car y algunas otras adyacentes. En 1642 se formó baxo los auspicios del Cardenal de Richelieu otra nueva Compañía, que al principio hizo algunos progresos, pero al cabo se arruinó. Mr. Colbert pensó en establecer una Compañía en 1664 : el Rey en el edicto del establecimiento se obligó á prestar tres millones á los asociados, sin interes, sin reservarse parte ninguna de las ganancias por espacio de 10 años, y obligándose á pagar todas las pérdidas durante este tiempo. En los primeros años la Compañía se limitó al comercio de Madagascar, que se llamó Isla Delfina, y á la de Mascareñas, que al presente se llama la Isla de Borbon. Surate fue el primer establecimiento de los Franceses en la India, y al mismo tiempo formaron varias factorías en la Provincia de Bengala, en el Reyno de Visapur, en Cananor, en Calicut, en Golconda, y en fin en Pondicheri en 1670. Dos años despues el Almirante de la Hage tomó por asalto la Ciudad de Santo Tomé, que pertenecia entonces al Rey de Golconda; pero los Franceses fueron despojados de esta conquista por los Mogoles, asistidos de los Holandeses en 1674, por lo que pusieron todas sus miras en Pondicheri. El Gobernador del pais concedió á los Franceses un terreno cerca del mar, donde al principio construyeron una gran easa, y dos años despues se les permitió construir una fortaleza. Estos fueron los principios de aquel establecimiento, el qual se ha ido aumentando hasta el estado mas floreciente. Despues de la expedicion de Thamas-Kouli-kan en el Mogol, algunos Gobernadores ó Virreyes de la península de la India se aprovecharon de aquel trastorno para erigirse en Soberanos, y esto causó grandes perjuicios al comercio. Los Príncipes Gentiles imploraron el auxilio del Rey de los Maratas, y esta nacion desde aquel tiempo no ha cesado de hacer guerra contra sus vecinos, favoreciendo á unos y otros segun el interes que se les ofrecia. No hace mucho tiempo que los Maratas no formaban mas que un cuerpo de vandidos que servian al que mejor les pagaba: no tenian establecimiento fixo, ni otra profesion que la guerra; y se habian hecho formidables á los Mogoles. Como no llevaban consigo bagages ni provisiones, era muy dificil darles alcance; porque luego que hacian el saqueo de alguna ciudad se retiraban con velocidad á sus desiertos. Se sirven de caballos vigorosos y endurecidos en el trabajo: esta caballería es muy temible con sable en mano. El odio y la amistad de los Maratas son igualmente temibles; arruinan á sus enemigos con sus correrías, y á sus aliados por las enormes sumas que les exigen. Hay en Pondicheri mas de 100 habitantes Christianos, Mahometanos, é Idólatras: su forma es quadrada, y tiene mas de una legua de circuito. Aunque edificada en diversos tiempos, su estructura es tan regular, como si se hubiese construido de planta. Las calles estan tiradas á cordel; la principal tiene media legua de largo, y todas son bastante anchas. Las casas estan contiguas, y no tienen mas que un alto: las de los Europeos estan construidas de ladrillos; las otras de adobes secados al sol, y enlucidas con una pasta formada de conchas calcinadas: su longitud ordinaria es de ocho toesas, con seis de ancho, y en cada una habitan mas de veinte personas. Los patios estan plantados de árboles, á cuya sombra los obreros trabajan aquellas hermosas telas que la Compañía trae todos los años de aquellas regiones. En estos mismos patios ó en los terrados pasan la noche los Indianos, tendidos sobre una estera, y casi desnudos; porque como Pondicheri está debaxo de la Zona Torrida, no solamente hace allí un calor excesivo, sino que por un fenomeno singular de la naturaleza no llueve allí mas que siete ú ocho dias al año, lo que sucede regularmente á fines de Octubre. La casa principal de Pondicheri es la : del Gobernador; al otro lado hay un edificio ricamente adornado, donde se hospedan los Príncipes estrangeros y los Embaxadores: está acompañado de un espacioso jardin con hermosas calles de árboles que sirven de paseo público. Los Sacerdotes y Capuchinos Misioneros tienen tambien allí sus habitaciones. Los Gentiles tienen en la ciudad dos pagodas donde se les permite el exercicio libre de su culto, porque los Reyes del pais quando permitieron el establecimiento de la Compañía, exîgieron esta condicion. Estos idólatras son pobres, pero tan laboriosos, que en ellos consiste la riqueza de aquella region: aunque el salario que se les dá es muy corto, sin embargo, les basta para su subsistencia, porque son muy sobrios. Su comida y la de sus familias se reduce á arroz cocido con agua, y no comen otro pan que unas tortas sin levadura, asadas entre la ceniza. El arroz erece con abundancia en aquel pais, y esto tambien se debe á la industria de los Indianos. Ademas de las casas del Gobernador y de la Compañía, hay otras muchas de particulares muy bellas. Vimos tambien grandes almacenes, una ciudadela considerable, trece fortines, con una artillería formidable de mas de 400 cañones. Es lástima que una ciudad tan bella no tenga puerto, pues lo que se llama así no es mas que una rada, adonde no pueden llagar las embarcaciones, pues el mar tiene allí muy poco fondo, y es preciso ir á buscar las mercaderías con barcos á distancia de una legua. Nada falta en Pondicheri de lo necesario para la vida y para el regalo : se come allí muy bien, y todos los viveres valen muy baratos.1 El Gobernador de Pondicheri tiene una guardia de 12 hombres á caballo, y 300 apie, que llaman peones. En los dias de ceremonia se hace conducir por 6 hombres en un palanquin del mayor luxo y magnificencia, lo que es necesario en la India para que conciban una alta idea de la nacion. La amistad del Gobernador actual me ha proporcionado los medios de hacer un viage á Ceylan, del qual os daré noticia en las cartas siguientes. I Pondicheri con casi todos los establecimientos Franceses en la India han sido tomados por los Ingleses en esta última guerra y como por otra parte ha sido destruida la Compañía Francesa de la India, el comercio de esta nacion ha quedado arruinado, y no podrá restablecerse en mucho tiempo, aun quando en la paz recobrasen todas sus posesiones. Fin del octavo Quaderno. |