que sucede á veces, se queda parado, y no hace ningun movimiento para seguir la ca za, porque las gazelas corren mucho mas que él. Tambien domestican tigres para la caza; pero lo mas comun es cazar con galgos, que son mas pequeños que los nuestros. Cazan las grullas con aves de presa, que adiestran para este efecto: las grullas se, defienden con valor, pero al cabo son presa de las aves de rapiña. Para cazar las aves de rio, usan de esta sagacidad: llenan de heno el pellejo de un anade, y un buen nadador la lleva en la mano sobre el agua; la mete insensiblemente entre las demas anades, las quales no se espantan, y las vá cogiendo por los pies. ১ 1 Pero la caza mas curiosa es la de los leones; quando han descubierto la guarida de algun leon, atan cerca de allí un asno, el qual es devorado bien pronto por el leon, despues de lo qual vá á beber, y se vuelve á su cueba hasta otro dia: repiten esta misma operacion hasta que en la carne del úl timo asno que le exponen, mezclan gran cantidad de opio para adormecer al leon. Quando está durmiendo, rodean su cueba con fuertes redes, y le ván estrechando poco á poco, reservando para el Emperador el ho nor de matarle. Montado sobre un elefante, armado de hierro, y acompañado de muchas guardias armadas de lanzas, dispara mu م chas saetas al leon por entre las redes, hasta que lo hiere de muerte. Como es un feliz agüero el que el Emperador mate al leon, es tambien muy infausto quando yerra el tiro; por lo que su triunfo es celebrado con grandes aclamaciones, y se hacen muchas ceremonias. Llevan el animal á la junta general de los Grandes de su Corte; le examinan, le miden, y escriben en los anales del Imperio, que tal dia el Emperador tuvo la felicidad de matar un leon de tal tamaño, tal color, y no omiten ninguna circunstancia de este gran suceso. Estando yo disponiendo marchar de Lahor, me aproveché de la coyuntura de la partida de un Señor Mogol, que iba á tomar posesion del gobierno de Kismiro, y quise vér aquel bello pais, que en Europa se llama Cachemiro. Este es una provincia del Mogol, situada al Norte del Imperio, al pie del monte Caucaso. Syranakar, su capital, está en medio de una bella campiña, variada con muchas colinas. Mas allá hay unas montañas cubiertas de árboles y yerba, y llena de todo género de ganados y caza: detrás de estas primeras hay otras mas elevadas, cuya cima está siempre cubierta de nieve. De estas salen infinidad de arroyuelos, que los habitantes dirigen para regar sus campos, y hacen subir hasta las colinas: estos arroyos despues de haber dado mil giros se reunen y forman un rio considerable, el qual atraviesa la capital, discurre por la provincia, y despues de haberse enriquecido con estos rios, que coge de paso, vá á perderse en el Indo. Esta multitud de bellas aguas, juntamente con la benignidad del clima, causan una fertilidad y frescura admirable. Quando llegué á este delicioso pais, creí ver un vasto jardin, mezclado de villas y caseríos, variado con infinitos prados, dividido con muchos canales, y ofreciendo por todas partes la perspectiva mas amena: los Mogoles le llaman el paraiso de la India. No se hallan allí serpientes, osos, tigres, ni leones; en vez de estas bestias feroces y animales venenosos hay abejas, perdices, gazelas, y algunos de los animales, que producen el almizcle que se lla man gatos de algalia. Observé allí muchas de las plantas, frutas y flores de Europa; es verdad que no me parecieron tan bellas, lo que puede provenir de que entre nosotros tienen mejor cultivo. Segun una tradicion antigua de aquel pais, toda esta region antiguamente era un grande lago, cuyas aguas se retiraron por las oraciones de un hermitaño; su sepulcro existe allí cerca, y atrahe muchos peregrinos. Si es cierto que aquello fue un lago, pudo muy bien convertirse en un pais ameno por causa de algun terremoto, que son freqüentes en aquella region. La capital de Cachemiro es una gran ciudad, situada a la orilla de un lago de 4 ó 5 leguas de circunferencia, sembrado de varias isletas. Como están cubiertas de árboles siempre verdes, parecen á lo lejos otros tantos jardines, que forman la mas bella perspectiva. El rio divide la ciudad en dos partes, que se comunican por puentes de madera; la mayor parte de las casas están fabricadas de la misma materia, aunque el pais no carece de piedra propia para edifi.car, y algunos vestigios de templos antiguos y tres edificios son prueba de ello. Estas casas tienen dos ó tres altos, y en casi todas hay un jardin, á cuya extremidad se vé un canal que tiene comunicacion con el lago, y un barco para pasearse. Los contornos de Syranakar presentan el aspecto de un gran número de casas de campo : la mas agradable es la que llaman el jardin del Rey. Se entra á él por un canal guarnecido por ambas orillas de céspedes, de unos 500 pasos de largo, entre dos filas amenas de álamos blancos. Conduce al pie de un gabinete, que está en medio del jardin, y desde allí comienza otro canal mucho mas bello, que vá hasta la extremidad del recinto. Los bordes de este segundo canal están revestidos de piedra de sillería, y el suelo está igualmente enlosado. En medio de él hay de trecho en trecho algunos surtidores de agua, que hacen una vista admirable. Otro gabinete semejante al primero termina con mucha gracia este segundo canal: estos gabinetes son unas medias naranjas, con una galería al rededor, y quatro puertas que se corresponden, un gran salon en medio, y quatro piezas en los quatro extremos. Lo interior está adornado de pinturas y dorados, con inscripciones de sentencias en lengua Persiana. Las puertas exteriores están sostenidas de columnas sacadas de los templos de los idolos. No conozco la calidad, ni el valor de las piedras de estas columnas, pero me parecieron mas bellas que el mármol y el pórfido. No he visto otro pais, que en tan corta extension contenga tantas bellezas naturales, como la provincia de Cachemiro. Antiguamente formaba un reyno, gobernado por Príncipes del pais, á quienes destronaron los Mogoles. Los habitantes de esta amena region tienen fama de ser los mas ingeniosos de todo el Indostan. Se alaba su talento para la poesía; y á las disposiciones naturales para las ciencias añaden la industria y el amor al trabajo. Sobresalen en el arte de tallista, y saben barnizar y dorar con un primor admirable. Pero el objeto principal de su comercio es una tela muy ligera de lana, que excede en lo fino al castor: cada pieza tiene vara y me |