la República Mexicana, me ha causado una dulce satisfacción, en una edad á que rara vez se llega.”

En la noche del 24 de Marzo el club alemán dió en uno de los salones de la casa en que se hospedaba, uno de sus lucidísimos conciertos, en que como de costumbre, hízose aplaudir su escogido orfeón. Un hermano del profesor Barilli entusiasmó en unas variaciones sobre temas de Guillermo Tell, ejecutadas en el violín, llevando el acompañamiento en piano el Sr. Taussing, director del orfeón. Al fondo del

salón se colocó un retrato, de medio cuerpo, de la célebre y malograda Enriqueta Sontag, en cuyo honor y grato recuerdo se leyeron poesías y discursos.

Sonaron al fin de la Cuaresma y Semana Mayor los alegres repiques de la Pascua de Resurrección, y nuestros teatros abrieron nuevamente sus puertas. El Nacional ó de Santa-Anna fué tomado por una compañía dramática y de zarzuela y baile, con el siguiente elenco:

SECCIÓN DE ZARZUELA.-Maestro director, D. José Freixes.—Primer violin, Eusebio Delgado. Director de escena, Saturnino Blen. Primeras tiples, Francisca Muñoz, Julia Renieri. Tiple característica, Gertrudis Soto. Comprimaria, Raimunda Miguel. Partiquinas, Josefa Barquera, Carmen Pinto, Carolina Ciriani. Primeros tenores, Jaime Carminati, Jacobo Birelli. Tenor del género cómico, Saturnino Blen. Baritono, Andrés Pastorino. Bajo, José García. Caricato, Antonio Birelli. Segundo tenor, Fernando Cabrera. Partiquinos, Eduardo Velarde, José Pozo, Joaquín Costa. Treinta y seis coristas de ambos sexos. SECCIÓN DE DECLAMACION. - Actores: Saturnino Blen, Antonio Birelli, José López, Fernando Pérez, Jacobo Birelli, José María Chesio, José Pozo, Antonio Mellado, Eduardo Velarde, Fernando Cabrera. Actrices: Francisca Muñoz, primera absoluta; Gertrudis Soto, Pilar Suazo, Raimunda Miguel, Paz Cuadro, Josefa Barquera. Apuntadores: Manuel Calvo, José María Chesio.

CUERPO COREOGRAFICO DE AMBOS SEXOS.-Primera bailarina, Josefa Barquera. Otra primera, Raimunda Miguel. Segundas, Paz Cuadro, Pilar Suazo. Primer bailarín y director de bailes, Fernando Cabrera. Otro primero, Eduardo Velarde. Segundos, Antonio Mellado, José López.

Esta compañía acababa de hacer una buena campaña artística en la Isla de Cuba, y se presentó sin grandes pretensiones, puesto que en el prospecto de su temporada en México dijo: "aunque ninguno de sus individuos se crean unos grandes méritos ni unas habilidades que pudieran deslumbrar con su arte y su prestigio, piensan no obstante que en un espectáculo casi del todo desconocido en México, podrán con una ú otra zarzuela de su caudal, si no entusiasmar, pasar al menos ante los ojos del ilustrado público mexicano, como unas mediocridades que hacen todos los esfuerzos posibles por complacer á un público de cuya tolerancia é inteligencia tienen una inmensa idea, y que es generoso con los artistas propios y extraños."

La dirección estuvo encomendada al maestro José Freixes, profesor inteligente, hábil y dotado del golpe de vista que requiere la dirección de una orquesta: era á la vez compositor de talento y autor de la zarzuela Colegialas con Colegiales, en que demostró estudio y originalidad. La compañía no estaba formada de notabilidades, pero sí de cantantes de algún mérito: fueron sus primeras tiples Francis

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ca Muñoz y Julia Renieri; la Muñoz tenía, como actriz, buenas disposiciones, y aunque su voz no era extensa, sí agradable; á la Renieri, dotada de buena voz, faltábale estudio y el dominio del castellano, que pronunciaba dura y forzadamente; Jaime Carminati, tenor de fuerza, era rico en expresión y tenía obras felicísimas, pero se esforzaba hasta cansarse y hacer desigual su voz, que era simpática y fresca; el barítono, Eduardo Mayans, agradó como actor y como cantante, á pesar de la poca extensión de su voz; su escuela era buena y fraseaba con bastante habilidad; Andrés Pastorino, baritono; Jacobo y Antonio Birelli, tenor el uno, caricato el otro; el bajo, José García; la tiple característica, Gertrudis Soto, y la demás gente menuda necesariamente valían poco, puesto que las primeras partes no valían mucho, y apenas merece especial mención la Srita. Carmen Pinto, joven de buena presencia, dotada de una regular voz de contralto, clara y fresca. La obra con que se presentó á nuestro público la Compañía de Freixes fué Jugar con Fuego, de Ventura de la Vega y Barbieri, de la cual habíase oído en México el dúo del billete del segundo acto, el 12 de Octubre de 1854, cantado nada menos que por la Fiorentini y Marini en el beneficio de ese gran artista.

