la parte superior del cuerpo vá desnuda, y se pintan la piel con varias flores de color natural. En los viages por la India se encuentran á cada paso caravanas compuestas de esta especie de gente : á veces van tan llenos los caminos que es preciso detenerse, hasta que hayan pasado, lo que suele durar dias enteros por causa de la estrechura de los caminos, como lo son por la mayor parte los del Mogol. Es muy comun encontrar caravanas de 10 á 120 bueyes conducidos por un número de hombres y mugeres, que por lo ménos será la mitad, acarreando arroz, sal, y otros géneros de una provincia á otra. Si una tribu cargada de trigo, y otra de legumbres, se encuentran y embarazan en el camino, suelen excitarse riñas muy sangrientas entre ellas; y causarian grandes males, si no fuese por la autoridad de los capitanes, entre los quales ha establecido el Emperador una perfecta igualdad, condecorándolos á todos con el collar de perlas, por lo que se respetan mutuamente. Las caravanas de carretas no son tan numerosas, pues rara vez pasan de 200. El P. Silveyra acaba de venir á convidarme para que le acompañe á un entierro á que debe asistir: esta ceremonia, segun se practica entre los Mahometanos del Mogol, es un punto de su religion, de que aun no he hablado: yo os informaré de lo que observe. No hay cosa mas triste, y al mismo tiempo mas decente, que la escena que acabo de presenciar, á la qual preceden tres dias de llanto y luto. Las mugeres, hijos, parientes y vecinos del difunto dan grandes alharidos: lavan despues el cadaver, le ungen con varias esencias, y le envuelven en una tela fuerte, cosiéndola con hilo muy grue60. Los Sacerdotes dán muchas vueltas al rededor del cadaver, rezando algunas oraciones del Alcoran. Ocho ó diez hombres vestidos de blanco ponen el cadaver en el atahud, y le llevan al lugar de la sepultura. Los parientes y amigos, vestidos del mismo color (porque el blanco es aquí la insignia de luto) siguen de dos en dos con mucho órden y compostura. Meten el cadaver en la sepultura, colocándole echado sobre el lado derecho, los pies mirando al mediodia, y el rostro al occidente hacia la Meca. Le cubren con algunas tablas, y encima echan tierra: despues todos los asistentes van á lavarse á una cisterna cercana, destinada para este uso. Vuelven con los Sacerdotes al rededor de la sepultura, y hacen una corta oracion, con la cabeza descubierta, las manos juntas, los ojos levantados al Cielo; y concluida la oracion, vuelven á formarse de dos en dos, y sigue el acompañamiento hasta la casa del difunto, donde se separa la comitiva con mucha gravedad. Las enfermedades mas peligrosas, y de que muere mas gente en este pais, son las disenterias, y las calenturas ardientes. No faltan allí médicos, ni tampoco cirujanos, los quales no saben mas que sangrar, y aplicar ventosas. Sin embargo los Mogoles no son absolutamente ignorantes: ademas de los libros de religion, y sus obras propias de filosofia, tienen á Aristóteles traducido en Árabe. Conocen las obras de Avicena, y aunque no tienen escritores de profesion como nosotros, conservan en sus archivos todas las cosas notables que suceden en el Imperio. La mayor parte de los que manejan los negocios públicos, suelen escribir memorias particulares, que pueden servir para la historia general. Su estilo sin ser tan figurado y enérgico, como el de los Árabes y Persas, tiene bastante fuerza y elegancia.. Su lengua se distingue en varios dialectos; pero en sabiendo uno, fácilmente se aprenden los demas. Fuera de esto, las personas de distincion hablan comunmente el Árabe y el Persiano, y jamas me faltó quien me entendiese, aun antes de que aprendiese la lengua Mogola. No se burlan aquí como en Europa, de los que cometen faltas en la lengua, ántes bien las advierten y corrigen con mucha urbanidad. f Por aquí podeis formar alguna idea del caracter de los Mogoles: tienen el animo noble, las costumbres dulces, los modales urbanos, la conversacion agradable é ingeniosa. Aunque debilitados por el despotismo, conservan sin embargo mucho del valor de los Tártaros, sus mayores; y la gloria de Tamerlan reanima en sus corazones las reliquias de aquel valor antiguo, que los hizo la nacion mas formidable del Asia. Los Mogoles en general son bien proporcionados, bastante altos y robustos, Son magníficos en sus trages, muebles, banquetes y fiestas; pero no lo son igualmente en el adorno exterior de sus edificios. Á excepcion de algunos palacios, cuya descripcion os he hecho, las casas de los Señores principales no tienen regularmente mas que unas paredes formadas de arcilla, tierra comun, cal y estiercol de vaca, mezcladas: estas paredes se blanquean con una composicion que las dá una blancura muy brillante. Las casas y palacios estan bien distribuidos interiormente en salas cómodas y espaciosas. Á esto se añaden jardines muy bellos, con quadros de flores y plantas, con bellas calles de árboles, bosques, surtidores de agua, cenadores, pórticos, baños, pirámides, y todo lo que puede suplir la belleza exterior de los edificios. Á la entrada de las casas de los mercaderes hay unos zaguanes donde tienen las mercaderías, y reciben las visitas. En los palacios de los Gobernadores hay una cosa semejante, que se reduce á un gran portal sostenido por quatro pilastras, en donde dan audiencia. En los dias festivos estan iluminados por la noche con gran número de hachones, y adornados magníficamente. Las casas de la gente vulgar son de tapias de tierra y de paja; los techos son baxos, y cubiertos de cañas. No tienen cuebas, ni cámaras altas, y en las puertas no hay cerraduras, cerrojos, ni aun ventanas á la calle, lo que las hace muy obscuras y tristes. Las aberturas que tienen á los lados no tienen vidrieras. Ya habeis visto, que si los Mogoles sơn poco suntuosos en lo exterior de sus casas, adornan lo interior con tan buen gusto como magnificencia. Por todas partes se ven tapices soberbios, barnices preciosos, incrustaciones de porcelana y de nacar, vaxillas de oro y plata, y todo lo mas esquisito que ha podido imaginar el luxo Asiático. Sus trages tienen mucha nobleza, pero son varios en las diferentes provincias. En las mas Orientales los hombres llevan unas túnicas que les llegan á media pierna, y cerradas con botones de alto á baxo : baxo de esta llevan una especie de camisa de lienzo ó de seda, que les llega hasta medio muslo: unos calzoncillos muy anchos por arriba, y estrechos por abaxo, les llegan |