Su reparto con la compañía Freixes en la noche del estreno, el miércoles 11 de Abril de 1855, fué el que sigue: Duquesa de Medina, la Muñoz: Condesa de Bornos, la Soto: Duque de Alburquerque, Pastorino: Marqués de Caravaca, García: Félix, Carminati: Antonio, Blen: Un loco, Antonio Birelli: Un ugier, Pozo: Un loquero, Cabrera.

En esa función, que tuvo carácter de extraordinaria, los precios de entrada fueron en palcos doce pesos, y en luneta un peso y tres reales.

El jueves 3 de Mayo se dió la última representación del primer abono, y se anunció un segundo por sólo seis funciones, como último y de despedida; pero después se prorrogó la temporada hasta fines de Junio, con pérdida de algunos miles de pesos. En los tres meses que permaneció en México cantó las zarzuelas Jugar con fuego, El Tio Caniyitas, el Valle de Andorra, El duende, Por seguir á una mujer, Colegialas con colegiales, El Grumete, El Marqués de Caravaca, Geroma la Castañera, Don Agustin Moreto, El Dominó Azul, El estreno de una artista, y algunas otras casi insignificantes. Comenzó bastante bien su temporada, pero no supo dar variedad á sus funciones ni acertó á escoger las piezas de su poco abundante repertorio que merecían repetirse. En su conjunto, la Compañía era débil, y como el público de patio y palcos se le mostró esquivo, bien pronto cayó en un triste desaliento.

Una de sus más notables funciones fué la que se dió á beneficio del director Freixes con la zarzuela, más bien ópera cómica, del maestro Arrieta, El Dominó Azul, verdaderamente notable y capaz por sí sola

de hacer estimar los progresos del arte en España. El libreto es de escaso mérito, y poco vale como producción literaria; pero ¿por qué ser exigentes con los libretos, cuando nadie lo ha sido al tratarse de los de las óperas? ¿Es posible reunir algo más absurdo que la mayoría de los libretos de que han dispuesto los compositores de la verdadera ópera? En cuanto á la música del Dominó Azul, léase lo que de ella dijo un experto crítico de teatros de nuestra Capital, refiriéndose á la compañía Freixes: "Limitándonos á la partitura diremos que aunque generalmente hablando no nos pareció fielmente interpretada, ella revela en el maestro grande originalidad, inspiración, buen gusto, y excelente escuela. Si bien á veces sus melodías lo hacen parecer discípulo de la escuela italiana, á veces el vigor de su ritmo, la originalidad de sus motivos, sus efectos de instrumentación lo acercan á la escuela francesa y á la alemana; pero á pesar de estas analogías de estilo, es indisputable su originalidad, pues en él no hay plagios, repeticiones, ni esas reminiscencias con que suele disfrazarse el plagio. Si como Arrieta fueran todos los maestros españoles, podría formarse una escuela tan rica en fuerza como en dulzura. El, además, ha abandonado ese recurso, en verdad trivial, de mezclar á su obra frases enteras del bolero, del fandango, ó de otros cantos populares. Bien puede sacarse de ellos partido, como para dar un colorido local; pero trasladarlos á todas las situaciones, es quitar á la música todo efecto dramático. Los maestros italianos no miran con desdén las barcarolas de los pescadores; pero si las intercalaran en sus arias y en sus dúos parecerían vulgares en los teatros de Nápoles y de Milán, de Turín y de Génova.

"En el Dominó Azul aunque hay adornos y flores, aunque la melodía va á veces circundada de ricos arabescos, se nota sobriedad en los acompañamientos, poco estruendo, y profundo conocimiento de los efectos dramáticos. Si la melodía no llega á ser patética, si la partitura no raya en lo sublime, no se debe creer que el autor sea impotente para producir esos efectos prodigiosos; es menester tener en cuenta la naturaleza frívola del poema á que el spartito se acomoda, y que la obra se llama ópera cómica, verdadero término medio entre el género buffo y el serio. -- Apenas podemos expresar el resultado de nuestra impresión, pues no basta oir una sola vez una composición de un maestro cuyo estilo es una novedad, y además la indisposición del Sr. Carminati lo hizo suprimir la romanza de tenor del primer acto, y los otros artistas no parecían muy seguros en sus papeles. La introducción nos pareció muy vigorosa; los coros en lo general son de buen gusto, y bastante dramáticos, y sólo sería de desear que ofrecieran más variedad. Las piezas concertantes están bien tratadas, y en ellas la parte toda de la orquesta nos pareció hábilmente conducida, pues aunque es de efecto, nunca apaga las voces de los cantantes.

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